La firma comercial Financiera Canaria SA, situada en la Avenida Tres de Mayo número 79, de Santa Cruz de Tenerife, dedicada al comercio mayorista de alimentación y torrefacción de café, disponía de locales, oficinas y almacén, cuyas instalaciones llegaban hasta la calle 60.

El edificio La Financiera fue adquirido por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en 1985, clasificándolo como edificio administrativo y de oficinas, dedicándolo a instalaciones de seguridad ciudadana.

En lo que era el almacén, la Policía Local ha instalado un singular museo donde exponen diversos objetos que rememoran la historia de este cuerpo, tales como uniformes de gala, cascos, tarima en la que se instalaban para dirigir el tráfico, automóviles, motos con sidecar, documentación fotográfica, etc.

El edificio

El inmueble de planta poligonal, compuesto de semisótano, entreplanta y seis plantas, fue proyectado en 1956 por el arquitecto Luis Cabrera Sánchez-Real (1), protagonizando uno de los primeros intentos de recuperación de la modernidad en la arquitectura canaria al dejar atrás los modelos regionales y el tipismo característico de los años de posguerra.

Su carácter singular se lo confiere la torre que emerge del cuerpo bajo que forman las dos primeras plantas que ocupan todo el frente de la parcela, cuyo acabado tiene forma semicircular, así como el núcleo externo de comunicaciones que se encuentra en su costado oeste, adosado de una manera externa y vertical, cuya escalera abierta nos indica las bondades del clima de Santa Cruz.

La sección de todas las plantas es cuadrada, aunque de distintas dimensiones. La planta baja es la más amplia, lugar donde estaba instalado el almacén. Dicho almacén cuenta en su interior con un gran espacio libre recorrido por tres hileras de pilares, dos de ellas exentas. Como aquí los forjados se hallan a una altura considerable permite la posibilidad de habilitar altillos. La horizontalidad del cuerpo bajo se acentúa por un tratamiento en bandas. La banda sombreada de la planta baja, retrasada, y la franja corrida de huecos de la primera planta refuerzan su papel de basamento de la torre que por su carácter emergente y esbelto es el volumen protagonista.

A partir de la segunda planta el edificio está ordenado en cuerpos que se suceden de menor a mayor, similar a una pirámide escalonada invertida, aportando una cierta sensación de ligereza. Por ello, el volumen varía a medida que el edificio va ascendiendo, disponiéndose de manera que la articulación de su base con el cuerpo bajo se resuelve al modo de una cintura estrecha, mientras que los cuerpos superpuestos de las plantas se mantienen simétricos respecto al eje vertical, lo que le confiere una relevancia absoluta. En las esquinas de los cuerpos más bajos se aprecian los pilares circulares que ayudan a sustentar los superiores.

Para reducir al mínimo la planta de la torre, el autor del proyecto saca al exterior el módulo vertical para las comunicaciones, situando la escalera, el ascensor y la red vertical de saneamiento. Las escaleras son exteriores y se desarrollan en torno a un pilar central, contando con antepecho de fábrica y barandillas tubulares.

Por todo lo expuesto, el edificio se puede considerar simple, económico y racional, pues todo encaja con precisión en la estructura del inmueble, desde la disposición de los huecos en bandas corridas, extendidas a todo su perímetro; los cuerpos superpuestos funcionando como visera de los que tiene debajo, de manera que con su volado dan sombra a los grandes ventanales; el tratamiento de la cuarta planta en plano inclinado, a modo de contrafuerte de los cuerpos proyectados que constituyen el remate de la torre, etc.

(1) Luis Cabrera Sánchez-Real (Madrid, 1911–Santa Cruz de Tenerife, 1980), hijo del físico lanzaroteño Blas Cabrera Felipe, estudió arquitectura en la Universidad Central de Madrid, donde iniciaría su carrera profesional con obras tan importantes como el edificio del Ministerio del Aire.

Fijó su residencia en Santa Cruz de Tenerife en el año 1951, donde como arquitecto municipal redactaría el Plan General de la Ciudad y planificaría las barriadas santacruceras de San Pío X y La Candelaria.

Arquitecto adelantado a su tiempo, su forma de construir la basó en la experimentación. Entre sus obras más notables destacaremos el edificio de 110 viviendas que se encuentra en playa Chica, cerca de la playa de Las Gaviotas de Santa Cruz; un edificio en Mesa del Mar, en Tacoronte, donde la carretera general pasa por su azotea; su propia vivienda situada en Vistabella, etc.

Nombrado arquitecto del Ministerio de la Vivienda, proyectaría el edificio de Servicios Múltiples I. Fue decano y presidente del Colegio Oficial de Arquitectos de Canarias y profesor de la Escuela de Aparejadores de San Cristóbal de La Laguna.