Historia | Patrimonio histórico portuario VII

Locomotora de vapor

La locomotora expuesta en Valleseco.

La locomotora expuesta en Valleseco. / E. D.

José Manuel Ledesma Alonso

Entre junio de 1924 y marzo de 1928 llegaron al Puerto de Santa Cruz de Tenerife cinco locomotoras de vapor, fabricadas en Kassel (Alemania) por Henschel & Sohn e importadas por la empresa Siemens Schuckert, adjudicataria de las obras portuarias que se estaban realizando.

A través de una línea férrea de más de 3 kilómetros, estas locomotoras fueron las encargadas de transportar desde la cantera de la Jurada, en Valleseco, las piedras de distinto tamaño con las que formaron las escolleras de los muelles Sur, Ribera y Norte, rellenaron las avenidas Marítima y Anaga y se completó el hueco dejado por el castillo de San Cristóbal y la caleta de Blas Díaz, que darían lugar a la plaza de España y los solares donde se construyeron el Cabildo y el palacio de Correos y Telégrafos.

Como este sistema resultaba insuficiente, frente a la cantera de la Jurada se construyó un muelle de 88,46 metros, donde las gabarras se llenaban con las piedras que les llevaban las citadas locomotoras y una flota de camiones, dejándolas luego caer en las profundidades marinas hasta conformar la escollera del muelle Sur.

Cuando en 1965 las citadas locomotoras dejaron de prestar sus servicios, la F6 fue la única que no se envió al desguace, ya que se encontraba en mejores condiciones técnicas que las demás, quedando abandonada en la cantera de La Jurada.

La locomotora en la cantera de la Jurada. | | E.D.

La locomotora en la cantera de la Jurada. | | E.D. / José Manuel Ledesma Alonso

Locomotora F6

La locomotora F6, modelo 0-2-2-T, número de fabricación 20.320, mide 7,20 metros de longitud, 2,30 metros de anchura y 3,30 metros de altura. Su peso neto es de 16.400 kilogramos. Sus dos ejes acoplados, de 1,80 metros de distancia entre ambos, llevan ruedas de 0,80 metros de diámetro.

Con una potencia de 160 caballos de vapor, adquiría una velocidad de 30 kilómetros por hora y poseía una fuerza de tracción de 3.720 kilogramos. El depósito de agua, de 2,6 metros cúbicos, adquiría una presión de 13 atmósferas.

En 1984, la Junta de Obras del Puerto la acondicionó e instaló en la entrada peatonal que entonces tenía el muelle por la plaza de España, junto con otros elementos históricos (grúa de vapor, pescante y hélice del crucero Canarias).

En 1991, al desaparecer el citado conjunto histórico, debido a las remodelaciones viarias que se hicieron en la entrada del Puerto, la locomotora F6 se guardó en el solar que la Autoridad Portuaria tiene en la confluencia de la avenida de Anaga con la avenida José Martí (frente al Club Náutico), hasta que, en 2008, fue restaurada y pintada con sus colores originales y se colocó en la parte trasera del edificio Puerto-Ciudad, sobre los viejos raíles por los que en su día transitó.

Las labores de restauración, realizadas por los técnicos de la Autoridad Portuaria, consistieron en una profunda limpieza exterior e interior, sustituyendo las piezas oxidadas y deterioradas por otras de acero, semejantes a las originales. De igual manera, se repusieron los cristales de los faros y se le instalaron viseras en la cabina. Para lograr los colores originales de fábrica, se le dieron varias capas antioxidantes y tratamientos para su conservación.

En 2010, debido a las obras de la Vía Litoral de Santa Cruz de Tenerife, la locomotora F6 fue colocada frente a la cantera de La Jurada, en el barrio de Valleseco, el lugar que verdaderamente le correspondía, pues era su punto de partida.

Suscríbete para seguir leyendo