De la reunión con los vecinos en la parada de la guagua para informar de la depuradora a un recorrido por el interior del pueblo que discurre en forma de herradura. Los presupuestos participativos permitirá el techado del escenario de la plaza de la iglesia mientras Infraestructura reforzará una de las calles.

Antes de comenzar el recorrido por el pueblo, los vecinos reivindican el nombre de este enclave: Igueste San Andrés, y no de San Andrés, pues argumentan que no son una extensión del pueblo marinero sino que tienen identidad propia. Tanta como lo distingue su clima tropical. “Mira que he probado mangos, hasta de La Gomera, pero ninguno como los de Igueste Santa Andrés”, reivindican los propios residentes.

Junto a la presidenta de la asociación de vecinos, Lía Sunina Cruz Concepción, su hermana Lara, también en el colectivo vecinal, así como María del Cristo y Begoña, residentes de la zona, que aprovechan para hacer oír sus demandas a los políticos locales.

Desde la plaza de la iglesia de San Pedro Apóstol, recuerdan el compromiso del distrito a través de los presupuestos participativos para techar el escenario de la plaza y colocar una barandilla. De San Pedro, rumbo por la calle El Carmen para adentrarse la comitiva por el paseo Casas de Abajo o El Incencial, que desafía a la gravedad y que permite una vista de lujo de la otra bahía chicharrera, con los cruceros de frente. Pasado El Incencial, la calle donde la Concejalía de Infraestructuras, de Dámaso Arteaga, tiene prevista realizar una intervención para evitar el desplome de la vía en el paseo que va rumbo a la playa. Antes de llegar se descubre la llamada casa de los balcones también denominada Casa Yeyo, una maravilla de la arquitectura que alimenta la duda: ¿Cómo acercaron hasta la zona los materiales para su construcción?. Por el paseo a la playa, regreso para volver al pueblo por la calle del doctor Salvador Pérez Luz, el médico de los pobres y de las pocas personas en Santa Cruz que den nombre a dos vías; la otra, junta a la avenida de Venezuela.

Junto a la calle Nicasio Cruz, el antiguo colegio que el ayuntamiento ha pedido a Educación su desafección crear una zona de ocio. Antes se retirará el vallado. Entre los altares, la casa de los maestros o de los alemanes, el muro que se quitó para dejar paso a la Virgen de Candelaria el siglo pasado... o la eterna morada, el cementerio, que espera a que muera a sus faldas la carretera; en este camposanto pidió ser enterrado Rafael Arozarena, amigo de Isaac de Vega –que tuviera una casa allí–, para disfrutar de la paz eterna.