No se equivocaron los artistas Javier Eloy Campos, profesor de la Escuela de Arte Fernando Estévez, y el presidente del Círculo de Bellas Artes, Alejandro Tosco, cuando aseguraron que las cabezas misteriosas halladas el pasado lunes en el fondo del mar de la playa de Las Teresitas son obras de un creador contemporáneo y que no había mucho tiempo de su colocación.

A raíz de la información publicada por EL DÍA en su edición de ayer sobre la aparición de estas piezas de cerámica, la noticia corrió como la pólvora entre los corrillos, lo que permitió localizar a los padres de las cabezas, que primero eran tres y finalmente se encontró una cuarta junto al rompeolas de la playa. Se trata de un proyecto artístico titulado La inspiración profunda del creador plástico bielorruso Denis Siniauski y el escultor Román Hernández, profesor de Escultura y Proyectos Expositivos de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna.

El propio Román Hernández precisó que el conjunto escultórico está formado en total por siete cabezas, si bien por la complejidad del traslado a la playa de Las Teresitas llevaron el jueves de la semana pasada solo cuatro y las colocaron a unos cinco o seis metros de profundidad con la intención, precisamente, de retirarlas tal día como ayer. La premura de tiempo y la dificultad del montaje y traslado impidió que el profesor de Escultura la retirara el mismo día 19 de agosto, ya que tenía programado un viaje a Fuerteventura, de donde regresó el pasado miércoles con la intención de recoger las piezas ayer.

Al ver la publicación de la información, en la que se daba cuenta que las piezas estaban custodiadas por la Comisión de Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife, el artista realizó los contactos oportunos para comunicar su autoría y hoy está previsto que recoja las cuatro cabezas, que regresarán a su estudio.

Román Hernández precisa que estas siete obras integran el proyecto La inspiración profunda, con el que concurrieron tanto el como el artista bielorruso Denis Siniauski al concurso para la selección, impulso, ejecución y difusión de proyectos culturales que convocó Canarias Cultura el 30 de agosto del pasado año.

Esta iniciativa fue admitida en el programa y quedó pendiente de financiación, si bien en la actualidad el proyecto está en fase de desarrollo, después incluso de que se hayan interesado diversas instituciones tanto públicas como privadas a nivel nacional e internacional.

Denis Siniauski y Román Hernández, los ‘padres’ de las cabezas misteriosas

Los autores de La inspiración profunda explican su concepto artístico que motivan la elaboración de estas cabezas, a tamaño natural, en gres y cocidas a 1.250 grados. Independientemente del género, de la edad, de la nacionalidad, de la religión... todos respiramos constantemente. Respirar es dar y es recibir. Respirar es lo que nos une». Y bajo esas premisas, una vez ya elaboradas las cabezas misteriosas, sus autores se las llevaron a enclaves singulares de la naturaleza, desde el Parque Nacional de las Cañadas del Teide al Parque Rural de Anaga para realizar una sesión fotográfica; precisamente el reportaje en la playa de Las Teresitas era su última estación. «Para nosotros, La inspiración profunda es siempre recibir un nuevo sorbo de información. Respiramos el aire de nuestro planeta, saturado de todo lo que acontece en el mundo. El viento trae partículas de alegría y dolor de diferentes partes de la tierra. Este aire, durante su vuelo, se mezcla, se recoge y se absorbe en olores e información de diferentes lugares. Este aire trae indicios que, en algún lugar, quizás, muy lejos, hay algo que hay que ver, escuchar, tocar, sentir en las proximidades. Es obvio que es una especie de motivación para un nuevo viaje hacia lo desconocido, para explorar y ampliar conocimientos y sentimientos. Siempre son nuevos descubrimientos». Como inusual fue el hallazgo de las cabezas «avistadas en el fondo del mar por un bañista –otros dicen que por buzos, que realizaban la limpieza del fondo de playa– el lunes pasado y que Cruz Roja entregó a Patrimonio Histórico del Cabildo», precisó una portavoz de la ONG.

«La cuarta cabeza encontrada se encontraba casi pegada al espigón, mientras que las obras tres estaban a unos 20 metros, por lo que es un poco más complicado de extraerla», añadió.

El artista bielorruso y el escultor y profesor de Bellas Artes explican que «colocamos nuestras esculturas durante cierto tiempo en diferentes lugares de la naturaleza y en diferentes condiciones, las trasladamos alrededor del mundo, quedan instaladas en las montañas, campos, bosques, en las orillas de los ríos y en el fondo de los océanos. Estas esculturas absorben la energía de los lugares limpios y verdaderamente fuertes de nuestro planeta. Estamos viendo cómo cambian las características y las formas de mis obras, tanto figurativas como abstractas».

«La parte más interesante de este proyecto expositivo y de investigación es el análisis de cómo se desarrollará la historia y la trayectoria de cada obra escultórica ¿A dónde llegará cada una de las obras? ¿qué distancia viajará cada una desde su lugar de creación en Santa Cruz de Tenerife? y ¿Qué ocurrirá con cada una de ellas? Creemos que recorrerán un gran camino». De momento, la aparición fortuito en el fondo del mar de Las Teresitas las ha llevado a acaparar titulares incluso antes de que el proyecto se haya plasmado, una historia que lleva la firma de Denis Siniauski, natural de Bielorrusia y nacido en 1975, y el realejero Román Hernández (1963), que desde hace tres años dirige el Espacio Cultural Desván Blanco, en la capital tinerfeña.