Una veintena de alumnos de 4º B del Benito Pérez Armas reconocen que nunca habían sido tan divertidas las clases de dos a tres de la tarde como las que se han impartido en colaboración con la Concejalía de Asuntos Sociales, es la valoración que hacen los estudiantes de esta iniciativa.

Más que la clausura tradicional de uno de los programas que se desarrollan desde el Ayuntamiento en colaboración con las concejalías de Asuntos Sociales y de Educación, el fin de curso del proyecto Diverarte que persigue la integración de migrantes se convirtió ayer en la entrega de notas, donde los participantes –una veintena de alumnos de ‘4 B’ del IES Benito Pérez Armas– evaluaron la gestión del alcalde.

Ajenos a reproches políticos y después de pedir el regidor sinceridad tanto para evaluar el programa que se ha desarrollado en nueve sesiones desde enero como cualquier aspecto de la ciudad, los estudiantes fueron categóricos. A la pregunta sobre si ha sido positiva la experiencia y la labor de los técnicos, Airam, uno de los tres alumnos que hablaron, no lo dudó: «Yo te digo a ti que sí», le espetó. Previamente, tanto Bermúdez como la concejala de Asuntos Sociales habían ahondado en la necesidad del proyecto, centrado en «convivir y construir una sociedad entre todos».

En la visita de clausura del proyecto, hubo de todo: desde una clase de historia que improvisó el alcalde, al recordar los 527 años de la fundación de Santa Cruz, hasta la presentación de los retos políticos, como la conquista del litoral capitalino. Ahí recordó Bermúdez que Santa Cruz tiene 58 kilómetros lineales de litoral, de los que casi once ocupa el Puerto. No le reprochó su ocupación, pues lo considera fundamental en el desarrollo de la capital, pero sí apostó por ‘arañar’ suelo en el enlace puerto ciudad, Añaza, Las Teresitas o Anaga. De esta forma respondía a la demanda que planteó un miembro del claustro de profesores para retomar el proyecto de «Ciudades al borde del mar», que se quedó inconcluso con el Covid y que le han ampliado su continuidad junto a colegios de ciudades marítimas de Italia. «Cuenta con nosotros».

Bermúdez también protagonizó su momento open your heart al recordar que Santa Cruz es una ciudad acogedora, y hasta invitar a los estudiantes a visitar el paseo del puerto donde se recuerdan a insignes personalidades que pasaron por Santa Cruz, como visitante o para establecerse en ella. «Mi abuelo vino de Lanzarote huyendo del hambre y fundó su familia en Valleseco. ¿Qué habría pasado si le hubieran dicho váyase? Santa Cruz siempre ha sido una ciudad acogedora y hospitalaria», precisó, para establecer complicidad con los alumnos. «Hasta los quince años me crié en Valleseco y luego, hasta los treinta, estuve viviendo en la avenida de Venezuela».

De vueltas a la valoración de la experiencia, Juan Pablo, de procedencia colombiana, elogió la iniciativa: «Se me ha abierto la mente y la perspectiva» con este curso, experiencia similar a la de Airam, que al principio pensaba que no hacía falta celebrar el 8M porque la igualdad de la mujer era superior a tiempos pretéritos y acabó convencido de que «habría que celebrar más días como el 8M durante el año». «De ahí la importancia de la información», precisó el regidor municipal. Simón, de Venezuela, elogió el trabajo no solo en equipo sino con la implicación de las familias de los alumnos, lo que ha permitido descubrir la diversidad tanto en el aula como proyectándola a la ciudad o Canarias, «resultado de la suma de aportaciones», para lamentar Airam que este proyecto no se lleve a todos los centros. El equipo de gobierno tomó el guante para llevar la iniciativa a todos los colegios al próximo curso.