Circulando de manera anómala su patinete y superando en más del triple la tasa de mg/l en aire espirado permitida. Esta es la denuncia interpuesta a un vecino de 30 años de la capital chicharrera que el pasado miércoles 19 de enero fue cazado por agentes de la Policía Local transitando por las vías de Santa Cruz.

Según ha informado el cuerpo policial en su cuenta de Twitter, los agentes se encontraban en el centro de la ciudad haciendo controles selectivos sobre el respeto a las medidas de circulación de los vehículo de movilidad personal (VMP) cuando detectaron e interceptaron al hombre. Tras solicitarle la documentación, decidieron realizarle una prueba de alcoholemia, dando como resultado positivo con una tasa de 0,91 mg/l, por lo que se procedió a la retirada del vehículo y se tramitó la oportuna denuncia. 

Cabe destacar que los conductores de los VMP están sometidos a las mismas tasas máximas de alcohol establecidas por la Ley de Seguridad Vial, que corresponden a 0,5 g/l en sangre y 0,25 mg/l en aire espirado. Según las nuevas multas anunciadas por la Dirección General de Tráfico (DGT) para 2022, conducir un patinete eléctrico bajo los efectos del alcohol supondrá una multa de entre 500 y 1.00 euros, además de la inmovilización del vehículo.

El pasado mes de noviembre la concejala de Seguridad y Movilidad, Evelyn Alonso, del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife advirtió de que en la capital serían «implacables» contra el uso indebido de los patinetes eléctricos en la ciudad. La edil ya aseguró entonces que e la Policía Local multará a todo aquel, ya sean particulares o empresas, que incumpla las normas establecidas para la circulación y estacionamiento de estos vehículos de movilidad personal (VMP).

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Asimismo, hace pocos días se anunció que antes del verano, el Consejo de Ministros aprobará la obligatoriedad de suscribir un seguro para circular con un patinete eléctrico en la vía pública.

Hasta ahora no es obligatorio suscribir ninguna póliza para meterse en las calles de una ciudad con lo que técnicamente llaman Vehículos de Movilidad Personal (MVP). Son la “clase A” para la nomenclatura de los guardias urbanos, que no puede circular a más de 25 km/h… salvo las trampas que hacen en el mercado. Algunos ayuntamientos, como los de Barcelona, Valencia, Benidorm y Alicante, obligan a empresas de alquiler y ciertos usuarios a tener seguro como mínimo a terceros. Pero no está aún implantada una obligación universal como la que tienen los conductores de coches y motos.