Vecinos y residentes de los pueblos y caseríos del Macizo Interior de Anaga alzan la voz para alertar a la dirección insular de Carreteras del Cabildo de los problemas que soportan en el tráfico cada vez que se incrementa el número de visitantes, y señalan lo que consideran cuatro puntos negros: El Bailadero, la Casa Forestal, la Degollada de Las Hijas y la Cruz del Carmen. Aseguran que esas cuatro zonas en particular suponen un problema para la seguridad de cuantos transitan.

Bailadero, Casa Forestal, Degollada de Las Hijas y Cruz del Carmen, puntos negros

«La situación no se da todos los días, pero sí es frecuente», asegura José Iván Rodríguez, presidente de la Asociación de los Vecinos Rurales del Macizo Interior de Anaga, que explica que, en el participar de la Degollada de Las Hijas, «se ha dado el caso de que las guaguas del transporte público de Titsa se quedan trancadas y no pueden operar porque la parada desbordada por vehículos que se aparcan en ella». Precisa que donde está la parada de guaguas, en la carretera, sí existe un disco que señaliza el paso de Titsa, a diferencia de lo que ocurre en la entrada a Roque Negro y Afur, que no queda ni el soporte para la señal porque «está podrido ya».

Los residentes de esta zona han promovido ante los responsables insulares que se pinte una señal horizontal que advierta que se trata de un cruce, si bien esa solicitud ha caído en saco roto de parte de la Dirección Insular de Carreteras que precisa que no se trata de una marca vial para lo que reclaman los vecinos.

Goya Alonso, presidenta de la asociación de vecinos de Afur, también muestra su preocupación, e indignación, porque «en varias oportunidades le hemos advertido que las guaguas de Titsa no pueden bajar hasta Roque Negro y Afur y desde el Cabildo no se da solución». «Los conductores vienen y aparcan a la entrada del desvío, en la zona conocida como la Degollada de Las Hijas, sin que nadie haga nada. Los coches permanecen en la carretera y el transporte público no puede entrar; eso cuando no ocurre que el transporte está saliendo rumbo a la carretera y se pega horas esperando para poder salir». «No será la primera vez que entre unos y otros hemos intentado mover un poco los vehículos para dejar hueco al paso de la guagua», precisan.

Junto a esta zona de La Degollada de Las Hijas, a la entrada de Afur y Roque Negro, los residentes también se refieren a la zona de la Casa Forestal como otro de los puntos negros del tráfico por la única carretera que cruza Anaga. «Da lo mismo que la cojas desde San Andrés o por la cumbre, es la misma vía, de titularidad insular», añaden.

El paso del tráfico por El Bailadero y la Cruz del Carmen son otras zonas que suponen un peligro, advierten los vecinos. A la altura de El Bailadero, la carretera es más estrecha, y aún así también suelen aparcar los visitantes para disfrutar de las vistas de la zona, lo que dificulta el paso de coches. «Si angosta es la carretera para permitir dos coches en cada sentido, la operación se vuelve imposible cuando alguien estaciona en la zona», precisan. Y señalan, en particular, la curva desde la que se accede a El Bailadero, sin visibilidad por el trazado, al margen de la bruma habitual en el lugar.

Otros vecinos de la zona de la Cruz del Carmen se refieren al problema de los vehículos que no caben en el estacionamiento que existe junto al mirador y los conductores se decantan por aparcar en la carretera que va desde el restaurante, en el margen derecho, sin sitio material para estacionar y, aún así, dejan sus vehículos y los excursionistas se lanzan al monte.

A estos problemas se suma el añadido del auge de los ciclistas, que no solo obligan a los conductores a aminorar la velocidad, sino que dificultan el tránsito de los coches, salvo cuando deciden echarse a un lado para facilitar el paso. «Donde hay paradas de guaguas es necesario que se realicen controles; se trata de una vía de titularidad insular y, por tanto, la competencia es de la Guardia Civil. Ahora que se ha incrementado la presencia de turistas se hace impracticable la carretera o, al menos, supone un problema para la seguridad vial».

Goya Alonso, presidente de Afur, precisa con su humor: «Muchas veces pienso si ellos tendrán alguna página web que saben que a partir de las tres de la tarde es cuando deja de venir la gente, porque es a esa hora cuando aparece la Guardia Civil».

«No se puede permitir que los vehículos aparquen en la carretera, ni tampoco en los viraderos de guagua, pero hay a quien le da lo mismo y forma un caos», precisan los dirigentes vecinales, que apuntan que ellos no son agentes de la autoridad y requiere que desde el Cabildo se establezca controles para que se garantice la fluidez en el tráfico y se eviten las infracciones.

Este domingo, los vecinos de las playas de Roque de Las Bodegas, Almáciga y Benijo daban cuenta de que los aparcamientos estaban desbordados; «en el Roque no cabía ni un alma y en Almáciga estaban estacionados vehículos en la zona donde la semana pasada se colocaron vallas. Así, la mitad del coche estaba en el arcén y la otra, invadiendo la carretera». «Hasta jinetes con sus caballos había (ayer) en la playa de Almáciga», dijeron.