BARRIO A BARRIO | Duggi

Reencuentro en San Fernando de cuatro generaciones de ‘niños’ de Duggi

Lo que se ideó como un encuentro de antiguos alumnos acabó en una jornada de puertas abiertas

Humberto Gonar

Humberto Gonar

En el patio del colegio San Fernando, del barrio Duggi, Antonio –alumno de 1964– se reencuentra con una antigua compañera: «estaba enamoradísima de Toñi», a lo que él replicó: «pero se casó con otro». Fue un amor de colegio en el mismo patio donde se cantaba el Cara el Sol, testigo del reencuentro de antiguos alumnos de cuatro generaciones que secundaron la de puertas abiertas Vuelve al cole por un día, en lo que iba a ser un mero encuentro de nostálgicos.

Primero la pandemia, luego las obras del techo y la celebración del 90 aniversario de este colegio que abrió sus puertas en el curso 1932/33 llevó al claustro y equipo directivo que lidera Alicia Reyes de Pablo Coello a abrir el centro a la comunidad escolar y vecinos.

En la plaza de Duggi, alumnos de quinto y sexto de Primaria encuestaban a algunos de ciento setenta y cinco antiguos alumnos, amigos y vecinos del barrio que habían confirmado la asistencia. Como recordó en su intervención el pintor, escritor, diseñador y artista Nicolás Rodríguez Kolia, de 72 años y antiguo alumno del centro, «no se puede hablar del colegio sin referirse al barrio, ni del barrio sin mentar el centro».

Entre los alumnos periodistas, Sofía y Yeikson protagonizaron un momento histórico al entrevistar a una de las alumnas decanas del San Fernando, Dolores Brito Hernández, nacida en La Gomera en 1931 y que fue de las primeras promociones. Acudió con su hija, Nieves Izquierdo Brito; las dos, antiguas alumnas, como un nieto, y mientras dos bisnietos esperan la admisión al colegio.

Dolores, cuando vio cómo sostenía el bolígrafo Sofía, aseguró que su maestro no le dejaba escribir así, bajo pena de llevarse algún castigo. La hija, Nieves, rememoraba cuando jugaban a la comba, el elástico o el brilé. Dolores, que en abril cumple 92 años, entonó hasta la canción con la que entraba al elástico: «La señora esta que entraba en el baile...». Mientras, Nieves se fundía en un abrazo con antiguas compañeras.

De otra generación, Henry, que fue al San Fernando de 1980 a 1990; ahora sigue sus pasos su hijo, del mismo nombre, que recordó a don Modesto, el profesor de Matemáticas, uno de sus favoritos, o cuando jugaba al fútbol, los trompos o los boliches en la plaza de tierra. Actuando de padre, le recomendó a sus encuestadores: «No dejen nunca de estudiar».

Comenzó el acto oficial. Alicia Reyes de Pablo Coello mostró pasión como vecina de Duggi que hoy dirige el colegio de su barrio, donde su padre fue el primer presidente de la asociación vecinal. Tras los agradecimientos, tomó la palabra Nicolás Rodríguez para hacer un pregón del barrio Duggi.

Sus palabras, historia viva y orgullo de pertenencia por un núcleo que se levantó en los terrenos de Luis Duggi, quien hasta se arruinó y volvió a dar su patrimonio para que fuera realidad este enclave. Único superviviente de las tertulias en las que participaron Rafael Arozarena, Antonio Bermejo, Isaac de Vega, Francisco Pimentel... Nicolás recordó a los periodistas Francisco y Julián Ayala, y a su hermano Pepín, de quien elogió la puntería para hacer sonar la campana del colegio con una piedra. Referencias a los artistas Juan Ruano y Yamil Omar o a Zenaido Hernández, entre otros nombres y altares del barrio.

El alcalde José Manuel Bermúdez agradeció la entrega de los profesores durante décadas por lograr la excelencia del centro, como se acredita en la actualidad, donde el San Fernando está considerado como en número once en el ranking de mejores colegios.

Aunque no habló, asistió el concejal de distrito Guillermo Díaz Guerra, quien jugó un papel vital cuando se ordenó clausurar parcialmente el colegio por el mal estado del techo. Dicho y hecho, y San Fernando volvió a su lugar tras el paréntesis en Miramar.

También Felipe Cordero, en representación de la Consejería de Educación, elogió el «ascensor social» que ha jugado el San Fernando enSanta Cruz gracias al profesorado, las familias, el barrio y el alumnado: «la escuela eficaz».

El curso 2019/20 será inolvidable para Alicia Reyes de Pablo Coello, y no solo por la pandemia, sino porque coincide con su estreno en la dirección del centro en el que ella misma aprendió sus primeras letras, don Antonio, a quien culpa de enseñarle a escribir y a adquirir el orden que le caracteriza, o doña Eduvigis, don Ramón, doña Conchita –que fumaba a la par que impartía clases–, los directores doña Celia y don Pascual o doña Cristina, que impartía docencia en la actual Infantil.

Ya de mayor, cuando pasaba por el San Fernando, Alicia –nieta de María Isabel Coello, la modista y diseñadora pionera de trajes del Carnaval, entre otros menesteres– deseaba entrar al colegio que hoy dirige en una experiencia que ayer abrió para antiguos alumnos y al barrio de Duggi en general. 

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