La asociación de vecinos de Almáciga hace público su rechazo a las vallas que se colocan esta semana en la carretera insular de la playa, en la zona más próxima al mar, que supondrá la desaparición de unas 35 o 40 plazas para estacionamiento de vehículos, entre ellos caravanas y furgones.

El dirigente del colectivo, Alejandro Sosa, sentencia en referencia a la gestión municipal. «No se enteran de nada; solucionan un problema creando otro». Explica que desde que se aplicó la prohibición de pernoctar en las playas de Anaga se resolvió el problema de aparcamientos en esta zona de Almáciga, por lo que no entiende por qué se acomete esta semana la instalación de una valla desde la zona conocida como San Roquito hasta cerca de la curva de Benijo. «Lo único que lo provocará será es un caos en el tráfico de la zona». «Colocan las vallas y empeoran la situación porque los vehículos pueden aparcar aún, ahora, invadiendo parcialmente la calzada, y hacen este cambio a las puerta del puente del 15 de agosto».

Para Alejandro Sosa no se sostiene que supriman los aparcamientos, cuando antes se estacionaba correctamente; y «menos sentido tiene que ahora los coches invadan la carretera para sortear la valla. ¿Van a poner fija a la Guardia Civil multando? De qué nos vale a los vecinos que hagan eso si después no van a traer grúas», se interpela.

«Lo que hace falta son estacionamientos, y justo lo que hacen es eliminarlos», se lamenta Alejandro Sosa, quien celebra, que se hayan puesto al menos las señaléticas que anuncian aparcamientos rotatorios que limitan a cuatro horas la permanencia de los vehículos en la zona de la playa del Roque de las Bodegas, «aunque nadie los controle».

Compromiso municipal

Evelyn Alonso, concejala de Seguridad Vial, precisó que ya se ha dado instrucciones a la empresa para que se recoloquen las vallas más cerca a la carretera e impidan aparcar en la zona. «Gracias a esa señalización hemos dado herramientas a la Guardia Civil para que pueda multar porque eso era tierra de nadie». También recordó que fue el ayuntamiento de Santa Cruz quien impidió el estacionamiento en las playas, en un decreto inédito en Canarias que permitió erradicar las caravanas de Las Teresitas o Almáciga, entre otros sitios.

Respecto a los aparcamientos de Almáciga, Evelyn Alonso explicó que Santa Cruz coloca las vallas en la playa con la autorización del Cabildo de Tenerife, ya que es una vía de competencia insular, además de anunciar que se trabaja en un plan para reordenar los aparcamientos en la zona que desarrollará Gesplan con la aportación del 70% del Cabildo y 30% municipal. «Nuestro objetivo es promover el transforme público», destacó.

De cara al próximo año se prevé desarrollar los aparcamientos rotatorios con la contratación de una empresa que se encargue de llevar el control, añade Alonso.