El guarda rural de Anaga procedió a denunciar a dos jóvenes el pasado martes por la tarde por practicar la caza furtiva, matar a dos animales e iniciar su descuartizamiento para aprovechamiento de la carne en el municipio de Santa Cruz de Tenerife. Los implicados fueron interceptados cuando portaban una carabina con mira telescópica, un hacha de pequeño tamaño, un cuchillo y una navaja.

La intervención del citado vigilante se produjo en torno a las 18:00 horas en la reserva natural integral de Ijuana, en el Parque Rural de Anaga, durante el transcurso de un servicio rutinario de patrulla. El profesional detectó a dos individuos y uno de ellos portaba un arma de fuego, por lo que decidió realizar una labor de observación para conocer sus intenciones, ya que todos los indicios apuntaban a que incumplían la normativa para la práctica de la caza.

Los mencionados varones presuntamente abatieron a un macho cabrío y a una oveja. Ante dicha circunstancia, el guarda rural del macizo de Anaga se puso en contacto con el jefe de Servicio para informarlo de lo que había detectado y que existiera constancia de que, si no podía actuar en solitario, solicitaría refuerzos en la actuación.

Identificación

Según los datos que trascendieron, los presuntos infractores colaboraron con el vigilante y no fue necesaria la intervención de otros compañeros de apoyo. Este trabajador llevó a cabo la identificación de los furtivos, uno de alrededor de 30 años y el otro veinteañero, ambos naturales de un paraje costero de Anaga; uno vecino de San Andrés y otro residente en Fuerteventura por motivos laborales.

El referido profesional les informó de las infracciones que habían cometido, abrió boletín de denuncia e instó al propietario de la carabina para que la depositara durante la jornada de ayer en la oficina de Intervención de Armas de la Comandancia Provincial de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife, en Ofra.

Según las fuentes consultadas, los individuos fueron denunciados por caza furtiva, realizar tal práctica en una día inhábil para ello, carecer de cualquier tipo de documentación cinegética y hacerlo en un espacio protegido, en el que no está permitido cazar. Además, abatieron dos ejemplares de especies que no tienen la condición de cinegéticas, por lo que su captura también se halla prohibida.

Carne para otro animales

Las mencionadas piezas que mataron los furtivos fueron decomisadas y llevadas hasta las instalaciones del centro de recuperación de fauna de La Tahonilla, en La Laguna, donde su carne será utilizada para alimentar a animales que en estos momentos son tratados en tales dependencias, como aves rapaces, por ejemplo. En el momento en que el guarda rural llegó hasta el lugar en el que se hallaban los animales muertos, el referido macho cabrío estaba decapitado, con las cuatro patas cortadas y con las vísceras extraídas.

A raíz de la intervención del guarda rural, desde la Federación de Gestión Cinegética de Tenerife, que preside Antonio Porras, felicitan el trabajo desarrollado por la Guardería para frenar estas prácticas de furtivismo, de manera especial al guarda rural de Anaga.