Vecinos de la avenida San Sebastián se concentrarán esta tarde, a partir de las 18:00 horas, a la altura de la confluencia de esta vía con Garcilaso de la Vega, cortando el tráfico rodado por esta céntrica calle de Santa Cruz de Tenerife en protesta por el cambio de nombre que ha llevado a cabo el equipo de gobierno sin mediar consulta a los residentes y dejando en el olvido trescientos años de historia.
Los residentes se han organizado para protagonizar esta protesta que cuenta con el correspondiente permiso de la Subdelegación del Gobierno y que tienen incluso de margen hasta las 20:00 horas, si bien la convocatoria de esta movilización popular permitirá conocer el poder de convocatoria y calibrar el rechazo a la decisión adoptada por el Ayuntamiento.
Los convocantes recuerda que «en ningún momento se ha tomado en cuenta la opinión de los residentes de la nombrada avenida de San Sebastián ni nos ha llegado ningún informe que justifique la propuesta del cambio ya que tampoco entra dentro del contenido de la Ley de Memoria Histórica ni es vía urbana nueva sin nombre que necesitase adjudicación de nombre.
Además de cuestionar cómo se ha gestionado el cambio de denominación de la Avenida de San Sebastián en el tramo comprendido entre Bélgica y La Salle, los residentes también hacen referencia al hito histórico que supone esta calle para Santa Cruz, pues recuerda que esta vía, «que comprende desde la Avenida Marítima hasta el Parque Viera y Clavijo, tiene una antigüedad superior a los doscientos años, habiendo registros desde el siglo XVIII en planos de Jean Jacques Chavalier que datan de 1783, donde se le reconoce como vía de entrada y salida de Santa Cruz de Tenerife hacia La Cuesta y La Laguna». En el escrito vecinal de rechazo al cambio de nombre de la avenida San Sebastián por la de Club Deportivo Tenerife se precisa que su nombre original se remonta, como mínimo, a 1783.
El rechazo al cambio de denominación obedece a los perjuicios que acarrea, a juicio de los vecinos, actualizar los datos tanto a las empresas suministradoras de servicios en sus domicilios como en las escrituras de sus propiedades, si bien desde el ayuntamiento se aseguró que la Unidad de Población de la Corporación se encargaría de formalizar y actualizar los cambios de denominación, garantizando que no se traduciría en costes económicos.
Los vecinos aseguran que no pararán hasta que el gobierno deje sin efecto el cambio de nombre y se respete la avenida San Sebastián.
