El Ayuntamiento de Santa Cruz ha adjudicado, por más de 740.000 euros, la reparación del puente de Bravo Murillo, para dar solución a los daños que se han detectado en el mismo y al «grado de deterioro que presenta». Con esta actuación, el Consistorio chicharrero persigue evitar «futuros problemas de estabilidad o colapso».
La previsión, según apunta el concejal de Infraestructuras, el nacionalista Dámaso Arteaga, es que las obras, que provocarán algunos cortes y desvíos de tráfico en la zona, comiencen en las próximas semanas. La ejecución de los trabajos, de la que se encargará la empresa Freyssinet, se prolongará durante ocho meses.
Se trata de una de las acciones incluidas en el proyecto denominado Sustitución y reparación de los puentes existentes sobre el barranco de Santos entre Bravo Murillo y la avenida Marítima. Dicho proyecto se ejecutará por fases y en esta primera se intervendrá sobre la plataforma o tablero que soporta la avenida Bravo Murillo.
A continuación, una vez finalizada esta obra, el Ayuntamiento actuará en el puente de la plaza de Europa y en la plataforma que soporta la avenida Marítima, y, por lo tanto, el tráfico diario que circula sobre ésta, «sobre todo camiones». En todos estos puentes se han detectado daños, por lo que el área de Infraestructuras ha priorizado intervenir en ellos.
Con respecto a esta primera fase, Arteaga indica que el objetivo principal de la obra consiste en alargar la vida útil de la plataforma de Bravo Murillo, «la cual también soporta una importante vía de tráfico de personas y vehículos, y, en especial, el tranvía». Destaca que, aunque éste proyecto no es de gran visibilidad para la ciudadanía, sí requiere de una importante inversión para mejorar y garantizar la seguridad de este puente.
Un informe elaborado por los técnicos municipales fue el que alertó de la existencia de problemas estructurales en las pasarelas del barranco de Santos entre Bravo Murillo y la avenida Marítima, y de la necesidad de reforzarlas para que «no se produzcan problemas relacionados con la estabilidad de las mismas o colapso». En el informe se estableció que el grado de deterioro de estas estructuras es elevado, pues éstas vienen sufriendo las embestidas del agua a lo largo de los años.
Los trabajos consistirán en la demolición del pavimento asfáltico de la pasarela, en la reparación estructural del puente, en la protección de los elementos de hormigón, en la impermeabilización del tablero, en la reposición de instalaciones afectadas y en la retirada de instalaciones en desuso.
Por otro lado, el edil resalta que en breve se sacará a licitación el proyecto del segundo puente de San Andrés. «Estamos pendientes de los informes de Urbanismo y de Planeamiento», concluye.
