La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha recibido ya el proyecto básico del gran edificio que convertirá el solar que ocupaba la vieja casa amarilla de Miraflores, conocida como el mamotreto de Santa Cruz y derribada hace tres años, en una nueva zona residencial en el centro del municipio, «transformando ese entorno degradado en un espacio regenerado y atractivo».
Así lo ha anunciado el concejal responsable del área de Urbanismo, Carlos Tarife, del PP, quien destaca que «esta es una muy buena noticia para la capital tinerfeña, pues se trata de una actuación que estábamos esperando desde hace tiempo y que, además de modernizar la zona de Miraflores, generará empleo y aumentará la oferta de vivienda en Santa Cruz». «La verdad es que estamos muy contentos porque por fin, y tras más de tres años de espera, se ha desbloqueado este proyecto tan interesante y positivo para la ciudad», agrega el edil.
Carlos Tarife explica que la empresa Daltre, propietaria del solar, ha presentado el proyecto y ha solicitado la correspondiente licencia de obra, «la cual ya estamos tramitando». «Desde que la Gerencia Municipal de Urbanismo dé el visto bueno, podrán iniciarse los trabajos», añade el concejal. El proyecto, señala el edil, consiste en la construcción de un gran edificio de seis plantas con un total de 63 viviendas, que también tendrá locales comerciales en la parte baja y garajes.
La vieja casa amarilla de Miraflores, construida en 1936 y que fue habitada durante bastante tiempo por inquilinos, contando también con numerosos negocios, llevaba más de 20 años abandonada, convirtiéndose en un mamotreto y en un foco de basura y escombros. De uno de dichos negocios aún se conservaba el cartel, Vídeo Sexi Shop Conquistador.
Los pisos se fueron desalojando y los negocios allí instalados fueron cerrando sus puertas, a excepción de uno, La Granadina, el bar más antiguo de Santa Cruz, que no se marchó hasta el 16 de abril de 2018, tras llegar por fin a un acuerdo con el nuevo propietario del inmueble, Daltre. Esta empresa compró los terrenos a los herederos de Antonio Lugo González, el que fuese dueño de la citada construcción. Contra los citados herederos, la Gerencia Municipal de Urbanismo abrió varios expedientes de disciplina urbanística, debido al estado de «abandono y peligrosidad» en el que se encontraba el inmueble.
Daltre adquirió la vieja casa amarilla para sustituirla por un «emblemático» edificio de viviendas, sumando esta actuación a los varios proyectos previstos para Miraflores, zona donde tradicionalmente se ha ejercido la prostitución. El Ayuntamiento, y a pesar de los desencuentros que mantuvo con el área de Patrimonio del Cabildo, vio en estos proyectos, destinados a sustituir las viejas casas del barrio por nuevos y modernos edificios, una oportunidad para regenerar y recuperar esta zona tan degradada de la ciudad, a pesar de situarse en el mismo centro.
Con respecto a la casa amarilla de Miraflores, las obras de demolición de este viejo inmueble comenzaron en octubre de 2018 y se prolongaron hasta enero de 2019. Las palas borraron aquel gran pero abandonado inmueble del paisaje urbano de la capital, tras unos 82 años de historia, dejando, ante la mirada curiosa de aquellos que recorrían diariamente el Puente Serrador, un solar vacío de más de 2.400 metros cuadrados.
«Este es un proyecto muy importante, pues regenerará una zona muy degradada»
La intención de Daltre era iniciar cuanto antes la construcción del edificio de viviendas, pero se encontró con un obstáculo en el camino: «la controversia que existía entre el área de Patrimonio del propio Ayuntamiento y la empresa por ocho metros cuadrados de parcela, pues la primera insistía en que era propiedad municipal». Las intenciones de la entidad quedaron paralizadas.
No fue hasta noviembre del año pasado cuando se desbloqueó esta situación, aclarándose que la titularidad de todo el terreno pertenecía a Daltre.
Fue entonces cuando la citada empresa pudo empezar a redactar el proyecto básico del nuevo edificio de viviendas en el barrio de Miraflores. Y lo ha hecho contando con la opinión de aquellos que llamaban a la oficina de la misma interesándose por esta futura promoción de pisos, locales comerciales y garajes, cuyos precios aún no están definidos.
Finalmente, en estos días, y según ha manifestado el concejal responsable de la Gerencia Municipal Urbanismo, la compañía Daltre ha presentado el proyecto correspondiente y solicitado la licencia. La previsión es que los trabajos comiencen el próximo año.
Un nuevo hotel-ciudad en Santa Cruz
Santa Cruz de Tenerife contará con un nuevo hotel-ciudad. La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento chicharrero ha recibido en estos días el proyecto básico del mismo y la solicitud de licencia por parte de la empresa que se encargará de ejecutarlo, cuya identidad aún el Ayuntamiento no puede desvelar. Este establecimiento turístico se ubicará en la calle Enrique Wolfson, esquina con la calle General Ramos Serrano, según ha informado el concejal responsable del área, Carlos Tarife, del Partido Popular. En concreto, no se trata de una nueva obra, sino de la rehabilitación del edificio que se encuentra en dicha esquina. El nuevo hotel-ciudad, según se recoge en el proyecto básico presentado en la Gerencia Municipal de Urbanismo, contará con un total de 40 habitaciones, distribuidas en 32 suites y ocho habitaciones dobles. «Urbanismo está ya tramitando la licencia correspondiente de rehabilitación del citado inmueble para que se le pueda dar el visto bueno lo antes posible. Una vez otorgada, la empresa podrá proceder al inicio de los trabajos. Para el Ayuntamiento es motivo de alegría que se presenten este tipo de proyectos y que se siga invirtiendo en la ciudad, pues estas actuaciones generan empleo, actividad económica y suman un nuevo establecimiento de calidad a la oferta turística de Santa Cruz», manifiesta Carlos Tarife.
