Las 48 familias del bloque 102 de Las Retamas ni esperaron, ni pidieron, la bendición del párroco de San Antonio de Padua, Antonio Gómez, cuando regresaron a sus viviendas después de 48 desalojados del edificio que se construyó hace medio siglo en el que la tarde del pasado miércoles de desplomó el piso de la casa del portero, en el bajo del inmueble.
El anuncio realizado a primera hora de la tarde de ayer por el concejal de Urbanismo, el popular Carlos Tarife, que adelantaba los términos del informe técnico que garantizaba que el edificio no sufría daños estructurales permitió que los vecinos tuvieran más paciencia que Job hasta que se oficializó el anuncio.
Aunque el edil de Urbanismo y la concejala del distrito Ofra convocaron a los vecinos a una reunión en la plaza de la iglesia para informar del informe a las siete menos cuarto de la tarde de ayer, la redacción del estudio se hizo de rogar. La coincidencia con el partido de la Eurocopa que disputó España con Suiza hizo pensar a más de uno que la reunión se demoraba hasta la finalización del encuentro, que acabó empatado en los 90 minutos; y llegó la prórroga, y tampoco apareció el informe; se tiraron los penaltis, y se hacía de rogar el documento, pero el pase a semifinales amenizó la espera, en donde alcalde y concejal de Urbanismo celebraron tanto el resultado deportivo como las conclusiones técnicas que garantizaban el regreso de los vecinos a sus casas. Y eso incluso después de sus más y sus menos por obtener su rédito político; hasta que el regidor ‘pontificó’ y decidió acudir, de la misma forma que hizo la noche del desalojo, el pasado miércoles.
Curiosidades de la vida, entre las 48 familias que estaban en vilo –el equivalente a unas 150 personas–, se encontraba Rocío Lis, una gomera de Playa Santiago que estuvo trabajando diez años en Suiza, del que guarda muy buenos recuerdos. Y precisamente ayer se disputada España-Suiza. «¿Quién prefieres que gane hoy?», le había preguntado su cuñada, que la acogió los dos días que estuvo desalojada: «Yo prefiero que gane España, que es donde nací», explicó con ese rostro que contagia paz.
El cura, que había retrasado la reunión con los padres de los niños que van a hacer la Primera Comunión –que estaba convocada a las ocho– la retrasó, precisamente porque no había llegado el informe, hasta que prefirió celebrarla en 15 minutos y que luego se informara en el templo a los vecinos.
A las ocho y media de la tarde los vecinos desconocían por qué se demoraba la espera, pues no mostraban excesivo interés por el segundo partido de la Eurocopa que disputaron Bélgica e Italia que se jugó tras la victoria de España.
La tarde llegaba a su fin y comenzaba a refrescar en Las Retamas. Aprovechando que ya había concluido la reunión de los padres de la Primera Comunión, la concejala de zona, Gladis de León, puso rumbo al interior del templo buscando refugio. A los pies del santo Hermano Pedro departían el alcalde y el concejal de Urbanismo; Carlos Tarife le explicaba a Bermúdez que el informe ya estaba redactado y que estaba a la espera de que se lo enviaran para estampar la firma digital.
La parroquia de San Antonio de Padua tenía un punto de «arca de Noé» con la presencia de algunos perros y gatos, entre las mascotas con las que habían regresado los vecinos a la espera de que los dejaran entrar a sus viviendas. Jorge García, vecino del primer piso del bloque 102, recordó que «esto que ha pasado ya lo advirtió Emmasa cuanto estuvo el anterior presidente de la comunidad de vecinos, hace tres o cuatro años. La compañía alertó del mal estado de las tuberías y se comprometieron en enviar un presupuesto con la instalación de tuberías nuevas por los techos y sin necesidad de picar... aunque desconozco si lo llegaron a remitir». Jorge, hasta su jubilación, trabajo en hostelería, y hasta desarrolló su labor en Alemania durante dos períodos de seis meses. «Yo ya entregué la tarjeta de la habitación en la recepción del hotel», explicó sin ocultar su preocupación, nueva que las mejores previsiones no se cumplieran y tuviera que regresar.
Después de las nueve menos cuarto, el alcalde subió al altar y dijo que dos días después del desalojo, los técnicos de Urbanismo ya habían emitido el informe, por el que se estaba esperando, hasta que se hizo la luz. Y dio la palabra a Carlos Tarife, quien procedió a dar lectura a las conclusiones con la misma solemnidad que un presentador lee el fallo del veredicto de la final de murgas: «A la vista de los antecedentes y de los informes técnicos y jurídicos obrantes en el expediente administrativo, resuelvo permitir a los moradores del inmueble sito en Calle Hermano Pedro, 4, bloque 102, acceder al inmueble habida cuenta que se han adoptado medidas urgentes que garantizan la habitabilidad del mismo además de requerir a la empresa Emmasa informe relativo al estado de las acometidas de abastecimiento, saneamiento y que acredite que se han reparado adecuadamente», anuncio que fue correspondido por el aplauso de los vecinos del bloque 102, tras la advertencia de los políticos de que ahora les toca exigir a su aseguradora Mapfre realizar la obra final.
Los vecinos, con el alcalde a la cabeza, salieron disparados al edificio; el propio Bermúdez rompió el precinto, y los vecinos regresaron a casa con más mascotas que mudas de ropa; entre ellas, ‘Lola’, la cotorra que Juan rescató tras caer de un nido en Granadilla, y que estos dos días la llevó a casa de su hermana; también fue el reencuentro de Quico –el presidente de la comunidad de vecinos– y Mercedes con 'Pacho' y 'Manuela'; el primero, un loro gris; la segunda, una ninfa.
Tras dos días de incertidumbre, reina la calma en Las Retamas.
