El Ayuntamiento de Santa Cruz celebró ayer un pleno extraordinario solicitado por los grupos de la oposición (PSOE, Unidas Podemos y la edil de Cs Matilde Zambudio) en el que estos acusaron al Gobierno local (CC, PP y la edil de Cs Evelyn Alonso) de «adjudicar a dedo» contratos por un valor de más de 4,7 millones, «valiéndose del procedimiento de emergencia». Por su parte, el concejal de Hacienda y portavoz de CC, Juan José Martínez, quien aseguró que todos los contratos serán «fiscalizados al cien por cien», denunció que el PSOE, UP y Zambudio «hayan generado un gasto de más de 3.000 euros en un pleno extraordinario que no sirve para nada».

En este sentido, Martínez recordó el contenido del informe elaborado por el secretario general del pleno sobre la validez de la sesión extraordinaria solicitada por la oposición, en el que se estableció que los acuerdos que se adoptaran en el pleno serían «nulos de pleno derecho», porque no se llevó a cabo el procedimiento administrativo correspondiente para que los asuntos incluidos en el orden del día pudieran votarse. «Han solicitado la celebración de este pleno únicamente para organizar un teatro que tiene como última finalidad poner en duda el trabajo de fiscalización de los profesionales del Ayuntamiento», manifestó el portavoz de CC.

Sin embargo, desde la oposición tacharon de «escandaloso» el uso que «se está dando al procedimiento de contratación por la vía de emergencia, que solo puede utilizarse en caso de situaciones catastróficas, que supongan un grave peligro y que afecten a la defensa nacional». «El comedor del albergue, el programa de dinamización para mayores o la mejora de campos de fútbol no son contratos de emergencia», dijeron.

Asimismo, la edil del PSOE Marta Arocha amenazó con acudir a los tribunales por «el uso fraudulento que se está realizando de la delegación del Consejo Rector del Instituto Municipal de Atención Social (IMAS) en su presidenta , la edil nacionalista Rosario González, que está adjudicando a dedo contratos que no tienen emergencia alguna, como el comedor del albergue, que podía prorrogarse».