La nueva Ordenanza Municipal de Gestión de Residuos y Limpieza Viaria de Santa Cruz obligará a los grandes productores, como centros comerciales, hoteles, restaurantes, mercados, residencias de mayores, hospitales y colegios, a tener sus propios servicios de recogida de basura. Así lo ha señalado el primer teniente de alcalde y concejal de Servicios Públicos, Guillermo Díaz Guerra, del PP, quien destaca que en la capital se implantará un nuevo modelo de gestión de residuos que «permitirá al Ayuntamiento centrarse más en los ciudadanos y en los pequeños comercios».

«La idea es que los grandes productores sean responsables de sus residuos, de los contenedores y de todo lo que implica este servicio, contratando ellos mismos a una empresa, que podrá ser la municipal, que en este caso es Valoriza, u otra, para que se encargue de la recogida de la basura», apunta Díaz.

El hecho de que los grandes productores cuenten con su propio sistema de gestión de recogida de residuos posibilitará, según manifiesta el primer teniente de alcalde, que el Consistorio ofrezca un servicio de limpieza «más cercano y más centrado en el ciudadano». El edil aclara que cuando este nuevo modelo se implante, los grandes productores no tendrán que abonar la tasa municipal de basura, «como es lógico».

Esta es una de las novedades que se incluirán en la nueva Ordenanza de Residuos y Limpieza de Santa Cruz, que sustituirá a la norma vigente, aprobada en el año 2001 y la cual, según el Ayuntamiento, está desfasada y no da respuesta a la realidad actual. El Consistorio está trabajando ya en la elaboración del borrador, utilizando como referencia la Ordenanza Marco de Recogida de Residuos aprobada por la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias) el 30 de mayo de 2019.

«Santa Cruz no se ensucia sola; los principales problemas se deben a los ciudadanos»

Otra de las novedades tiene que ver con el régimen sancionador por incumplimientos. El concejal ha anunciado que la cuantía de las multas se incrementará considerablemente. En la ordenanza marco aprobada por la FEMP, la cuantía de las sanciones puede llegar hasta la sorprendente cifra de 1,7 millones. Esta sería la multa más elevada y se tendría que pagar si se comete una infracción muy grave, como el abandono o vertido de cualquier tipo de residuo municipal, cuando se haya puesto en peligro grave la salud de las personas o se haya producido un daño grave para el medio ambiente.

Díaz considera que junto al incremento de las multas, el Ayuntamiento también debe aplicar otra serie de medidas, como la intensificación de la vigilancia en cuanto al cumplimiento de la ordenanza. «Santa Cruz no es una ciudad sucia, pero podría estar más limpia. Lo que está claro es que no se ensucia sola. Puede haber fenómenos naturales que hagan que no tenga un aspecto deseable, pero los problemas principales son debidos al hombre». En este sentido, el edil también hace un llamamiento a la población para mantener la ciudad limpia. Aprovecha para recordar que existe un servicio gratuito de recogida de enseres. «Esta se ha incrementado en 400.000 kilos respecto a 2020, lo cual es asombroso», dice.

La futura ordenanza también incluirá la obligación de separar la basura orgánica en domicilios, utilizando el quinto contenedor. «Y se premiará a quien contamine menos, con bonificaciones, y se penará al que contamine más».