La primera iniciativa de construir en Santa Cruz de Tenerife una Sociedad en la que se pudieran realizar toda clase de ejercicios físicos, especialmente los marítimos, comenzó a gestarse en una Junta celebrada en el Casino Principal el 26 de diciembre de 1902, a la que asistirían los 28 socios fundadores, todos pertenecientes a los más diversos estamentos de la sociedad tinerfeña. La Sociedad constituida recibiría el nombre de Club Tinerfeño, siendo su primer presidente Ángel de Villa y López.

La sede social la establecieron en el edificio que levantarían en la playa del Muelle, junto al fuerte de San Pedro, en un solar de 500 metros cuadrados cedido por Antonio Gómez Cruells. Los planos, realizados altruistamente por el arquitecto Mariano Estanga y Arias Girón, serían aprobados el 12 de septiembre de 1903.

La obra fue realizada con las aportaciones de los socios y con lo recaudado en los bailes celebrados en el Teatro Guimerá, en los concursos de bandas de música y los encuentros de lucha canaria que tuvieron lugar en la Plaza de Toros. No obstante, para poder finalizarlo hubo que solicitar un préstamo bancario de 20.000 pesetas, el cual fue dividido en 400 obligaciones de 50 pesetas, amortizables en 4 años, adquiridas por los 200 socios que ya estaban inscritos.

El edificio, de planta rectangular, hecho de madera, hierro y cinc, tenía en su centro un amplio salón de fiestas de estilo modernista, decorado con tapices pintados por Francisco Bonnín. A su alrededor se encontraban el vestíbulo, la sala de tertulias y la biblioteca, todos adornados con pinturas de Guezala, Crosa y López Ruíz. También disponía de una terraza con vistas a la bahía, donde se celebraban animadas reuniones y se solían presenciar las regatas.

El Club Tinerfeño fue inaugurado el 16 de enero de 1905 con diversas regatas en las que participaron las embarcaciones de los buques de guerra surtos en el Puerto, las del Club de Santa Cruz de la Palma y las del Club anfitrión. Tres días más tarde, en sus salones se celebraría un baile de etiqueta que tendría gran repercusión en la crónica social de la Isla.

La oferta deportiva se extendía a la enseñanza y práctica de todos los deportes náuticos, además de esgrima, natación, baloncesto y frontón. Anexa a las instalaciones existían 10 casetas-vestidor para los usuarios que solían darse los baños de mar en la citada playa y una habitación con taquillas en las que los socios guardaban sus pertenencias, debiendo abonar una peseta mensual.

Titulo de Real

En marzo de 1906, durante la visita que el rey Alfonso XIII realizó al Archipiélago, al Club Tinerfeño le correspondió el honor de ir a recogerlo al trasatlántico para trasladarlo a tierra y viceversa. También sería el encargado de organizar en sus instalaciones una fiesta marítima y un baile de etiqueta. En la fiesta participaron dos canoas del Club y seis botes de los buques de la escuadra que acompañaba al rey. Al finalizar la regata, la comitiva real visitaría las instalaciones.

Honores al rey Alfonso XIII

Durante el lunch que se sirvió a continuación, la junta directiva le ofreció al rey la Presidencia Honoraria de la entidad, la cual aceptó complacido, nombrando socio honorario a su cuñado, el Infante Fernando de Baviera que le acompañaba. Como despedida, la noche del martes 27 de marzo se celebró un baile de etiqueta en los salones del Club, al que acudió lo más granado de la sociedad tinerfeña.

Todos estos actos resultaron brillantes, y así lo testimonió el monarca en la carta que le envió al presidente, agradeciéndole las atenciones recibidas. El 23 de abril de 1906, SM el Rey Alfonso XIII se dignaba conceder a esta sociedad el título de Real, pasando a ostentarlo en todos sus atributos e insignias y comenzando a utilizar la corona en sus banderas y estandartes.

En 1937, ante la necesidad de edificar una nueva sede social en otro lugar más acorde con los fines de sus estatutos, el Club lograría la cesión de 10.000 metros cuadrados de terreno en la desembocadura del barranco de Tahodio, para lo que hubo que derribar el castillo de San Miguel y la batería de la Cortina, anexa al castillo de Paso Alto, contando para ello con el apoyo de la Junta de Turismo y la Capitanía General de Canarias. El proyecto del edificio fue obra del arquitecto Miguel Martín Fernández de la Torre.

