Dos días antes de la convocatoria de la manifestación de que promueven los vecinos de Taganana y Almáciga en demanda de un segundo puente y para reprobar la gestión municipal que en su opinión ha llevado al abandono a los pueblos y caseríos de Anaga, el alcalde de Santa Cruz, el nacionalista José Manuel Bermúdez, anuncia que ha dado instrucciones para que se proceda al inicio inmediato del expediente de contratación de la redacción del proyecto de la plataforma alternativa que piden los vecinos que permita complementar la comunicación permanente entre Santa Cruz y el resto de Anaga de forma rápida.

El regidor asegura que «el objeto funcional de este puente es cubrir la necesidad de permitir el paso de vehículos de acceden de Santa Cruz a Taganana, en ambos sentidos, y que sea capaz de soportar tráfico pesado y de emergencias como complemento necesario a la limitación de cargas del puente actual, construido en 1935, una vez finalice su rehabilitación». Además, recuerda que dicha construcción está catalogada e incluida en la Colección Oficial de puente del Ministerio de Fomento.

El segundo puente que permitiría sortear el tráfico sobre el barranco de El Cercado está previsto que se construiría donde se encuentra en la actualidad la pasarela militar Bailey, y que continuará en servicio hasta que finalice la rehabilitación del viejo puente de San Andrés. Esta ubicación es la que recomiendan los técnicos en el informe realizado el pasado 1 de julio, amparándose a la previsión que se contemplan en el PGO que están en vigor.

El equipo de gobierno advierte que la construcción del segundo puente, una vez finalice la redacción de su proyecto, está condicionada a que haya finalizado el contencioso que en la actualidad se dirime en el Tribunal Supremo entre la empresa Desursic y el Ayuntamiento de Santa Cruz, una reclamación multimillonaria, según dijo a los vecinos el concejal de Infraestructuras, Dámaso Artega, porque la Corporación paralizó el desarrollo de las obras cuando la sección inmobiliaria de Mapfre ya tenía los permisos municipales para ejecutar su urbanización.

Junto a la construcción del segundo puente que unirá San Andrés con el interior de Anaga, y viceversa, el equipo de gobierno también realizó otro anuncio, al adelantar que en la Junta de Gobierno que se celebrará el próximo lunes se ampliará la partida presupuestaria inicial de 200.000 euros, con un nuevo añadido de 500.000 euros, para los trabajos de mejora y rehabilitación del viejo puente. La inversión garantizará que una vez finalice su mejora puedan pasar el tráfico pesado de vehículos de hasta 25 toneladas, lo que viene también a dar respuesta a la preocupación que han mostrado los vecinos en las tres reuniones que ha mantenido el concejal de Infraestructura, Dámaso Arteaga, con los residentes; en dos de ellas presididas por el propio alcalde.

Con este esfuerzo económico, el también responsable de la Concejalía de Obras garantiza el paso de vehículos de emergencia, transporte público y discrecional y suministro de la zona, así como el futuro de la infraestructura.

El peso permitido sobre el antiguo peso suscitó una de las mayores preocupaciones, cuando los técnicos y Arteaga anunciaron que al término de las obras podrían pasar vehículos de hasta ocho y diez toneladas, similar al que permite la plataforma militar. En esta reunión los vecinos de Paiba advirtieron que precisaban que tuviera una mayor cobertura para que pudiera pasar la cuba de agua que contratan de forma mensual para suplir la carencia de suministro. En una nueva reunión el concejal de Infraestructuras informó que dicha solicitud se había contemplado por los técnicos del proyecto de rehabilitación para garantizar la cobertura, pero empresarios de la zona de la playa del Roque preguntaron cuándo estaría arreglado el puente –en temor a perder la campaña de cruceristas de septiembre– y si podrían pasar las guaguas grandes con el pasaje de los barcos. En dicha reunión, el alcalde reiteró que el viejo puente garantizaría la misma cobertura que cuando se cerró al tráfico, garantizando el paso a vehículos de emergencia. Ayer fue más allá Dámaso Arteaga al asegurar que «el puente tendrá mejores condiciones que hasta ahora».

La Asociación de Vecinos El Pescador salió al paso al anuncio de la construcción de un segundo puente; celebran que se habilite una alternativa a la plataforma de 1935, pero piden al Gobierno municipal que consensue con los residentes de San Andrés el lugar donde se instalará. Los representantes vecinales de dicho pueblo advierten que la instalación del puente militar provoca una serie de contratiempos para los residentes, como la falta de aparcamientos, inseguridad en la entrada a las casas de la calle Antonio Martín Bethencourt, por lo que piden una reunión para encontrar soluciones, máxime cuando no se trata de un paso provisional.

El alcalde de Santa Cruz anuncia que la próxima semana celebrará una nueva reunión con los vecinos para analizar las obras y los proyectos para garantizar el tráfico entre San Andrés y el macizo de Anaga.