Innovación, tecnología y ahorro para garantizar la eficiencia del ciclo integral del agua de Santa Cruz

Santa Cruz de Tenerife, gracias al impulso de distintos proyectos relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se va convirtiendo en una ciudad cada vez más verde, eficiente y respetuosa con el entorno. Esta premisa pasa también por servicios tan esenciales como el agua.

Actualmente, la Empresa Mixta de Aguas de Santa Cruz de Tenerife (Emmasa), integrada en el grupo Sacyr, y en coordinación con el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, se encarga de gestionar el ciclo integral del agua de la ciudad, apostando por tecnología de vanguardia para lograr un servicio modernizado, enfocado también al ahorro.

Los 900 kilómetros de tuberías que recorren el subsuelo de la ciudad chicharrera son monitorizados por sistemas como el telecontrol y el telemando. Según apuntó el alcalde, José Manuel Bermúdez, desde el año 2006 el municipio apostó por la introducción de esta tecnología para poder vigilar de forma remota la red de distribución, incluyendo también infraestructuras clave en el ciclo integral del agua como la desaladora o la depuradora.

“Llevamos años apostando por lograr la eficiencia con unos resultados muy buenos, que esperamos mejorar aún más con proyectos que están por llegar, como la digitalización integral del ciclo integral del agua”, explicó el alcalde.

En concreto, el sistema de telecontrol y telemando se encarga de recoger, en tiempo real y durante las 24 horas del día, los datos de cada una de las infraestructuras que se encargan de que el agua fluya sin problema en el municipio. “De esta forma, Emmasa tiene la capacidad de reconocer, casi al instante, toda la información relacionada con las infraestructuras del servicio, pudiendo, por ejemplo, agilizar tiempos en la resolución de averías o adelantándose en cuestiones de mantenimiento”, detalló José Manuel Bermúdez.

Esa vigilancia, 24 horas del día, durante los 365 días del año, incluye 38 depósitos de abastecimiento, 11 estaciones de bombeo de agua potable, y otros elementos que conforman las etapas del ciclo integral, como la estación desaladora, las dos depuradoras, y las 12 estaciones de bombeo de aguas residuales.

En esta línea, el concejal de Servicios Públicos, Carlos Tarife, puntualizó que los más de doscientos equipos que conforman el sistema de telemando y telecontrol no solo permiten realizar ese monitoreo constante, sino que permiten ir un paso más allá en la gestión del servicio, recopilando información clave. “El equipo técnico es capaz de manejar miles de datos y cruzar esa información para trabajar en modelos predictivos, agilizando la toma de decisiones y otras cuestiones, en base al Big Data”, destacó.

La apuesta continua de Emmasa y el Consistorio por este tipo de tecnología redunda, además, en la reducción de pérdidas de agua. “Gracias a estas cuestiones, año a año, hemos logrado mantenernos e incluso reducir el porcentaje de pérdidas de agua técnicas, que en 2022 fueron del 7,01%, lo que se traduce en un ahorro de más de 170.000 metros cúbicos”, explica Carlos Tarife.

La digitalización, proyecto estrella para el futuro

El concejal de Servicios Públicos, Carlos Tarife, adelanta que el Ayuntamiento, a través de Emmasa, opta a una ayuda de los Fondos Europeos para poner en marcha el proyecto de digitalización del ciclo integral del agua del municipio de Santa Cruz de Tenerife. “Se trata de un proyecto ambicioso, que convertirá al servicio de abastecimiento y saneamiento del agua de Santa Cruz en un referente y que permitirá dar un paso más allá en materia tecnológica y de ahorro energético”, indicó.

El proyecto plantea la ejecución de 22 actuaciones e incluye acciones que permitirán la reducción de fugas y la medición inteligente del balance de consumo. “Está claro que Santa Cruz seguirá abogando por posicionarse como ciudad referente en cuanto a la digitalización del servicio del agua”, asegura Tarife.

Emmasa continúa trabajando día a día, en la mejora de sus procedimientos, con la atención a sus usuarios y usuarias como prioridad, aspirando a lograr los máximos estándares de calidad en el servicio del agua, un bien esencial para la vida.