La Asociación de Vecinos El Pescador, del pueblo de San Andrés, emprende su tercera acción encaminada al cuidado, mantenimiento y defensa de su cementerio que, aunque con acceso controlado y fuera de servicio desde el año 1964, cuando se realizó el último enterramiento, es una de las señas de identidad.

Precisamente para atender el compromiso con los vecinos, desde la asociación se han desarrollado tres campañas bajo el lema «Juntos podemos salvarlo». La primera tuvo lugar el 26 de enero de 2019, que incluyó incluso una cuestación popular para, entre todos los residentes, proceder a la restitución de dieciocho cruces que se encontraban en mal estado en el camposanto. Una vez se logró la recaudación, desde el colectivo vecinal se procedió a la compra de la madera y el carpintero de rivera José Ramón prestó su servicio de forma desinteresada para la construcción de las cruces que permitieron la reposición.

Fue el primer paso de una campaña que se ha sucedido en el tiempo, recuerda Marco Cova, de la Asociación de Vecinos El Pescador. Así, el 21 de septiembre de 2019 se repite la experiencia, aunque más ambiciosa. En esta oportunidad se consigue reponer medio centenar de cruces, que corresponden a las tumbas correspondiente a 24 niños y 26 adultos, gracias también a la cuestación que se realizó entre los residentes en el pueblo.

Con las cruces ya instaladas, el colectivo lanzó una nueva invitación, esta vez el 24 de octubre de 2020, para solicitar la colaboración vecinal y proceder a pintar las 68 cruces que se habían repuestos gracias a las dos campañas de mejora del camposanto.

‘El Pescador’ afronta la tercera fase de su campaña ‘Juntos podemos salvarlo’, que pasa por la colocación de las cruces, y que no supondrá el fin de las acciones que emprenderán en favor de garantizar el mantenimiento de este cementerio, pues desde la asociación de vecinos se anuncia que después de esta iniciativa se centrarán los esfuerzos en la recuperación de las dos únicas cunas que quedan en pie en el cementerio y que servían para acotar la sepultura de los niños.

«Además, trabajaremos en la protección del camposanto mediante su vallado perimetral, iluminación y la restauración o construcción de la capilla», proyectos que incluyo ya comunicaron al concejal de Servicios Públicos de Santa Cruz, Guillermo Díaz Guerra. Unas serán emprendidas por el área que dirige el primer teniente de alcalde y otras se canalizarán desde el Tagoror, para solicitar la implicación de la Concejalía de Infraestructuras, que dirige Dámaso Arteaga.

Agradecimiento a Cetensa.

La Asociación de Vecinos El Pescador hace constar de forma expresa el agradecimiento a Cementerios de Tenerife SA (Cetensa) por la aportación que realizó de 800 euros y que permitió la culminación de las cruces, en las que trabaja el carpintero de María Jiménez Santiago Déniz.

«Sin esa contribución sería imposible acometer esta tercera campaña de reposición», reconoce el colectivo vecinal, que recuerda que «la actual campaña en pro del mural de Andrés Domínguez imposibilitó culminar la recaudación con una nueva cuestación. Desde el primer momento en que tocamos a la puerta de Cetensa se comprometieron a aportar la cantidad que fuera necesaria», agradecen, después de recordar que Cementerios de Tenerife SA ya había contribuido en la primera campaña ‘Juntos podemos salvarlo’ y, sin embargo, sumó esfuerzos para culminar este proyecto. «Su compromiso con la recuperación de nuestro cementerio es digno de tener en cuenta», agradecen.

‘Traslarena’ 1893-1964

Marco Cova, de la AV El Pescador, recuerda que el cementerio de San Andrés, conocido como Traslarena -por su cercanía a la playa- se construyó en 1893 por la epidemia de cólera morbo, que dejó 40 vecinos fallecidos, lo que obligó a buscar una alternativa alejada al pueblo, donde estuvo el viejo camposanto, junto a la trasera de la iglesia (1828). El 21 de febrero de 1898 fueron enterrados varios náufragos del vapor francés Flachat.

El cementerio Traslarena estrena protección contra las crecidas del mar gracias a la construcción de muros perimetrales, en 1911, y veinte años después se edifica la capilla, que sirve también como sala para realizar autopsias. Francisco Brito Hernández, más conocido en el pueblo como Paco Machuco, se convierte el 21 de 21 de junio de 1964 que recibe sepultura aquí.