La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife tiene una alternativa a la regasificadora propuesta por Enagás para el Puerto de Granadilla que rechazó el miércoles su Consejo de Administración: un barco-regasificador en el propio muelle granadillero y otra planta regasificadora en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife similar a la que ha aprobado el Puerto de la Luz y de Las Palmas. Esto adelantó Carlos González, presidente de la Autoridad Portuaria de la provincia tinerfeña, en una entrevista a Radio Club Tenerife, de la cadena SER.

El nuevo modelo energético, forzado por la obligatoriedad de descarbonizar la Central Eléctrica de Granadilla y reducir las emisiones contaminantes, se basa en dos instalaciones –de menor impacto que la rechazada para el muelle granadillero– que combinan gas licuado e hidrógeno. La Autoridad Portuaria ya había anunciado que en lugar de la regasificadora en tierra que rechazó el miércoles prevé una planta flotante, que según detalló Carlos González es básicamente “un barco atracado en el muelle que regasifica el gas licuado y lo manda por tuberías a la central eléctrica”.

Lo que sí fue novedoso es el anuncio de otra regasificadora en el Puerto chicharrero. “A finales de año tendremos más definido este proyecto, sobre el que se está trabajando en este momento”, admitió Carlos González a Radio Club Tenerife. El presidente de la Autoridad Portuaria subrayó que la gran ventaja de esta solución es que las dos plantas no solo suministrarán un combustible menos contaminante que el petróleo a la central eléctrica, sino que además abastecerán a los barcos en ambos muelles tinerfeños.

Esta solución sustituye a la gran regasificadora en tierra para Granadilla. El Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria, reunido el miércoles en sesión ordinaria bajo la presidencia de Carlos González, desestimó la solicitud de 2004 de Enagás Transporte SAU de la concesión administrativa para ocupar una parcela de 120.000 metros cuadrados donde instalar esta planta regasificadora que tenía como uno de sus objetivos principales descarbonizar la Central Eléctrica de Granadilla.

Este proyecto recibió dos informes desfavorables de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia, que –aunque no vinculantes– decantaron el rechazo por parte del Ministerio para la Transición Ecológica por silencio administrativo. Además, este proyecto contaba con una Declaración de Impacto Ambiental que caducó en septiembre de 2020 y no ha sido prorrogada, informó la entidad que gestiona los principales puertos de la provincia tinerfeña.

Al mantenerse la necesidad de descarbonizar la Central de Granadilla, la Autoridad Portuaria propone las alternativas mencionadas que alimentarán los ciclos combinados de la Central Eléctrica con una mezcla de gas natural e hidrógeno verde, de tal manera que el hidrógeno –el combustible más limpio que existe– se incremente en función de los avances tecnológicos, “lo que permitirá reducir las emisiones que genera la central de Granadilla, de las más contaminantes de Europa, y también el coste de producción de dicha energía”, aclara la Autoridad Portuaria.

Para el gas natural se ha propuesto la regasificadora flotante, entendiendo el gas natural como un combustible de transición hasta que el porcentaje de hidrógeno pueda ser del cien por cien. En ese momento dejará de ser necesario el sistema de regasificación de la embarcación atracada en puerto, con lo que podrá trasladarse a cualquier otro lugar donde se la requiera. Puertos recuerda que el gas natural licuado es “el combustible de futuro para el transporte marítimo” y que está obligado a disponer de él para suministro a buques antes de 2025. “Es por ello que dicha instalación flotante, además de contribuir a la descarbonización de la Central de Granadilla, nos permite disponer de un volumen adicional de dicho combustible para cumplir con los compromisos inherentes a la pertenencia a la Red Transeuropea de Transporte”, añade el comunicado de la Autoridad Portuaria.

Carlos González solo avanzó con respecto a la regasificadora planeada para el Puerto de Santa Cruz que la idea será similar a la proyectada para el de Las Palmas. El proyecto aprobado por la Autoridad Portuaria de la provincia grancanaria consiste en una planta de almacenamiento de gas natural licuado, regasificación y producción de energía. Ocupará una superficie de casi 14.500 metros cuadrados de tierra en los rellenos de la dársena de la Esfinge, 38.226 metros cuadrados de lámina de agua y 2.312 metros cuadrados de canalizaciones subterráneas. La actividad a desarrollar consistirá en el almacenamiento y suministro de gas natural licuado, y aprovechando esta actividad la generación de energía eléctrica. Se prevé, según señala la Autoridad Portuaria grancanaria, la generación de 73,9 megavatios.

La negativa de la Autoridad Portuaria tinerfeña al proyecto de regasificadora en tierra para Granadilla ha provocado críticas en sectores políticos y empresariales, sobre todo por el hecho de que con este rechazo se da la circunstancia de que Gran Canaria tendrá regasificadora, aunque había rechazado la introducción del gas, y Tenerife no, a pesar de que sí apostada por este combustible. Carlos González matizó que Tenerife tendrá regasificadoras en sus dos principales puertos: Santa Cruz y Granadilla.