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La academia de la tecnología

Factoría de Innovación educa a los niños para aprender mientras juegan y dirige a los jóvenes hacia nuevos nichos de empleo como creador de contenidos de videojuegos

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Factoría de innovación Andrés Gutiérrez

Un centro educativo diferente, cuyo objetivo principal es formar. Sobre todo, a las nuevas generaciones, pero no exclusivamente. El sueño de Eduardo González, el director de Factoría de Innovación, se hace realidad cada día en este espacio de alta especialización con el mundo virtual como base, pero también con sede física, en el número 142 de la Rambla de Santa Cruz de Tenerife, cerca del Museo de Almeyda. 

La academia de la tecnología tiene sede en la capital de Tenerife. Virtual, como corresponde a los tiempos de la era digital que son su base. Pero también física, en el número 142 de la Rambla de Santa Cruz, muy cerca del Museo Militar de Almeyda. Estos días de verano se juntan allí decenas de niños, que aprenden jugando, además de jóvenes, y no tan jóvenes, que se forman para acceder a los nuevos nichos de empleo como creadores de contenidos de videojuegos, animadores o programadores informáticos. Bajo la supervisión de sus siete trabajadores y de los siete socios –que también arriman el hombro– de este proyecto que encabeza como director Eduardo González (Santa Cruz, 1981).

La realidad virtual es el hilo conductor en este recinto lleno de ordenadores, pantallas y todo tipo de recursos relacionados con la tecnología. González incide en la noción de «centro educativo» en una «fundación tecnológica de formación en artes digitales». Da el secreto del éxito del proyecto: «Tal vez que no exista otra empresa privada que haga lo mismo. Formar en artes digitales, animación o videojuegos». En verano pueden llegar a pasar por aquí entre 300 y 400 niños para recibir una oferta de formación especializada con el apoyo de los videojuegos. Aquí aprenden mientras juegan. Factoría ofrece nociones del mundo virtual a cien personas en cada curso lectivo. Cincuenta en cada turno de octubre a marzo. La mañana queda reservada para las clases ordinarias y por las tardes, de 5 a 7, llega el turno de las extraescolares destinadas a jóvenes estudiantes que estos días de verano se multiplican en número y horas de permanencia en el local.

Arriba, un joven maneja un ordenador en la Factoría. Debajo, dos chicos disfrutan en la gran pantalla frente a una estantería repleta de videojuegos. | Andrés gutiérrez

«Colgué el traje y...»

Eduardo, con raíces palmeras, en concreto de San Pedro (Breña Alta) estudió Filología Hispánica –considera que de ahí viene su vena didáctica– y trabajó 15 años en El Corte Inglés. Ahí hizo sus primeros pinitos desde 2013 como creador de contenidos con éxito. Incluso, lanzó un proyecto, Youtubeando, para los clientes, sobre todo las familias y sus hijos.

En diciembre de 2016 decidió «colgar el traje». A partir de ahí probó en diferentes ámbitos como los E-Sports pero su sueño era construir un proyecto educativo con las nuevas tecnologías como base. Y así nació Factoría de la Innovación en marzo de 2018. La sede física tardó un poco más. Tras pasos frustrados por los que fueran cines Price y Rex llegó la oportunidad de la mano de la Sociedad de Desarrollo de Santa Cruz en la plaza Ireneo González. En el aula de Empleo desarrollaron proyectos para parados con el 50% de descuento a cambio de ocupar el espacio. Por fin, en 2019 abrieron el local de la Rambla.

Eduardo valora: «La pandemia de la covid-19 amplió la dimensión de Factoría». Cayeron en ese periodo muchas empresas del sector, «competidoras y también posibles aliadas», pero, subraya, «nosotros nos mantuvimos y eso nos hizo crecer». Señala al respecto el director que «nuestra estructura es muy ligera, con pocos gastos, y nos mantuvimos muy bien. Aparecieron también otras oportunidades». Lo resume: «Para nosotros resistir fue vencer».

La academia de la tecnología

González recalca: «Hace ya más de cinco años, cuando nacimos, dentro del ámbito de lo público no había nada en este campo del desarrollo de videojuegos o la creación de contenidos». Explica que «hace poco que ya existen proyectos en el César Manrique de Ofra, la Universidad de La Laguna o la Escuela Fernando Estévez».

Una visita al 142 de la Rambla de Santa Cruz la mañana de un caluroso día de agosto permite comprobar una actividad amplia y variada. Unos chicos juegan con los numerosos ordenadores, mientras otros disfrutan en pantalla grande de los videojuegos que copan las estanterías. También aprenden mientras juegan en grupo con sus monitores atentos. Un ejemplo de lo que es cada día, en verano o en invierno, Factoría de Innovación. La academia de la tecnología para grandes y chicos.

TLP vuelve en 2024 «al cien por cien»

Factoría de Innovación tiene los derechos de organización de la Tenerife Lan Party (TLP) que no se celebró este año, pero que, anuncia Eduardo González, «volverá al cien por cien en 2024». En la Isla y si es posible en julio. Espera que de nuevo con el apoyo y el aval del Cabildo de Tenerife porque «este es un sello de 17 años –solo suspendido ahora y en 2020 y 2021 por la pandemia– que está ya consolidado en el ADN de la gente. Hay conversaciones con el Cabildo y también contacto –«aunque no creo que queramos lo mismo»– con el otro evento similar, Tenerife GG, que lleva dos años en el Recinto Ferial, la sede tradicional del TLP –coincidieron en 2022–. González recuerda que no pudieron utilizar el Recinto en las fechas previstas y «el precio del alquiler era desorbitado». | J. D. M.


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