Los trabajos en Imeldo Serís están pendientes de remates en su mayoría salvo en la zona de Teobaldo Power –que se prevé resolver en breve– y el entorno de Valentín Sanz, en la parte baja de la también denominada calle Barranquillo, que quedará finalizara a mitad del mes de enero.
En la actualidad la vía ya está asfaltada, como se comprometió el responsable de Infraestructura, Dámaso Arteaga, de cara al Plenilunio que se celebró el primer fin de semana de diciembre, y se procede a los remates de la instalación de las jardines, ya instaladas, así como de las luminarias.
La mejora de la iluminación es precisamente una de las principales demandas de los comerciantes de la zona, que lamenta la poca luz por la que se ha caracterizado esta zona de forma histórica, y que se prevé que con la puesta en marcha de las nuevas farolas, con led, se dé respuesta a las solicitudes de los vecinos. Durante la visita que realizó ayer Dámaso Arteaga a la obra, que se ha convertido en un habitual de la zona en el año de duración de los trabajos, alguna empresaria solicitó al ayuntamiento la posibilidad de cambiar el emplazamiento de una de las farolas por el poco espacio que existe entre la fachada desde el edificio al báculo de luz, lo que dificulta el tránsito peatonal.
Otro de los asuntos despejados desde la Concejalía de Infraestructura se refiere a la apertura al tráfico de la calle. Inicialmente algunos comerciantes mostraron su voluntad de que la vía pública se reservara al tránsito peatonal garantizando el paso tanto a los vecinos que tienen el estacionamientos de sus vehículos en Imeldo Serís –se calcula que hay medio millar de plazas de aparcamientos subterráneos– y también se autorizara el acceso a los proveedores de los negocios de la zona.
Dámaso Arteaga siempre aseguró a los vecinos que el diseño de la calle estaba concebido para mantener el paso de los vehículos, por lo que evitó entrar en el debate de la peatonalización, y emplazó a Zona Centro, como asociación de comerciantes, a realizar un sondeo que permitiera conocer las preferencias de los empresarios, con el compromiso de hacer lo que acordara la mayoría.
Zona Centro asumió la petición planteada desde Infraestructura y desarrolló un sondeo entre los negocios de la calle de Imeldo Serís que deparó que el setenta por ciento de los comerciantes se decantan porque se mantenga el tráfico rodado en la calle ya que lo consideran necesario para la continuidad de su actividad. Empresarios como los que gerencian varias tiendas del Centro Comercial Castillo –como el negocio que más gafas de sol vende en Tenerife, según la leyenda popular– han insistido en que Imeldo Serís debe continuar abierta al tráfico una vez finalice la obra porque «muchos de nuestros clientes tienen la costumbre de que vienen en su coche desde diferentes puntos de la geografía insular, aparcan por fuera del establecimiento para comprar y luego se marchan».
Haciendo suyo el criterio de la mayoría de comerciantes recababado por Zona Centro, el concejal de Infraestructura plantea que la calle Imeldo Serís permita el tránsito de vehículos en un circuito que se prevé realizar desde la calle Suárez Guerra, para bajar por Barranquillo y salir a la altura de Juan Padrón. Este planteamiento inicial está previsto que entre en funcionamiento a partir del lunes de la próxima semana, día 20.
Desde el primer fin de semana de diciembre la calle Imeldo Serís ya está abierta al paso peatonal de forma provisional mientras continúan los remates, que ahora se centran en Teobaldo Power si bien la zona más complicada se acomete ahora en Valentín Sanz, que se prevé finalizar a mitad de enero.
Los contratiempos marcaron los primeros meses del inicio de una obra que canaliza el antiguo barranco del Aceite y que tuvo especial incidencia en las dos primeras fases, donde se descubrió una zanja de hasta cinco metros de profundidad o la antigua canalización que pasaba debajo del un edificio BIC. Sin embargo, los trabajos, con una inversión de 2,2 millones –que se iniciaron en noviembre de 2020–, se han ejecutado en los doce meses de plazo, con 45 días de retraso por la incidencia de la pandemia en el suministro de materiales. La obra, a falta de remates, permitirá revalorizar Imeldo Serís, como un espacio cómodo y agradable para transitar.
