Los propietarios de la abandonada Plaza de Toros de Santa Cruz, la familia Hafner, han solicitado permiso al Cabildo de Tenerife para poder intervenir en el recinto, abriéndolo a la ciudad y convirtiéndolo en un espacio con locales comerciales y de restauración. En concreto, han presentado en la Corporación insular un proyecto constructivo que incluye el derribo de parte de la Plaza de Toros con el objetivo de integrarla en la Rambla; la construcción de un parking subterráneo de cuatro plantas; la instalación de una «galería comercial» en el interior del recinto, y la construcción de edificios de viviendas en la parte trasera de este emblemático inmueble.

Así lo ha anunciado el concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento chicharrero, Carlos Tarife, del PP, quien informa de que en los últimos meses se ha reunido en varias ocasiones con los dueños de la Plaza de Toros y se han realizado varias visitas al recinto, con el objetivo de dar una salida por fin a este inmueble. «Se trata de la primera vez que los propietarios de la Plaza de Toros presentan un proyecto en el Cabildo para obtener su visto bueno. Desde la Gerencia de Urbanismo defendemos que debemos colaborar con los dueños del recinto y buscar una solución», indica Tarife.

Este explica que los propietarios de la Plaza de Toros, que fue construida en 1893 y que se encuentra abandonada desde hace más de 20 años, tienen dos propuestas arquitectónicas para intervenir en el recinto. Una de ellas consiste en dejar el inmueble como está y establecer en su interior una «galería comercial», incluyendo también la construcción de viviendas en la parte trasera, «por fuera de la plaza». La segunda es la que han presentado al Cabildo «y la que defendemos desde el Ayuntamiento por tratarse de la más beneficiosa para Santa Cruz, pues la Plaza de Toros, quitando parte del muro, se abriría a la ciudad, lo que permitiría recuperar el ancho de la Rambla; habilitar una acera en condiciones, pues en esa zona es muy estrecha; eliminar para el tráfico la curva existente en ese tramo de la vía, y participar con la vista desde la Rambla en todo lo que ocurra en el interior del recinto». Asimismo, y además de las viviendas que se construirían en la parte trasera, también se crearía un parking de cuatro plantas, destaca el concejal.

Los dueños de la Plaza de Toros solicitan permiso al Cabildo para abrirla a la ciudad

El proyecto planteado a la Corporación insular abre la Plaza de Toros por la zona de la Rambla y por la parte baja de la calle Comandante Sánchez Pinto. «Para la Gerencia Municipal de Urbanismo, esta propuesta es mucho más interesante para la capital porque soluciona problemas urbanos de la Rambla, pero iremos de la mano del Cabildo, de los técnicos de Patrimonio Histórico, con lo que se decida. Si este le da el visto bueno, nosotros también. Si lo rechaza, los propietarios propondrán el primer proyecto», cuenta Tarife.

Por otro lado, el edil recuerda que el Cabildo de Tenerife ha vuelto a incoar el expediente de ampliación del BIC (Bien de Interés Cultural) Los Hoteles Pino de Oro, que incluiría, en el ámbito de protección, a la Plaza de Toros. «El primero fue anulado por la Justicia y este segundo expediente se inició sin avisarnos. Nuestros técnicos y juristas establecen que en este caso también se ha hecho mal, pero no queremos iniciar una guerra con esto. Por eso, proponemos al Cabildo crear una mesa técnica para ponernos de acuerdo en este asunto. De todas formas, aunque la Plaza de Toros no esté en el BIC, no se hará nada hasta que la Corporación insular informe sobre el proyecto presentado», manifiesta Carlos Tarife.

Precisamente, el grupo municipal de Unidas Podemos presentará una moción en el pleno de mañana viernes para buscar una solución a la Plaza de Toros, «preservando sus valores patrimoniales». En este sentido, el edil de Urbanismo insiste en que el Ayuntamiento quiere encontrar la mejor alternativa para este inmueble.