Más allá del acto de colocación de la primera piedra de la nueva playa de Valleseco, acto convocado para mañana, la firma del acta de replanteo –ya efectuada– y los primeros movimientos de tierra que se realizan en la zona marcan el inicio de los trabajos que, se prevé, se prolongarán durante los próximos veintidós meses y que suponen una inversión de 13.632.573 euros. La actuación es ejecutada por la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Dragados y Construcciones Elfidio Pérez.
La madre del proyecto.
Elsa Guerra, arquitecta del proyecto junto al recordado Joaquín Casariego, afirma que su compañero estará muy presente en el acto protocolario, a la vez que reconoce el esfuerzo realizado desde los vecinos y la Plataforma en Defensa de la Playa de Valleseco, que deberán tener un lugar que recuerde su entrega y compromiso.
Elsa Guerra, junto a su compañero Joaquín Casariego, fue testigo de esa lucha vecinal, desde el concurso de ideas que convocó la Autoridad Portuaria en 2005 –que ellos ganaron al año siguiente gracias, reconoce, a un equipo impresionante que ha estado implicado–, hasta, recuerda, el elogio de la Bienal de Venecia al proyecto básico que se elaboró sobre la playa de Valleseco.
«La playa de Valleseco supone una ilusión enorme; toca hacer el mejor trabajo posible»
Elsa Guerra asegura que el frente marítimo de Santa Cruz estará muy unido a Joaquín Casariego. Juntos elaboraron el proyecto básico del litoral entre 2007 y 2008, justo cuando irrumpió la crisis económica. Sin embargo, Elsa Guerra elogia la disposición y actitud de la Autoridad Portuaria, que no quiso perder el tiempo y, pese a la falta de recursos económicos, centró los esfuerzos en la parte administrativa, como la aprobación favorable del informe de impacto ambiental.
Con la adaptación, en 2013, a los cambios de normativas y el desarrollo del plan especial que los propios arquitectos Elsa Guerra y Joaquín Casariego desarrollan en 2015, acercan a la realidad el proyecto de la playa de Valleseco en 2017, con el desarrollo de la propuesta ganadora del concurso de ideas, Sol y Sombra, en particular el llamado proyecto de Los Charcos, que supondrá la intervención en unos 500 metros de longitud de la llamada zona de Ligrasa.
«Debemos defender la memoria colectiva; hemos parado cuatro puertos deportivos»
Al término de los trabajos, Valleseco contará con una zona de baño para relajarse, con escalinatas, rampas para sortear la zona con menos fondo de agua que se alternará con quienes deseen nadar hasta los pantalanes de madera o pasar entre los charcos al borde del mar, según la descripción de Elsa Guerra. Destaca el guiño que supone una ladera verde que recuerda el paisaje de Anaga, con vegetación y arbolado, explica la arquitecta coautora de proyectos de tanta relevancia como la Torre Woermann, la rehabilitación del Hospital San Martín, la restauración del antiguo Estadio Insular como parque y salas culturales –en Gran Canaria–, o el Paseo Costa y Ciprés, de Puerto de la Cruz.
El espíritu de Valleseco.
Entre los pioneros de la lucha vecinal y reacio al protagonismo, Javier González, quien ha coordinado durante casi 35 años la lucha vecinal desde la Plataforma en Defensa de la Playa de Valleseco. Delega en cuantos se han implicado en este proyecto la conquista social que supone este logro, con una lucha creativa y cariñosa desde el ágora en el que se convirtió la plaza anexa al centro cultural de Valleseco, testigo de tantas asambleas, como aquella en la que participó César Manrique, o la lucha organizada y democrática que aportaron gran parte de las ideas y soluciones, como la suma de movimientos reivindicativos desde Vilaflor y El Rincón (La Orotava), ATAN y el rechazo al mamotreto o, más recientemente, al hotel en La Tejita. Una reivindicación que contó con la implicación de artistas, desde el propio César Manrique a Pedro González o Elizabeth Friend, quien les regaló un grabado que les ha permitido financiar parte de su lucha, como el apoyo de empresas que han respaldado sus demandas o acciones, como Cervecera Canaria, BP, Cepsa, la propia Autoridad Portuaria; o el mundo del Carnaval dando la cara por Valleseco, sin olvidar a los técnicos, en ese pulso entre arquitectos e ingenieros, con la aportación de los asesores de la plataforma María Nieves Febles, Agustín Cabrera y Joaquín Galera, o el ingeniero de Puerto Javier Mora, desde la Autoridad Portuaria.
Asegura que la lucha vecinal ha podido con los intentos de instalar cuatro puertos deportivos y se ha ganado la playa de Valleseco para Santa Cruz y Tenerife. «Somos hijos del puerto», sentencia.
«La lucha se ganó el día que Narbona presentó el primer proyecto; esto es un claro retroceso»
El día que la lucha se ganó.
Entre los pioneros de esta lucha, el arquitecto Joaquín Galera, quien asegura que se ganó el día que Cristina Narbona, que a la postre fue ministra de Medio Ambiente, presentó el proyecto, del que se realizó una maqueta, que con se abandonó con el paso del tiempo argumentando que las olas afectaban a la bocana del puerto, el mismo que ahora plantea para cuestionar la idoneidad, llegando a asegurar que desconoce su existencia. Para Galera, que llevó a Manrique a Valleseco, aquel era un proyecto mucho más ambicioso frente al que ahora se ejecutará. Como consuelo se queda con que la ciudad se garantiza para sí un espacio de ocio que no cae en manos privadas.
«Al concurso de ideas se propusieron hoteles semisumergibles, proyectos futuristas»
Proyectos futuristas.
Luis Febles, presidente de la Asociación de Vecinos Siglo XXI, recuerda el día que fue invitado a participar en el concurso de ideas y que cedió su puesto a Javier González, de la Plataforma. A aquella convocatoria se presentaron hasta propuestas de hoteles semisumergibles o una bola de cristal a modo de mirador. Hoy confía que el proyecto se comience y acabe.
«Está muy bien que comiencen las obras, ahora falta que se continúen y acaben»
Primera... y segunda piedra.
La presidenta de la Asociación de Vecinos Nuestra Señora del Carmen, Minerva Cabrera, también participó en la lucha por la playa de Valleseco. Lo hizo desde cuando se retiraron los coches abandonados de la naves carboneras o cuando su hijo grabó la cinta para convocar la primera manifestación en defensa de la playa. Su objetivo es claro: «Que después de la primera piedra, venga la segunda; que se pongan y la acaben y no nos engañen».
