El legado de Juan Santamaría, entusiasta del deporte base y quien fuera directivo del CD Tenerife, se mantiene vivo cuarenta años después de sus inicios por garantizar la práctica del fútbol. En los casi tres últimos lustros, el otrora campo de tierra que se localizaba frente al Pabellón Municipal de Deportes, donde tiene su sede la Concejalía del área, se convirtió en un flamante terreno con césped artificial, donde en la actualidad entrenan medio millar de niños federados que militan en los clubes del Duggi –el histórico–, El Tranvía y El Esférico.

En compañía de Daniel, padre de uno de los jugadores de los equipos de El Esférico y quien denunció la necesidad de una mejora en el campo de fútbol en el último pleno municipal, el visitante se adentra en un terreno de juego que no se da tregua. Son tres clubes y se tienen que repartir el espacio para sus entrenamientos.

Junto a Daniel, el presidente del Esférico Fútbol Club, José Pablo Afonso, así como el vicepresidente, Marcelino Infante, que cuentan que el terreno de juego hace dos años que no se riega para evitar filtraciones en los garajes que se encuentran en la parte de abajo de las instalaciones deportivas. «Al no tener un mantenimiento correcto, además del uso, acaba por romperse, como si de la tela de un saco de papas se tratara», precisa José Pablo, quien muestra las instalaciones. El terreno parece señalizado con los retales o parches que se han ido poniendo en las zonas más deterioradas, como el área pequeña de la portería más próxima al Rodríguez López, donde todo canterano sueña llegar a jugar. No es el único remiendo. El punto de penalti está marcado sobre una alfombra de césped artificial cuadrada que se repuso para dejar en el olvido el deterioro.

Pero la fractura del césped es evidente en diferentes zonas del terreno de juego. «Además, los jugadores cuando entran en el área chica, que tiene el césped nuevo, se resbalan y caen porque no están acostumbrados a ese cambio de superficie», explican.

El Juan Santamaría no se da tregua de lunes a viernes: el Duggi y el Tranvía se reparten medio campo y otro medio lo ocupa el Esférico; los martes y jueves son para los clubes Duggi y Tranvía, y los miércoles y viernes, para el Esférico. «El césped comenzó a rajarse en la temporada 2019-20», precisa Marcelino Infantil en la conversación con José Pablo, para precisar que se tornó en una superficie impracticable. Aseguran que, incluso, hace un año el campo llegó a tener un agujero que era un peligro para los niños. «Es cierto que después del pleno de julio han colocado algunos parches, pero, ¿cuándo comienzan la obra de emergencia que anunciaron y que dicen que estaba aprobada?», se pregunta tanto Daniel como los directivos del Esférico.

Directivos del Duggi y del Tranvía, puestos a pedir, también solicitan la instalación de un techo en la grada, «pero no para el agua, sino para resguardarnos del sol», precisan, a la vez que reiteran que en este campo se lleva un estricto protocolo de seguridad para evitar posibles contagios de covid.

En la zona donde se utiliza como escuelita o para calentar se encuentran unos rollos de césped sobrante del María Jiménez, aún por colocar, mientras que las porterías del campo de fútbol 11 llegaron ayer.

La concejala de Deportes, Alicia Cebrián, asegura que se han hecho ya las actuaciones de urgencia y está a la espera de que una intervención más ambiciosa, de la que evita poner fecha. «La situación del terreno es consecuencia del mantenimiento de hace muchos años» y desde su departamento se trabaja por garantizar la práctica del deportes en todas las instalaciones de la ciudad. Estamos en contacto directo con los usuarios y se mejoran la instalación», precisa.

Usuarios del campo de fútbol Juan Santamaría denuncian el mal estado del terreno y que se arregle con parches. A la izquierda, los restos del césped del campo del María Jiménez, pendientes de colocar en el recinto frente al Pabellón.