El Ayuntamiento de la capital tinerfeña sumará a su oferta patrimonial y cultural el rehabilitado templo que se localiza en la calle San Lucas, un viejo anhelo en el que se han centrado los esfuerzos en los últimos diez años. De titularidad municipal, el máximo representante del Supremo Consejo de España destaca la importancia que supondrá recuperar parte de la historia de la masonería y de Santa Cruz.
¿Cuánto tiempo ha pasado hasta llegar a este proyecto?
Han transcurrido casi diez años, desde que se comenzara a negociar en 2012.
¿Qué es lo que va a permitir?
Este proyecto va a permitir la rehabilitación de un patrimonio histórico no solo como bien cultural de España, de Canarias, de Tenerife y de Santa Cruz de Tenerife, sino de la masonería universal. Es único en Europa ya que su simbolismo está expuesto a la calle, cuando en la mayoría de los casos se muestra al interior.
¿Por qué tiene ese privilegio Tenerife?
Gracias a los hermanos que entonces estaban aquí, porque había un arquitecto y un escultor que eran masones y decidieron hacerlo. La masonería es obra de hombre y esos trabajos fueron costeados de sus bolsillos.
¿Todavía hoy se mantiene el interés por la masonería?
Las cosas han cambiado. Hay que tener en cuenta la ley de restricción de la masonería en la época de Franco y la dictadura. El ciudadano español es inteligente y se ha dado cuenta de que si la masonería en el resto del mundo es importante, cómo no lo va a ser en España. Si grandes estadistas y personalidades de la historia han sido masones, por qué los españoles íbamos a ser diferentes. No tenía ningún sentido. Ha llegado la democracia y... al fin y al cabo, la masonería es la ética de la democracia. Sí hay un cierto interés entre la ciudadanía por la verdad de la masonería, después de que se hayan dicho disparates, como misas negras...
«Si por algo se ha distinguido la sociedad de Tenerife es por su cultura, más que en la Península»
¿El Templo Masónico será solo centro de interpretación?
La idea que tiene el Ayuntamiento es que sea un centro de interpretación internacional de la masonería. A esto se suma algo muy importante, como es la relación que tiene la masonería canaria con la latinoamericana, entre masones tinerfeños o palmeros con venezolanos en un camino de ida y vuelta, y es muy importante que se recupere. Dentro de la desgracia, tenemos la suerte de que España tiene algo que no tiene nadie: el Centro de Memoria Histórica de Salamanca. Todo lo que se requisó de Añaza el 19 de julio de 1936 está allí y se conserva de forma ejemplar, y el centro de Tenerife podría abrirse al interés de todos los estudiosos de la masonería a nivel mundial.
¿Existe documentación fuera del archivo de Salamanca?
Parece ser que hay en Canarias suficientes documentos que existen y qué mejor sitio que depositarlo en este centro de interpretación de la masonería.
¿Está aún en manos privadas?
Había mucho miedo y la gente guardaba las cosas. Según las historiadoras que han participado en la redacción del proyecto hay gente que está dispuesta a donar los archivos que tiene a este museo y sería de gran riqueza para la investigación tanto de la masonería como del desarrollo de Santa Cruz. La Logia Añaza también tenía una escuela de enseñanza reglada y de capacitación profesional, siendo referente por su ebanistería, de las más importantes de España.
Insiste en la implicación de la masonería en la ciudadanía.
Sí, es muy importante. Los grados filosóficos y los supremos consejos estamos para eso. La masonería se divide en dos: la simbólica, que son los tres primeros grados (aprendiz, compañero y maestro) y los altos grados filosóficos, del cuatro al treinta y tres.
¿Qué hace la masonería simbólica?
Al hombre bueno lo convierte en un hombre mejor y nosotros lo convertimos en un buen ciudadano. Si por algo se ha distinguido la sociedad de Tenerife es por su cultura, mucho más que la de la Península en aquellos años y la gente de la Logia Añaza tuvo mucha intervención en aquello porque se dedicó a formar a personas que de otra forma no hubieran tenido oportunidad. Y eso hay que recuperarlo y es posible con este museo o centro de interpretación de la masonería.
¿Qué uso prestará?
Esa es la segunda parte, una vez concluya su rehabilitación. Mientras que se ejecute la obras, vamos a planear entre todos lo que se puede hacer. Las autoridades están haciendo una labor ejemplar, sin improvisar.
También han sido 10 años.
Pero no ha sido fácil, porque se le tuvo que declarar BIC incluso y el Patrimonio Histórico es lento.
¿Este proyecto de rehabilitación ya cuenta con el visto bueno de Patrimonio Insular?
Esa parte está concluida. Al final los edificios también hay que adaptarlos y dar respuesta a problemas de movilidad o integrar el aire acondicionado que antes no existía y ahora se precisa para el mantenimiento.
