Centenerares de personas pudieron seguir en diferentes momentos el izado de la bandera y el homenaje a los caídos que las Fuerzas Armadas protagonizaron a mediodía de ayer en el centro de Santa Cruz de Tenerife. Así comenzaron los actos de este año para conmemorar la Fiesta Nacional de España, cuyo lema es Servicio y compromiso. El escenario para llevar a cabo el evento fue la calle Valentín Sanz, a la altura de la emblemática y señorial Plaza del Príncipe.
Personas de todas las edades, viandantes o ciudadanos que acudieron de forma expresa al acto con sus hijos o nietos, presenciaron el desfile, bien desde el interior de la plaza, o desde las calles próximas en un ambiente de respeto por el estamento militar y por la bandera.
El momento más relevante se vivió cuando representantes del Ejército de Tierra, de la Armada, del Ejército del Aire, de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y de la Guardia Civil portaron la insignia nacional por la calle Valentín Sanz de la capital tinerfeña hasta la altura de la calle Ruiz de Padrón, donde fue izada de forma solemne mientras sonaba el himno de España.
A continuación se produjo el siempre emotivo homenaje a los soldados caídos por España, con el traslado de la corona de laurel hasta el monolito situado junto al mástil, mientras se interpretaba el himno La muerte no es el final. Las autoridades encargadas de depositar la corona fueron el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, y el general Jefe del Estado Mayor del Mando de Canarias, Fernando Maté Sánchez.
Después se llevó a cabo la retirada de la Unidad de honores. Y el evento finalizó con un desfile que empezó en la calle Villalba Hervás y finalizó en la calle Ruiz de Padrón, entre los aplausos de buena parte de las personas que se hallaba en la vía pública y en los balcones y ventanas de edificios próximos.
Concierto en el Guimerá
Los actos tendrán continuidad mañana lunes en el Teatro Guimerá con motivo del Concierto de Música Militar, que ofrecerá de la Unidad de Música del Mando de Canarias, que contará con la participación de la Banda de Guerra número 2 de la Brigada Canarias XVI.
El concierto, que comenzará a las 19:00 horas, estará presidido por el Comandante Militar de la provincia de Santa Cruz de Tenerife y se realizará con todas las medidas de seguridad para evitar el contagio del covid-19. Las entradas pueden ser retiradas en la página del Teatro Guimerá.
Homenaje a la música popular
El programa previsto es un homenaje «a nuestra música popular (española) y a cada uno de los Ejércitos; se trata de un conjunto de obras, pasodobles, zarzuelas, cantos patrióticos y marchas militares que seguro llegarán al fondo del corazón de cada uno de nosotros», explican desde el Mando de Canarias. Se interpretarán piezas como Appalachian Overture, Bellas Artes (pasodoble), El Barberillo de Lavapiés (zarzuela), Bolero militar, Retratos de España (fantasía), El sitio de Zaragoza (fantasía), La Bejarana (marcha) y Soy español (canción).
La elección del 12 de octubre como Día de la Fiesta Nacional, establecida por la Ley 18/1987, recuerda una efeméride histórica en la que España, a punto de concluir un proyecto de construcción de Estado a partir de su pluralidad cultural y política, inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos, apuntan desde la organización de los actos.
Según quedó reflejado en el acto de ayer en el escrito oficial, «el 12 de octubre es una fiesta de unión, de hermanamiento, en la que mostramos, además, nuestro vínculo con la comunidad internacional». Además del relevante apoyo mostrado en las tareas para luchar contra la pandemia, el Ejército ha ofrecido su apoyo a la sociedad en episodios como la borrasca Filomena, los incendios forestales o la erupción del volcán de La Palma.
Buque ‘Tornado’
Ayer, entre las 10:00 y las 13:00 horas, hubo una jornada de puertas abiertas para visitar el buque de acción marítima Tornado, que es el cuarto de la clase Meteoro y fue construido por la firma Navantia en San Fernando (Cádiz). Se entregó a la Armada hace nueve años. En su historial destaca su participación, en dos ocasiones, en la operación Atalanta, para luchar contra la piratería marítima frente a aguas de Somalia.
Su comandante es el capitán de corbeta Felipe Areal, mientras que como segundo comandante figura Santiago Atayde. En palabras de Atayde, su misión principal actual es la vigilancia y seguridad marítima, como si fuera una «policía del mar».
50 profesionales
El Tornado se caracteriza por su versatilidad, ya que con poco personal, unos 50 profesionales, es capaz de luchar contra piratas, facilitar el aterrizaje y resguardo de un helicóptero, asistir a otros barcos en apuros, o bien, por ejemplo, desplegar dos embarcaciones semirrígidas que lleva en sus costados. A quienes visitan el buque lo que más les llama la atención es la superficie de aterrizaje para helicópteros, los compartimentos de las lanchas y el puente de gobierno desde el que se dirige la nave.
