La concejala de Cultura del Ayuntamiento de la capital tinerfeña, Gladis de León, acaba de sacar a concurso público el servicio de organización y producción de medios técnicos audiovisuales que permitirán convertir la Sala La Recova como uno de los tres pilares de la programación de su departamento junto con el teatro Guimerá y el Museo de Bellas Artes.

La responsable del área precisa que su objetivo es «poner en valor el espacio ubicado en la Sala La Recova, para impulsar una programación durante todo el año en el llamado programa Espacio R que gestione unos noventa actos del mundo del teatro, la música y la danza y que, a su vez, se pueda alternar también con conferencias», ampliando la oferta que existía cuando Gladis de León llegó al frente de este departamento que dedicaba La Recova Vieja a dos o tres exposiciones de gran formato en todo el año.

El pliego de contratación para dinamizar la actividad cultural en el Espacio R de La Recova Vieja tiene un presupuesto máximo de licitación de 114.470,69 euros por un año, con la posibilidad de prórroga por otros doce meses.

Gladis de León precisa la programación cultural corresponderá a la dirección del Organismo Autónomo que presidente, mientras que la empresa concesionaria asumirá los servicios de organización y producción de los medios técnicos audiovisuales, sonido, iluminación, estructuras específicas, sistemas de control e infraestructuras auxiliares para su funcionamiento, incluyen el alquiler de todo lo anteriormente mencionado, así como el personal para el servicio de montaje, manejo, desmontaje y transporte de los mismos junto con la participación en la gestión de las actividades o eventos que se organicen, incluyendo logística y persona de preproducción, producción y coordinación.

La concejala destaca la importancia de este concurso por dos razones: la primera, hacer del Espacio R un referente en la programación en aras de acercar la Cultura a la población. Recuerda que Santa Cruz cuenta con 42 grupos folclóricos, según los datos del año 2019, así como con tres bandas de música que «nos solicitan lugares en donde poder actuar». «Este enclave podría dar respuesta a esta demanda, cuando lo permitan las condiciones sanitarias», pues advierte que la sala tiene capacidad para un máximo de cien personas, pero admite que las diferentes formaciones que precisan de lugares de ensayo.

La segunda gran virtud del pliego de condiciones aprobado por el departamento que dirige Gladis de León es que su departamento hace «una decidida apuesta por los profesionales del mundo de la Cultura, y es ahí donde nosotros comprometemos una inyección económica de más de cien mil euros en el primer ejercicio, con posibilidad de ampliar un segundo».

Después de incidir que la programación que se desarrollará en el Espacio R es competencia de la dirección de la Concejalía de Cultura, Gladis de León abre el abanico para acercar la Recova Vieja de Santa Cruz a actividades promovidas desde otras áreas municipales, tales como charlas, representaciones y hasta actos institucionales. Además, dada la amplitud de la sala, pone en valor sus atractivos para acoger ensayos y actividades de agrupaciones corales y musicales, haciendo un guiño a la Escuela Municipal de Música, así como a los grupos de teatro y danza con la posibilidad de la puesta en marcha de talleres municipales, al margen de otros actos que planteen asociaciones y centros escolares.

Para la concejala, Santa Cruz necesita espacios para propiciar el encuentro con actividades culturales, y recuerda que las restricciones impuesta por la pandemia limitan en la actualidad la cabida del teatro Guimerá a unas trescientas plazas –tiene programación de septiembre a julio– y a unas treinta en el espacio habilitado en el Museo de Bellas Artes.

La concejala también destaca el valor patrimonial de La Recova Vieja, una construcción que se inauguró como mercado en 1851 según el diseño del arquitecto burgalés Manuel de Oraá. Con la puesta en marcha del nuevo centro Nuestra Señora de África, en la década de los cuarenta del siglo pasado, este edificio quedó como almacén, hasta que en 1992 fue rehabilitado por el arquitecto Carlos Schwartz como espacio cultural, además de dedicar una parte a oficinas, sin perder su simetría ni esencia iniciales en el exterior.

Tras la mejora de las humedades acometidas en la cubierta de las instalaciones de La Recova Vieja desde la Concejalía de Infraestructuras y con la nueva instalación de luz, acometida por Servicios Públicos, Gladis de León apuesta por convertir el Espacio R en uno de los tres pilares de la oferta cultural de la capital tinerfeña.