El Instituto Municipal de Acción Social de la capital tinerfeña, a través de diferentes recursos, logró la reinserción social de 315 personas que se encontraban en situación de desamparo, viviendo en la calle u otros espacios públicos durante el pasado año, gracias a la intervención desarrollada desde las Unidades Móviles de Acercamiento (UMA) así como desde el Servicio de Atención Social, Educativa y Psicológica.
En lo que se refiere a la UMA, el trabajo que desarrollan dos equipos profesionales a pie de calle o en asentamientos localizados, se logró la intervención social –entiéndase como dar atención y acogida desde los recursos municipales– a 45 usuarios que pernoctaban en la vía pública, mientras que 42 se reinsertaron y dejaron los asentamientos que tenían localizados los servicios sociales.
Más allá del eufemismo que pueda suponer alcanzar una alternativa alojativa, la prestación se materializó en ingresos en recursos permanentes, tales como centro sanitarios o pisos tutelados, así como en centros de acogidas o en pensión costeada por el ayuntamiento durante una situación de interinidad, a lo que se suma el apoyo desde hospitales o a través de la comunidad terapéutica.
Del total de 87 usuarios que estaban en la calle, veintidós fueron a viviendas particulares, ya sea de familias, alquiler o pisos compartidos, mientras quince se establecieron en otro municipio.
El número de las personas atendidas desde el Servicio de Atención Social, Educativa y Psicológica –con sede en el Centro de Acogida Municipal– se elevó a 228 usuarios, de los que 19 se beneficiaron de recursos alojativos permanentes como centros sociosanitarios, piso supervisados; 41 en recursos alojativos temporales como centros de acogida o pensión municipal costeada por el ayuntamiento, 55 reciben atención en hospitales o comunidades terapéuticas y 67 se marcharon a viviendas particulares con familiares, pisos compartidos o en régimen de alquiler. Otros 46 se marcharon de Santa Cruz, sin un lugar definido en aras de buscar nuevas oportunidades de empleo en otras ciudades.
En número totales, sumando las intervenciones de la UMA –tanto en el trabajo a pie de calle a la búsqueda de personas sin hogar, como desde la unidad que tiene localizado los asentamientos estables– con la atención que se prestó a los usuarios que acudieron a los Servicios de Atención Social Educativa y Psicológica centralizada en el albergue municipal, de los 315 sin hogar reinsertados durante el año pasado, 89 de ellos se estableció en viviendas particulares –ya sea con familiares, pisos compartidos o de alquiler–, incluso con algún tipo de apoyo desde los servicios sociales de la capital tinerfeña. Un total de 61 personas sin hogar ingresaron en recursos sanitarios (hospitales, comunidad terapéutica...) y otros tantos buscaron nuevas oportunidades fuera del término municipal.
Otro medio centenar de personas atendidas por los servicios sociales del ayuntamiento durante el año pasado ingresó en recursos alojativos temporales (centro de acogida o pensión costeada por el ayuntamiento), mientras que 24 se incorporaron a recursos alojativos permanentes, como centros sociosanitario o piso tutelados.
89 usuarios
22 que pernoctaban en la vía pública o asentamientos localizados, y 67 con apoyo desde los servicios sociales, viven en viviendas con sus familiares, pisos compartidos o de alquiler.
74 usuarios
pasaron a recursos alojativos. 24 permanentes, como centros sociosanitarios o pisos supervisados, y otro medio centenar de forma temporal en centros de acogida o pensión.
122 usuarios
ingresaron en recursos sanitarios como hospitales o comunidad terapéutica –como ocurrió en 61 casos–, el mismo número que buscó fuera de Santa Cruz una nueva oportunidad.
El alcalde santacrucero, José Manuel Bermúdez, hace balance del servicio integral de atención a las personas sin hogar y sostiene que «el objetivo fundamental de todos los recursos y prestaciones de los Servicios Sociales es el de promover la inclusión social lo más plena posible de las personas en situación de vulnerabilidad social». «En el caso de la intervención con personas sin hogar, estos procesos tienen como objetivo básico que las personas encuentren una alternativa habitacional en la que avanzar hacia su autonomía e inclusión social plena».
«En este sentido –admite Bermúdez–, aunque siempre se puede mejorar, la realidad es que no es ni ha sido fácil incorporar al sistema de protección y ayudas a 87 personas sin hogar que se ha conseguido que abandonen la situación de calle» y finaliza añadiendo que «nuestra pretensión siempre es la misma con las visitas que a diario realizan los técnicos de las UMAs a estas personas que viven en las calles de la ciudad: lograr que entre en alguno de los recursos y que, a partir de ahí, dispongan de una vida lo más integrada posible en la sociedad».
Rosario González, concejala de Acción Social, afirma que «debe tenerse en cuenta que el factor fundamental para poder avanzar en los procesos de intervención con las personas sin hogar, la palanca que facilita ese avance es conseguir que la persona sin hogar deje de estar viviendo en la calle y acuda a los recursos sociales” y argumenta que «si se consigue que la persona salga de la calle, ese es el primer paso hacia la integración».
«Se trata –apostilla González– de ayudar a que puedan vivir y llevar a cabo sus procesos de inclusión con la mayor autonomía posible y, en el caso de que sigan utilizando recursos sociales, estén atendidos con la especificidad y diversidad que cada caso exige» y argumenta que «algunas de estas personas sin hogar han sido derivadas a pisos supervisados, Proyecto Housing First, Centros Especializados, Casas de Acogida, etcétera» y concluye afirmando que «Santa Cruz tiene una amplia Red de recursos para personas sin hogar diversificada para dar una respuesta lo más personalizada posible a las demandas y necesidades de cada persona».
La concejala responsable del IMAS reconoce que Santa Cruz de Tenerife en el municipio que cuenta con mayores recursos de la Isla y que siempre se ha caracterizado por el esfuerzo realizado en materia de Acción Social, hasta el punto de considera a la capital como «pionera en la atención de las personas sin hogar» en el ámbito tinerfeño, lo que se traduce en una mayor presión social en la capital. «De ahí la necesidad de que el resto de localidades pongan en marcha recursos que ayude a bajar esta situación en Santa Cruz».
