Poco después de las nueve y media de la mañana la Rambla de Santa Cruz y los aledaños del parque García Sanabria se tornaron en un río de maguitos donde los niños dejaron atrás su uniforme para disfrutar en la calle del Día de Canarias, que se adelantó al 27 de mayo, gracias a la actividad preparada en las últimas semanas.

Alumnos de La Pureza portaron a hombros una imagen de la Virgen de Candelaria. | | MARÍA PISACA

La exhibición de tipismo y colorido que se vio en la zona del pulmón de Santa Cruz, junto a la sede del colegio La Pureza de María, que dirige la hermana Carmen Teresa Vilar –centro que recuperó la normalidad del 30 de Mayo dos años después de restricciones sanitarias por la pandemia–, fue la tónica habitual a la entrada y salida de los centros escolares tanto de la capital tinerfeña como del resto de la geografía insular.

Especial relevancia tuvo el Paseo Romero infantil que organizó La Pureza de María, con el que recupera una actividad ya tradicional en su diseño curricular. Los pequeños de Primaria hasta cargaron a hombros una pequeña talla de la Virgen de Canarias, Patrona de Canarias, en el recorrido que partió desde su centro docente para llegar hasta el parque García Sanabria. Tantas eran las ganas que no les hizo falta ni guitarra para que al unísono interpretaran una Salve a la Virgen María.

Sentimientos de orgullo, satisfacción, emoción y hasta euforia por el reencuentro con la calle, después de las limitaciones sanitarias que obligaron a suspender durante dos años estos actos conmemorativos del Día de Canarias.

Entre las organizadoras de las actividades de La Pureza de María, la profesora Juliana Pangels. Hija del cónsul honorario de Alemania Ingo Pangels, precisa que es la primera generación de su familia nacida en Canarias, si bien rehusa que recaiga el protagonismo del éxito del paseo romero en su persona y hace partícipe a la comunidad escolar, tanto a los más de seiscientos niños que integraron el recorrido como a los compañeros del claustros y los padres. Sin duda, había ganas de celebrar el Día de Canarias, este año más que nunca.

Juliana pone de ejemplo la implicación de los alumnos de Secundaria y Bachillerato que, por ser los mayores, siempre se muestras más esquivos y sin embargo se han entregado en esta oportunidad con la decoración de las mesas y la celebración de los juegos tradicionales preparados en las dos últimas semanas.

Nacida en Tenerife, Juliana cursó Periodismo en Salamanca, donde cursó un máster en Relaciones Internacionales y Comunicación, hasta que se topó con el mundo de Educación y quedó prendada después de realizar un máster habilitante para dar clases y poner en valor su formación en idiomas como francés, inglés, alemán y el propio español. Primer estuvo en el centro Virgen del Mar, luego en Decroly –en ambos 4 años–, hasta que hace tres La Pureza quería reforzar el alemán como segundo idioma, y comenzó a desarrollar su labor que combina con clases de Geografía e Historia y Prácticas Comunicativas y Creativas.

Madre de Francisco, de 5 años, y Martina, de 2, destaca la participación de los niños de Infantil y Primaria en el Paseo Romero, que culminó con una ofrenda en el patio de La Pureza, mientras en cada clase se realizó una degustación de productos típicos, juegos tradicionales y hasta elección de romeros. Se da la circunstancia que el romero oficial de las Fiestas de Mayo de Santa Cruz, Alan Martín –que ayer acudió con su traje de Campesino de Tenerife de finales del siglo XIX y principios del XX con el que ganó el título en la gala en representación la murga infantil Guachipanduzy,, es alumno de tercero de Infantil; aun así, proclamaron a los maguitos de honor de La Pureza. En Infantil, Ancor Herranz y Martina González; en Primaria, Marta Braun y Diego López.

Ahora ya la comunidad educativa trabaja de cara al Carnaval y con otro gran objetivo: el centenario del colegio, pero eso ya será al inicio del curso, en septiembre.