Fumero regenta la cafetería de referencia del Polígono Costa Sur: «antes era la entrada más frecuentada a Santa Cruz». Ayer reabrió después de 47 días cerrados por la normativa sanitaria.

«Cuando abrí esto muchos me decían si estaba loco». Es el testimonio de Juan José Fumero, quien regenta el bar, restaurante y arepera Canaima, a la entrada del Polígono Costa Sur, desde el 26 de agosto de 1991; el próximo verano celebrará treinta años al frente. Natural de La Zarza, en Fasnia, marchó a Venezuela, donde se puso al frente primero de un establecimiento de arepas y bebibas embotelladas que le arrendó a unos canarios emigrantes de Arona en una zona céntrica de Caracas.

Fue el primero de los tres negocios que explotó en la llamada octava isla, todos relacionados con el sector servicios. «Me fui para allá porque era la fiebre que compartía aquella juventud», para regresar en 1989 a tu tierra natal. «Me echó la inseguridad: en un año me atracaron 22 veces; luego vendría el caracazo», aprovechando de que le salió un comprado para su negocio en Caracas.

De vuelta a Tenerife buscó un lugar frecuentado por trabajadores; «me gusta más ese perfil que zona de residentes». Hace casi 30 años solo había naves en la zona; seis meses después de interesarse por el establecimiento que ocupa le ofrecieron en alquiler el local –la mitad de la superficie actual–, hasta que lo adquirió 5 años después.

«Las primer cachapas que se conocieron en Tenerife las hicimos nosotros», presume, al margen de arepas asadas o la pata –una de las especialidades de la casa. La Covid-19 le obligó a cerrar precisamente de junio a diciembre, coincidiendo con los mejores días del año, cuenta; luego reabrió de enero al 20 de marzo y hasta ayer volvió estuvo fuera de servicio ante la imposibilidad de montar mesas fuera por el abundante paso de tráficos, entre ellos camiones. Admite que ha podido sobrevivir porque el local es de su propiedad, y confía en que no hayan nuevas restricciones que lo obliguen a cerrar porque supondría el cierre.