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Santa Cruz iniciará el lunes el derribo de los Arcos de La Noria

El Ayuntamiento restituirá el puente Serrador a su estado original y convertirá la zona en peatonal

Quiosco Arcos de La Noria.

Tras más de seis años desde que cerrara sus puertas, el Ayuntamiento de Santa Cruz iniciará el próximo lunes, 20 de septiembre, la demolición del quiosco bar Arcos de La Noria, situado debajo del puente Serrador. Así lo ha anunciado el concejal de Infraestructuras y Obras, el nacionalista Dámaso Arteaga, quien explica que se procederá a la restitución del puente a su estado orginal, derribando y retirando el antiguo local con terraza para convertir la zona en peatonal. La actuación también incluye la recuperación de las bóvedas de los arcos.

En concreto, el próximo lunes arrancarán los trabajos previos de vallado, para posteriormente ejecutar la demolición del abandonado quiosco, que ocupa dos bóvedas, y "recuperar el espacio que se encuentra en los bajos del puente Serrador". El alcalde de Santa Cruz, el nacionalista José Manuel Bermúdez, manifiesta que esta obra "devolverá dicho espacio a la ciuad para el uso y disfrute de la población, ya que se convertirá en una zona peatonal y de descanso en el centro de la capital y en esta emblemática calle". En este sentido, el Ayuntamiento tiene previsto incorporar al nuevo espacio urbano dos zonas estaciales bajo los árboles existentes, "buscando el descanso y las vistas del entorno y del puente".

Por su parte, el concejal de Infraestructuras informa de que "el derribo del quiosco es la primera fase para la restitución del espacio urbano perdido, por lo que se realizarán demoliciones controladas de la totalidad de los pavimentos, soleras, rellenos, cerramientos y acabados". Eso sí, y según aclara Dámaso Arteaga, "se respetarán y protegerán las especies vegetales del entorno inmediato para evitar los golpes por las máquinas empleadas en el derribo".

En esta fase inicial de los trabajos, y "de manera general", se procederá a la colocación de las protecciones de seguridad y apeos necesarios "para garantizar la estabilidad de los elementos que serán demolidos". El edil anuncia que previo al derribo de cualquier elemento, se tendrán que cortar los posibles suministros de energía de la calle, "evitando actuar sobre canalizaciones enterradas". Asimismo, Arteaga comenta que se realizarán regados con frecuencia con la finalidad de evitar la formación de polvo, y si fuera necesario, agrega, "se desinfectará la zona", en el caso de que aparezcan cucarachas u otros insectos, para evitar su proliferación.

En el apartado de las condiciones que imperarán en la citada actuación, se procederá con medios mecánicos a la retirada y limpieza de la superficie resultante, "teniendo especial cuidado con las labores que se realicen próximas a las edificaciones colindantes y zonas de pasos de peatones". Y la fase de acabados que se le darán a los arcos consistirá en un enfoscado de cemento y arena, una capa de enlucido de cal para protegerlos de la humedad y la capa final de pintura. También se procederá a la reparación de la piedra basáltica de las zonas bajas en contacto con lo demolido.

Se prevé que los trabajos se prolonguen durante tres meses y supondrán una inversión de unos 120.000 euros. Se intervendrá en una superficie total de 360 metros cuadrados. El quiosco bar Arcos de La Noria, que lleva más de seis años abandonado y que en algunas ocasiones ha sido ocupado de manera ilegal, fue uno de los lugares de moda de la capital chicharrera, acogiendo la actividad de restaurante y también de ocio nocturno.

Para poder concluir el expediente de demolición de este quiosco, se han tenido que sortear diferentes dificultades, por lo que la tramitación administrativa se ha alargado mucho más de lo previsto. "Primero, hubo problemas con la entidad a la que en su momento le fue adjudicada la gestión del local y después se tuvo que esperar a que se emitieran todos los informes favorables necesarios, entre ellos el del Patrimonio Histórico del Cabildo, pues dicho espacio forma parte del Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de Conjunto Histórico, del Antiguo Santa Cruz”, ha explicado Arteaga.

Este quiosco se construyó en el año 2005, después de que el Ayuntamiento, con Miguel Zerolo como alcalde, otorgase la correspondiente concesión administrativa para su explotación a la entidad Arcos de la Noria. Según se explicó en su momento desde el Consistorio, esta fue resuelta por los "incumplimientos reiterados" de la sociedad adjudicataria, denunciados, la mayoría de las veces, por los vecinos de la zona. La situación de este quiosco llegó hasta el Juzgado, pero, finalmente, los encargados de la concesión renunciaron a ella. El Cabildo instó al Ayuntamiento a recuperar el estado original del puente.

En 2019, el Consistorio encargó, por un importe de 8.000 euros, la redacción del proyecto de derribo del local y de restitución del puente a su estado anterior. En marzo de este año, la Junta de Gobierno aprobó licitar la obra. El local está en desuso y su estado es de completo abandono, degradando la imagen del entorno histórico en el que se encuentra, e impidiendo el tránsito peatonal. Además, ha señalado el edil de Obras, "está invadiendo un elemento arquitectónico de la ciudad con protección integral y catalogado como BIC".

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