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Patrimonio

El centro de visitantes del Palacio de Carta estará listo en junio

El alcalde confirma que a comienzos de verano finalizará la primera fase de la rehabilitación, con un presupuesto de 1,2 millones

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Primera fase de las obras del Palacio de Carta

«La casa de los Carta la construyó el capitán Marías Rodríguez Carta entre 1721 y 1742, aunque no se acaba en su totalidad hasta 1752. En el sigilo XIX el edificio fue sede de la Capitanía General y más tarde del Gobierno Civil. En 1952, al ser adquirido por una entidad bancaria se reforma interiormente para adecuarlo a su nueva función. La fachada, realizada en cantería, se inscribe dentro de un estilo barroco muy moderado, aunque ya se advierte una organización neoclásica. Su patio interior es uno de los mejor conservados de Canarias». Esta es la leyenda que se lee en una de las placas que se localizan a la entrada del Palacio de Carta, en pleno proceso de rehabilitación por más que el alcalde, José Manuel Bermúdez, y los miembros del equipo de gobierno que lo acompañaron ayer en su visita a esta joya de la arquitectura anuncian que la primera fase de la mejora estará lista en junio.

El concejal de Infraestructura, Dámaso Arteaga, precisó que el hallazgo de un aljibe en el patio principal motivó que el equipo de arquitectos ganador del concurso de rehabilitación, liderado por Carlos y su hijo Fernando Arocha, procedieran a realizar una modificación del proyecto.

Si el inmueble en sí que cedió el Gobierno de Canarias al Ayuntamiento de Santa Cruz es una joya de la arquitectura, no se queda atrás las soluciones adoptadas por los técnicos especialistas, que afrontaron la mejora del inmueble tras un exhaustivo estudio histórico, con perlas como las que desarrolla historiadora del arte y doctoranda en Arte y Humanidades Dácil Perdigón sobre el aljibe del Palacio de Carta.

El propio alcalde de Santa Cruz reconoció que «tenemos muchas expectativas aunque aún no se pueden ver». Este inmueble, declarado monumento histórico artístico por decreto de 7 de marzo de 1947, tiene aún por delante cinco meses para finalizar los trabajos de la primera fase, que cuenta con un presupuesto de 1,2 millones de euros. Bermúdez contextualizó esta inversión en la decidida apuesta que realiza la capital por el patrimonio, que cuantificó en treinta millones de euros, y que lo convierte en el municipio de referencia en Canarias, como lo avala los proyectos u obras que se gestionan de forma simultánea como el Templo Masónico, la Hacienda de Cubas, el Viera y Clavijo, la Casa Mascareño, el Marqués de Villasegura, el antiguo instituto Ireneo González o el Palacio de Carta.

El edificio, «mandado a construir por don Matías Bernardo Rodríguez Carta, tesorero general de la Real Hacienda, restaurado por el Banco Español de Crédito (1742-1956)» –como recuerda otra placa que se localiza en el acceso principal–, se transformará una vez finalice en junio en el centro de visitantes gracias a la primera fase de la rehabilitación, que permitirá poner en marcha las oficinas que se localizan en la planta de acceso principal desde la plaza de La Candelaria, más el patio central y otro interior, que se ha devuelto a su estado original.

Resta por ejecutar la segunda fase, que está aún en ciernes, y que supondrá el espaldarazo del inmueble como Museo de la Historia de Santa Cruz de Tenerife, insistió ayer el alcalde Bermúdez, quien no renuncia a que el Palacio de Carta, aunque sea como centro de visitante, incorpore una joya del patrimonio: el cañón Tigre que en la actualidad se localiza en el centro de interpretación bajo la charca de la plaza de España.

De hecho, en la visita que realizó el regidor con los arquitectos de la obra Carlos y Fernando Arocha, y los concejales Guillermo Díaz Guerra, responsable del distrito Centro; y Dámaso Arteaga, de Infraestructura y Obras, se dirigió a Alfonso Cabello, de Sociedad de Desarrollo para interesarse sobre si el patio interior que se ha recuperado, que estará presidido por unos helechos, será el emplazamiento del referido cañón.

Aunque Dámaso Arteaga explicó que gran parte de la mejora del Palacio de Carta no la percibe el visitante, porque se ha limitado a la mejora de instalaciones –como la construcción de un depósito de agua en la plaza de La Candelaria con capacidad de 50 metros cúbicos de agua para el sistema contraincendio a través de un sistema de rocío, dado que no se puede dar ningún tratamiento a la carpintería al estar protegido el inmueble.

Las otras joyas del palacio

Más allá del impresionante valor monumental del Palacio de Carta, destaca el binomio de arte e ingeniería de los arquitectos Arocha, como la recuperación del aljibe que sirvió de escombrera y, aunque por ahora no se podrá visita, sí se ha recuperado y rehabilitado para garantizar su mantenimiento.

Entre las mejoras más evidentes, la recuperación del patio de atrás, que linda con la calle de San José, donde estaban las cámaras de seguridad del Banco Español de Crédito por lo que en el pasado se cubrió con un forjado y se igualó al nivel del patio principal. La rehabilitación ha permitido ha devuelto su configuración primigenia, que permitirá a vecinos y visitantes disfrutar de este espacio cuando paseen por Bethencourt Alfonso y miren al interior.

También se ha suprimido el lucernario que lo cubrió, pero no así la estructura metálica, a la que los arquitectos confieren gran valor por el diseño de los ingenieros y el valor de la materia prima. Estos hierros se utilizarán para colgar los helechos que cubrirán el patio.

Para joya, la intervención que se realizará en el acceso principal en el Palacio de Carta por la plaza de La Candelaria. Para garantizar el acceso al inmueble, los arquitectos han incorporado una patente inglesas en la primera oportunidad que se utiliza en España que parte un tramo de la escalera. Debajo se ha generado un foso de cuatro metros que permite que la persona con movilidad reducida activar un botón que activará el sistema de recogida de la escalera –con acabado de piedra chasnera, como el resto–, hasta plegarse y dejar paso a una plataforma hidráulica sobre la que se podrá poner la silla de rueda y acceder a la planta principal.

La actuación más sensible que resta por afrontar afectará a la puerta principal del Palacio de Carta, pues se restituirá a su configuración original, antes de que a mitad del siglo pasado la entidad bancaria adulterara su configuración. Esto supondrá que las puertas de acceso principal llegarán hasta el techo del zaguán.

Se trata de un trabajo minucioso y concienzudo, que vela por incorporar los mismos materiales que lo utilizados en la fábrica de hacer tres siglos, como ocurre con la alfombra de piedra chasnera que se generará en el patio central. Y es que los arquitectos han estudiado hasta la profundidad a la que hay que llegar en la cantera para lograr la piedra similar a la originaria, en un esfuerzo para garantizar la puesta en marcha de la primera fase a partir de junio.

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