Entrevista | Alfonso Cabello Edil de Turismo, Comercio y Fiestas. Responsable de la Sociedad de Desarrollo

«Santa Cruz está en un momento efervescente»

«No podemos competir en planta alojativa pero sí en experiencias y autenticidad», afirma el concejal de Turismo, Comercio y Fiestas en Santa Cruz

Alfonso Cabello, concejal de Turismo y Comercio del Ayuntamiento chicharrero.

Alfonso Cabello, concejal de Turismo y Comercio del Ayuntamiento chicharrero. / María Pisaca

Daniel Millet

Daniel Millet

Alfonso Cabello, concejal de Turismo, Comercio y Fiestas, cree que Santa Cruz de Tenerife está en un buen momento, que califica de «efervescente», para convertirse en una capital turística. De ahí que el Gobierno local haya lanzado múltiples proyectos de modernización y rehabilitación del patrimonio.

¿En qué momento está el turismo en Santa Cruz para afrontar los planes de modernización iniciados por el Ayuntamiento?

Santa Cruz está en un momento efervescente. Ya nadie puede decir que está muerta. Y eso se demuestra con la cantidad ingente de calderos al fuego que tenemos para el futuro del turismo. Que la cadena AC Marriot haya abierto un hotel en la ciudad quiere decir que AC entiende que el momento no era precisamente el peor para hacer una apuesta por Santa Cruz. O que Sol Meliá esté inmerso en una obra para inaugurar un hotel en los próximos meses en el antiguo Galerías Preciados es algo que invita a pensar que las previsiones que maneja la cadena son buenas.

El turismo ha evolucionado mucho. Entiendo que con estos planes de modernización se busca la adaptación a los nuevos modelos.

Las tendencias en el turismo han cambiado mucho. El viajero se ha empoderado. Muchos viajan con numerosos datos de su destino. Saben qué cosas quieren ver y hacer, qué fotos quieren tomar o dónde ir a comer. En municipios como Santa Cruz, que no destacan por su planta alojativa –no tenemos 90.000 camas turísticas, sino 3.600 hoteleras y otras tantas de viviendas vacacional–, se abren oportunidades para los alojados y los que llamamos excursionistas, que vienen del Sur y el Norte para pasar un día en nuestro municipio, con estos nuevos modelos.

Entiendo que son proyectos que se aplican con bisturí para, por ejemplo, evitar confusiones como la de La Noria. Si buscas «La Noria» en Google Maps, la aplicación no te va a llevar a la vía conocida así con restaurantes y locales, porque esta se llama en realidad Antonio Domínguez. La verdadera Noria está muy cerca pero no es la calle de los restaurantes. Son cosas que confunden a los turistas.

La inteligencia turística va por capas. Una de ellas es la señalética inteligente, que va en esa línea de ofrecer una información ágil y actualizada para que el visitante se sepa guiar por sí solo. Sé que esto ocurre en La Noria, igual que también hay otras confusiones, como que algunos visitantes piensan que el Mercado Nuestra Señora de África solo ofrece productos africanos o artesanales, no alimenticios. Es fruto de los anacronismos y de no haber trabajado bien aspectos relacionados con la digitalización. Ahora sí se están trabajando. Esto no sería posible sin Segittur y la Red de Destinos Inteligentes, de la que formamos parte desde 2020.

No podemos competir en planta alojativa pero sí en experiencias y autenticidad

¿Cómo será esta señalética?

Los proyectos para la señalética inteligente están contemplados en el Plan de Sostenibilidad Turística. Serán totems repartidos por la ciudad capaces de interactuar con quienes se acerquen en diferentes sistemas: redes sociales, wasap, correo electrónico… ¿Qué nos permiten? Tener una información viva. Por ejemplo, en el caso de La Noria, tienes una duda, planteas que no encuentras los restaurantes –lo puedes hacer en siete idiomas en tiempo real– y estos sistemas de posicionamiento te acompañan al lugar correcto.