La inauguración de las piscinas y las canchas de tenis tendrían lugar en las Fiestas de Mayo de 1941. En esta fecha ya estaba finalizado el vestíbulo de entrada, los vestidores para señoras y caballeros, el servicio de bar y restaurante, las oficinas y una sala de juntas; obras que se pudieron llevar a cabo gracias a la aportación de 50 socios que adelantaron las cuotas correspondientes a seis años.

La inauguración definitiva del Real Club Náutico de Tenerife tendría lugar el 26 de diciembre de 1941, siendo presidente de la sociedad Pedro Doblado Saiz.

Como el principal objetivo de la Sociedad era fomentar los deportes náuticos y aquellos otros deportes o actividades para los que existiesen instalaciones adecuadas, así como proporcionar a sus socios un domicilio que les sirviera de centro de reunión y recreo, el nuevo edificio social estaba dotado de vestíbulo, salón de fiestas, comedor, cocina, baños, terrazas, salones de juego, biblioteca, salas de estudio, oficinas, sala de juntas y salas de televisión. También poseía vestidores de señoras y caballeros, con sus correspondientes servicios de duchas y sauna.

En la actualidad, el Real Club Náutico de Tenerife (RCNT) cuenta con 4.500 socios, lo que supone más de 12.000 usuarios potenciales. Dispone de 100 empleados para atender la administración, accesos, vestuarios, mantenimiento, marineros y la formación deportiva, mientras que otras 50 personas realizan tareas de hostelería, limpieza, socorrismo y seguridad.

Actividad deportiva

El RCNT ha sido una sociedad clave en el desarrollo de los deportes náuticos de Santa Cruz de Tenerife, así como en otras actividades deportivas. Su masa social, de más de 1.200 deportistas de distintas categorías y disciplinas, noveles y jóvenes, han logrado obtener campeonatos del Mundo, de Europa y de España.

En 1940, cuando la capital tinerfeña sólo contaba con la piscina del Balneario, el RCNT inauguraría su piscina de 33,33 metros, cambiando radicalmente el rumbo de este deporte en Tenerife, pues era la única en la isla donde se podían celebrar competiciones locales, regionales, nacionales e internacionales, hasta que en 1964 se inauguraría la piscina municipal de Santa Cruz. Hoy cuenta con una piscina olímpica, una de 33,33 metros y otra infantil, además del acceso al mar con tres escaleras.

Para los deportes de vela dispone de pantalanes con 75 atraques, espacio para varar las embarcaciones, rampa y explanada de vela ligera. Desde 1994, el RCNT viene organizando la Regata Trofeo Infanta de España.

Dos pistas de tenis

Para la práctica del tenis, en 1925 se construyeron dos pistas en un solar de la calle Méndez Núñez, entre las calles Robayna y Pi y Margall, las cuales se utilizarían hasta que en 1960 inauguraron en sus propias instalaciones cuatro pistas de tenis, dos canchas de frontón y dos de squash.

En baloncesto, el equipo fundado en 1952 sería el primer club de Canarias en proyectar este deporte a nivel nacional, siendo miembro fundador de la ACB y permaneciendo 11 temporadas en División de Honor. En los últimos años, su equipo de Liga EBA ha competido en categoría nacional, llegando a disputar en la temporada 2013-2014 la fase de ascenso a LEB Plata, como campeón del Grupo B. En baloncesto femenino, participa en los campeonatos junior, cadete e infantil. En la actualidad el RCNT cuenta con 21 equipos federados con 300 jugadoras y jugadores. Para la práctica de este deporte, en la temporada 1966/67 se inauguraría un pabellón cubierto anexo al Club.

En sus instalaciones también se practican: juegos de mesa (ajedrez, dominó, etc.), yoga, aeróbic, aquagym , etc. y se dan clases de baile y pintura. Posee un gimnasio, dotado de maquinas para desarrollar y fortalecer los músculos del cuerpo y la resistencia física.

Premios y distinciones

El RCNT ha recibido a lo largo de su historia más de 2.500 distinciones, siéndole otorgado en 2012 el Premio Canarias de los Deportes. Desde 2013, su puerto deportivo viene recogiendo la Bandera Azul, galardón que le distingue por cumplir los criterios de excelencia en la normativa ambiental y disponer de infraestructura sanitaria y de seguridad adecuada para garantizar la salud de los usuarios.

*Cronista oficial de Santa Cruz de Tenerife