Antes de que Carlos, jubilado de la Consejería de Sanidad desde hace siete años, llegue a Las Teresitas para hacer sus «cuatro playas», efectivos de las empresas concesionarias del servicio de limpieza y mantenimiento, Valoriza y Acciona, trabajan para que todo esté apunto cada mañana, desde las 4:30 horas, incluso antes de las más madrugadoras del lugar, dos chicas que acuden cada día en sus bicicletas a las cinco de la mañana.

La otra cara de la imagen idílica de los bañistas tendidos sobre la toalla o disfrutando de un baño en la primera playa de Santa Cruz corresponde a los trabajadores que, enfundados en su ropa de trabajo, se entregan desde las cuatro y media de la mañana a «poner guapa» Las Teresitas. Otra paradoja, mientras unos aprovechan el descanso estival para retrasar el inicio de su día a día, el personal que cuida de la playa adelanta sesenta minutos su jornada en verano pensando precisamente en esos usuarios que aprovechan que amanece más temprano que en invierno y adelantan su baño para evitar la masificación del mediodía o primeras horas de la tarde.

La playa no sabe de días de descanso, y precisamente los fines de semanas y festivos es cuando registran mayor ocupación, si las nubes y el viento lo permite. Por ello, la empresa Valoriza garantiza las labores de limpieza de lunes a domingo sin darse tregua.

En lo que se refiere a personal, siete operarios trabajan a diario: seis peones de limpieza más un conductor, Óscar González, que, de los 23 años que lleva en la empresa concesionaria del servicio, hace diecinueve que está dedicado a cernir la arena.

El paso del tiempo ha permitido disponer de vehículos más modernos que, a la postre, se traduce en más facilidad para dejar impecable Las Teresitas. En la actualidad, Valoriza moviliza una flota de seis, entre los que destaca un tractor con equipo limpiaplayas para la extracción de residuos sólidos de la arena, además de permitir su oxigenación y tamizado.

En aras de cuidar cada rincón de la playa, también participa en las tareas de limpieza una cribadora de playa manual para zonas de difícil acceso para el tractor, como es el caso de la zona de las palmeras y los espacios mojados por la marea, más una pala con cuchara que se usa para nivelar la arena devolverla a la parte más zona a la orilla, después de que el viento la arrastre hasta el muro que acota la zona de baño. A estos se suma un goupil o vehículo eléctrico que sirve de apoyo al barrio manual.

Junto al dispositivo diario, que incluye baldeo y barrido mecánico que se realiza en días alternos, Valoriza desarrolla un zafarrancho especial todos los lunes.

En Las Teresitas no se pone las calles de madrugada, sino que los operarios de Valoriza se encargan de limpiar y tamizar la arena, lo que da paso al vaciado de las 72 papeleras que se reparten de punta a punta de la playa, además del vaciado de contenedores de selectiva dentro de la playa –de 120 litros– y hasta se incluye el barrio manual de la zona del parking y alrededores que, en días alternos, se refuerza medios mecánicos. Aunque el grueso de los trabajos se desarrollan a primera hora, hay un segundo turno, de tarde, para dar un repaso a la playa y garantizar su mantenimiento.

El concejal de Servicios Públicos, el popular Guillermo Díaz Guerra –alcalde en funciones estos días–, recuerda que «en Santa Cruz de Tenerife hay centenares de personas trabajando por mantener una ciudad con servicios públicos de calidad. En la mayoría de los casos son invisibles para nosotros, pero su trabajo no tiene sentido si entre todos no colaboramos. Mantener una playa ejemplar y que podamos disfrutar de ella depende en gran medida del civismo de sus usuarios que, en sinergia con los empleados públicos, mejora la calidad de vida de todos», pone en valor el edil.