El vicepresidente primero y responsable del área de Carreteras del Cabildo, Enrique Arriaga, comunicó a primera hora de la mañana de ayer que la Corporación insular dictó un decreto para acometer por la vía de urgencia las obras de reparación del talud que pasa sobre al carretera de Almáciga, a la altura del Risco Blanco, donde el mediodía del pasado domingo cayó una piedra contra la que colisionó un vehículo que se dirigía a la zona, provocando dos heridos leves.

Arriaga precisó que “con este decreto se trata de dar una respuesta inmediata a los vecinos de la zona, procediendo al saneamiento del talud de las posibles piedras sueltas que existan y asegurando la ladera”, para añadir que el inicio de los trabajos se prevé que comiencen en los próximos días y podrían prolongarse durante unas semanas.

La intervención inmediata consistirá en el saneo manual de todo el talud, tirando todo el material suelto de la ladera, la colocación de mallas protectoras para prevenir posibles desprendimientos y, en algunos puntos, el uso de hormigón proyectado (gunitado) para fijar.

Esta intervención que se acordó después de la visita que realizaron los técnicos el pasado lunes para inspeccionar el lugar supondrá, según explicó el director insular de Carreteras, Tomas Félix García, que la vía se mantendrá cerrada al tráfico, permitiéndose solo el tránsito a los vecinos de la zona, y recuerda que será necesario hacer cortes puntuales para poder realizar los propios trabajos de limpieza del talud con seguridad.

El director insular de Carreteras precisó que, bajo la máxima que defiende su departamento, “no somos el problema sino parte de la solución”, de ahí que se haya activado el operativo que podrían comenzar mañana mismo a intervenir en el talud. Tomás Félix García, que antes de responsable del área insular fue funcionario de Carreteras del Cabildo durante 27 años, recordó que “la declaración de urgencia de una obra supone que una vez se decreta se procede a la intervención en el mayor plazo de tiempo con el objetivo de garantizar la seguridad y, a la postre, se realiza el proyecto para justificar los gastos de la actuación”. Por este motivo precisó que por ahora no se puede concretar un plazo de duración de la obra sino que el devenir de la intervención permitirá establecer los plazos. “Ahora toca minimizar los riesgos”, añadió.

Indignación vecinal

Hasta el mediodía, los vecinos y empresarios del Roque de las Bodegas, Almáciga y Benijo hicieron partícipe a este periódico de su indignación porque nadie ni del Cabildo ni del Ayuntamiento de Santa Cruz se había puesto en contacto para informarle del cierre de la vía que comenzó con la caída de la piedra al mediodía del domingo y que se ha mantenido.

“Se han limitado a cortar el tráfico. El primer día, cuando se cayó la piedra, desde San Andrés, y desde el lunes se impide pasar desde el cruce de la subida a Almáciga, permitiendo solo el paso a los vecinos”, cuenta Borja Bencomo, uno de los empresarios del sector de la restauración del Roque de las Bodegas.

“Lo que ha ocurrido es el resultado al que las autoridades han sometido a Anaga durante veinte años sin inversiones y luego se jactan a decir que es Reserva de la Biosfera; pero es reserva solo para aprovecharse del dinero que viene de Europa, no para realizar inversiones en la zona”.

Ya por la tarde, sobre las 17:00 horas, Borja Bencomo remitió una fotografía que mostraba coches y caravanas aparcados a los márgenes de la carretera de la playa de Almáciga. “Este es el cumplimiento de la restricción de acceso: restaurante no, playa sí, y eso a pesar de que está prohibido acampar en Almáciga, pero la gente no respeta el confinamiento de noche y nadie tampoco limpia la suciedad que dejan al borde de la carretera o la playa”.

Vanesa Sosa, dirigente de la Asociación de Vecinos Nuestra Señora de Begoña, en Almáciga, también mostró su preocupación y malestar porque “los negocios de la zona están cerrado y, salvo el comunicado que divulgó a los medios de comunicación, el Cabildo no ha dicho nada: no sabemos si hay peligro; echamos tanto de menos que nos cuenten algo que nos daríamos por satisfechos aunque nos dijeran una mentirijillas”, dijo con humor socarrón. Vecina y trabajadora en los negocios de la zona, recordó que “hace unos diez años se sacaron unas fotografías sobre el estado de las laderas; incluso se colocó un trozo de malla por debajo del colegio de Almáciga, justo desde donde cayó la piedra”.

Vanesa Sosa se lamenta de esta situación que se debe a que “los políticos se puesto soluciones como tiene que ser”. El cierre en el cruce de Almáciga afecta en particular a los cuatro restaurantes de Benijo: Casa Paca, El Frontón, Venta Marrero y El Mirador, y pone en peligro los más de veinte puestos de trabajo, añadió. La dirigente reprochó que se cierre a los vecinos pero siguen pasando coches de visitantes y aparcan donde está el corte o cerca.

Aquel cierre del colegio

Otros vecinos recuerdan que hace dos años el colegio de Almáciga se cerró por supuestos daños estructurales y dicha instalación se localiza justo encima del talud en el que desde mañana intervendrá el Cabildo.

La concejala de distrito Anaga, Macu Fuentes, recordó que el Cabildo ha decretado por la vía de urgencia la intervención para garantizar la seguridad tras la caída de piedras en el talud y precisó que esa administración es la competente para dar indemnizaciones a los empresarios afectados por el cierre, para traer al recuerdo que desde el Covid, “el ayuntamiento ha sido la única administración que ya ha abonado ayudas a las pymes y a los autónomos”.