Parece difícil hablar de recuperación económica en Canarias cuando el Archipiélago registra niveles de desempleo que superan las 200.000 personas o que casi 90.000 trabajadores están afectados en la actualidad por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). No obstante, sí que se aprecia una vuelta a la normalidad –mascarilla, distancias y toque de queda mediante– en un aspecto que forma parte del desarrollo de la jornada cotidiana en toda ciudad: la densidad de tráfico.

Uno de los ejemplos más claros de esa vuelta la normalidad se constata con los datos de la entrada de vehículos a Santa Cruz de Tenerife en la franja de mayor afluencia, de 7:00 a 10:00 horas de un día laboral. Después de que la media cayera hasta los 8.873 en abril del año 2020, doce meses más tarde la cifra ha alcanzado los 27.198 vehículos. De los 4.743 automóviles que irrumpieron en la fantasmagórica (a causa del confinamiento aplicado en el país) capital chicharrera el 21 de marzo de 2020 se ha pasado a los 28.758 que coparon las vías de la ciudad el pasado día 16.

Tras un 12 de marzo de 2020, a dos días de que se decretara el estado de alarma –aún vigente en el país–, en el que accedieron a Santa Cruz de Tenerife la friolera de 30.246 vehículos, las cifras se redujeron hasta un tercio cuatro días más tarde, jornada en la que arribaron a la ciudad 12.172.

Tan solo fue el inicio de una caída que estuvo acompañada de una sentencia que perseguía el rescate de la ciudadanía, lo antes posible, del atasco total en el que el patógeno había metido a todo el planeta: «quédate en casa».

Las cifras de densidad del tráfico se desplomaron hasta las 4.743 unidades que entraron a las vías santacruceras el 21 de marzo. De ahí, a una recuperación que encontró su pico un mes y medio más tarde, el 13 de mayo, con 15.179 vehículos, jornada que se convirtió en la de mayor densidad y que supuso el punto de inflexión de no retorno, al menos por el momento.

El quinto mes del año, ya con la desescalada que prometía desembocar en la nueva normalidad, estuvo marcado por los más de 20 millares de automóviles que volvieron a llenar las carreteras chicharreras. No en vano, el día 26 se registraron 21.891 vehículos.

Cada vez son más los que esperan tras un semáforo en rojo con las limitaciones propias de un nivel de alerta 3. La inmunidad de rebaño, la luz verde que ayudará a volver a circular con cierta normalidad pero sin olvidar aquello de «precaución, amigo conductor».