Inteligencia, big data, digitalización... Más allá de estos nuevos conceptos hay otros convencionales que también hay que seguir potenciando, ¿no?

Aparte de todos los retos tecnológicos, tenemos que apostar por la personalidad de la marca, lo que nos hace auténticos, lo que construye esa experiencia diferente que cada vez busca más el turista. Repetimos mucho a las pymes y autónomos que es vital vender autenticidad. No en todos los sitios de Tenerife vas todo el día en ropa de baño o lo que ves son pubs irlandeses. El turista también busca experiencias especiales, como hacer un pateo por Anaga o visitar un museo. Esa es la oportunidad de destinos como Santa Cruz y por eso queremos potenciarla. Kilómetro cero, corazón de Tenerife, experiencia en una ciudad… Hay que invertir en inteligencia pero también en patrimonio histórico, en movilidad, en comercio, en restauración. Solo las ciudades optimistas generan turismo, empleo y desarrollo económico y social.

Hablando de museos, ¿qué opina de la controversia sobre el proyecto del Museo Rodin en el Parque Viera y Clavijo?

Primero quiero aclarar que en el proyecto del Museo Rodin más de la mitad del espacio irá destinado a la producción artística local. En ninguna ciudad, por definición, abrir un museo, el que sea, puede ser malo para la cultura. Si Rodin estaba en mis libros de texto de EGB es porque, entiendo, será un referente. Es el padre de la escultura moderna. Rodin no es el eje central de la estrategia del futuro de Santa Cruz de Tenerife. Ese eje central es la puesta en valor de su patrimonio histórico y cultural. ¿Puede haber invitados como Henry Moore y su pieza de la Exposición Internacional de Esculturas en la Calle? En esa exposición su carácter internacional fue una variable muy importante. Podemos discutir muchas cosas pero coincidiremos en que un museo de un artista tan importante puede traer cosas muy positivas. El Plan Estratégico Turístico nos dice que cuantas más cosas para hacer, mejor. El problema es que el proyecto ha salido en un momento de máximo ruido político y en medio de la polarización por la cercanía de las elecciones.

¿Qué actuaciones destaca más allá de los proyectos para crear un destino turístico inteligente?

El Palacio de Carta podría ser un edificio de oficinas municipales o un registro del Ayuntamiento. Pero hemos apostado por algo que se pueda disfrutar, que aporte rentabilidad a las pymes y autónomos de la ciudad. No solo va a ser un centro de interpretación histórica. En la primera planta va a haber una oficina de información turística. Es nuestro kilómetro 0. No hay otro sitio mejor. No hay ningún sitio en Santa Cruz por donde pasen más turistas que la plaza de la Candelaria. Por ahí entran los cruceristas, casi 600.000 al año. A partir de esa referencia, vamos a comenzar a dar itinerarios adaptados, que usan tecnologías globales con las que tenemos que posicionarnos. O también está la rehabilitación del Viera y Clavijo, la apertura reciente del Templo Masónico, el Plan de El Toscal, la rehabilitación del edificio de la plaza Ireneo González que albergó la Escuela de Artes y Oficios...

Solo las ciudades optimistas generan turismo, empleo y desarrollo económico y social

¿Y en cuanto a eventos?

Ahí está el Carnaval o, para citar un ejemplo reciente, el Concierto de Navidad del Puerto de Santa Cruz de Tenerife. Estas ofertas –disfrutar de música de calidad en directo un 25 de diciembre en un sitio al aire libre con una temperatura primaveral– construyen la imagen de Santa Cruz, proyectan una idea poderosa por todo el mundo.

¿Cuál es la principal plataforma que vende Santa Cruz en el sector privado?

Las principales plataformas de venta en Santa Cruz las tienen los hoteles. Si el Ayuntamiento no sale a vender, la ciudad tiene que hacerlo. La cadena internacional Silken, con un hotel en Santa Cruz de Tenerife, tiene por ejemplo partidas en sus presupuestos para promocionar la ciudad. Y los hoteles se han abierto a la ciudad con terrazas, buenas ofertas de restauración, actividades...