Santa Cruz recuperará el cementerio de San Rafael y San Roque «este mes»

Comienza la cuenta atrás para que Santa Cruz de Tenerife recupere el emblemático cementerio de San Rafael y San Roque, convertido en un «lugar visitable» de interés histórico. Según informa el concejal de Infraestructuras, Dámaso Arteaga, las obras de rehabilitación de este peculiar camposanto, que comenzaron hace más de dos años y cuya ejecución se ha enfrentado a numerosas vicisitudes, están a punto de finalizar. La previsión, añade el edil, es que el cementerio vuelva a abrir sus puertas antes de que finalice el mes de junio.

De esta forma, destaca Arteaga, el camposanto de San Rafael y San Roque, cerrado desde 1916 y en el que fueron enterrados numerosos ilustres personajes, pasará a formar parte del patrimonio histórico de la capital y de los atractivos turísticos que ofrece Santa Cruz a sus visitantes. La intención del Ayuntamiento es que se establezcan recorridos guiados en el cementerio, cuyas puertas se abrirán en un horario determinado, que aún no se ha establecido, con el fin de evitar actos vandálicos en su interior.

Además de la rehabilitación del camposanto, que finalizará en breve, «pues ya se están realizando los últimos trabajos», también está previsto en el entorno de este histórico espacio, a medio plazo, la creación de un paseo peatonal, para el que será necesario expropiar algunos solares y patios traseros de varias casas situadas en la zona. Desde el área de Urbanismo, que dirige el edil Guillermo Díaz Guerra, ya se está preparando el expediente correspondiente para poder realizar dichas expropiaciones. Este futuro paseo «facilitará el acceso peatonal al cementerio».

La ejecución de las obras para rehabilitar el camposanto San Rafael y San Roque, situado en la calle Fernández Navarro (Distrito Centro-Ifara), comenzó, tras un largo periodo de tramitación administrativa, en noviembre de 2020. El proyecto fue adjudicado por un presupuesto de 536.00 euros y un plazo de ejecución de 12 meses, con fecha de finalización prevista en noviembre de 2021. Sin embargo, en abril de dicho año, el Ayuntamiento aprobó la suspensión de la actuación debido a la solicitud realizada por la dirección técnica de la obra para modificar el proyecto. Además, éste debía ceñirse a las disposiciones que había establecido el área de Patrimonio del Cabildo.

La obra se retomó en octubre de 2022. La citada modificación del proyecto provocó que el presupuesto para la rehabilitación del camposanto se elevara a 800.000 euros. En el pasado mes de marzo, el Ayuntamiento de Santa Cruz anunció su intención de finalizar la rehabilitación a principios de mayo, sin embargo, y según explica el concejal de Infraestructuras, dicho anuncio no pudo cumplirse debido a algunos detalles que quedaban por finalizar «Pero ahora todo está listo para terminar la obra a lo largo de este mes».

La rehabilitación comenzó en 2020 y se ha enfrentado a numerosas vicisitudes

El cementerio de San Rafael y San Roque, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), abrió sus puertas en el año 1810 y las cerró de forma oficial en 1916, tras 106 años de funcionamiento, con la inauguración de Santa Lastenia. Se trata del primer camposanto civil de Canarias, de tipo romántico. Fue construido por la necesidad de ampliar el terreno para los enterramientos durante la epidemia de fiebre amarilla, que afectó a la Isla en el año 1810. Allí se encuentran enterradas más de 47.000 personas, de las que la gran mayoría, más de 46.000, están en fosas comunes y el resto, 666, en tumbas. En éstas fueron enterrados numerosos personajes ilustres, como, por ejemplo, Sabino Berthelot, García Sanabria, Ireneo González o Imeldo Serís.

La ejecución de los trabajos ha supuesto una inversión municipal de 800.000 euros

El concejal de Infraestructuras admite que la tramitación y ejecución de esta actuación ha sido «muy complicada». Ésta, agrega, ha pasado por varias vicisitudes que han obligado a la paralización de las obras en varias ocasiones y al replanteo de las mismas. Por ejemplo, en abril de 2021, durante la ejecución de los trabajos, se detectó la necesidad de replantear la ubicación de la rampa de acceso que conecta las dos partes del cementerio, la católica y la anglicana. La Capilla del Calvario protagonizó otra de las modificaciones, pues finalmente tuvo que ser demolida. En un principio, se recogía la reparación de la cubierta, «pero, una vez comenzada la obra, se comprobó que el estado de la misma inviabiliza su reparación, haciéndose necesaria su derribo y reconstrucción posterior», explica.

El edil Dámaso Arteaga señala que este emblemático camposanto es un elemento muy singular y de gran valor de la historia de Santa Cruz, por lo que, añade, el objetivo de esta actuación no es otro que acercar esta «joya del patrimonio» a la ciudadanía y también convertirla en un reclamo turístico.

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