Santa Cruz empezó a ganar a la escuadra de Horacio Nelson gracias a los avisos de una campesina, que dejó al contralmirante sin factor sorpresa. Ayer se cumplieron 224 años del inicio del intento de asalto de los británicos sobre la capital, que terminó de fracasar solo tres días después, el 25 de julio de 1797.

Domingo Izquierdo, el vigía de la atalaya de Igueste de San Andrés, jamás imaginó lo que iba a divisar aquella madrugada del 22 de julio de 1797, hizo ayer 224 años. Ante sus ojos apareció una flota formada por cuatro navíos, tres fragatas, un cúter y una bombarda. Rápidamente, Izquierdo dio la alarma encendiendo tantas hogueras como barcos enemigos vislumbraba. Lo que se venía encima a Santa Cruz de Tenerife era muy serio: la flota cargaba 393 cañones y cerca de 2.000 infantes de marina, según detalla el cronista de Santa Cruz, José Manuel Ledesma.

Ese 22 de julio de 1797, los chicharreros, como Domingo Izquierdo, no imaginaban ni por asomo que se avecinaba un acontecimiento que iba a marcar la historia de Santa Cruz: el ataque de una escuadra británica al mando del infalible contralmirante Horacio Nelson. Lo esperaban tan poco que las señales de emergencia del vigía de Igueste no llegaron al castillo de Paso Alto hasta que una campesina, que venía por el camino de la costa desde San Andrés, vio acercarse unas lanchas a la altura de la ensenada del Bufadero e inmediatamente corrió hacia Paso Alto para dar la alarma.

La capital tinerfeña celebra estos días la conmemoración de la Gesta sin posibilidad de celebrar actos en las calles por la pandemia de la Covid-19. Sin embargo, no olvida que las tropas tinerfeñas del general Gutiérrez repelieron la embestida británica y dejaron a Nelson sin un brazo. La victoria se celebra los 25 de julio porque fue ese día de 1797 cuando los inglese se rindieron. Pero el día 22 fue clave en la victoria.

El plan de los ingleses estaba muy bien programado pero no tuvieron en cuanta la marea ni las corrientes, escribe el general José Alberto Ruiz de Oña, que fuera director del Centro de Historia Militar de Canarias del Cuartel de Almeyda de Santa Cruz. Su intención era llegar a la zona de la desembocadura del barranco de Valleseco, al norte del Castillo de Paso Alto, para envolverlo y luego asaltarlo. Pero las corrientes dificultaron el avance de las más de 36 lanchas, a la vez que las desplazaba al norte, produciéndose un considerable retraso.

La alerta de la campesina hizo que cundiera la alarma en el castillo de Paso Alto, comenzando a disparar sus cañones, detalla Ruiz de Oña, que añade que tuvieron un gran efecto sobre las lanchas inglesas, ya que regresaron hacia sus buques. Había fracasado el primer intento y Nelson había perdido el factor sorpresa. El resto fue una sucesión de fracasos de Nelson y de triunfos de Gutiérrez que salvaron a la capital del asalto británico.

Empiezan los actos

Santa Cruz conmemora este año la Gesta del 25 de Julio de 1797 con un programa limitado por la pandemia. Hoy (19:00 horas) se inaugura sala Javier Gorostiza en el Centro de Historia y Cultura Militar del cuartel de Almeyda, donde se descubrirá un cuadro con la imagen de homenajeado. Gorostiza fue uno de los impulsores de esta celebración y falleció en diciembre del pasado año. Después, habrá un recorrido por la sala donde quedará expuesta una muestra bajo el título Cuerpo de Guardia Siglo XVIII. Al final habrá un desfile de los recreadores de este hecho histórico. Mañana sábado, también en Almeyda (20:00 ), tendrá lugar el homenaje a los caídos del 25 de Julio de 1797 de Reino Unido, España y Francia, con los tres himnos nacionales, arriado de banderas, colocación de una corona de laurel y salva de fusilería y cañones.