Los servicios sociales de alojamiento y comedor del Ayuntamiento de Santa Cruz, así como los recursos del Tercer Sector del municipio, están desbordados. Así lo aseguran el alcalde, José Manuel Bermúdez, y la edil de Atención Social, Rosario González, quienes informan de que han enviado un escrito a la subsecretaria de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Estado, Raquel González, reclamando una solución urgente para una situación que el regidor y la edil tachan de “muy preocupante”. “Nuestras calles cada vez tienen más personas sin hogar, fundamentalmente migrantes que huyen del campamento de Las Raíces por las pésimas condiciones en las que allí se encuentran. Por ello, nos hemos visto obligados a dirigirnos directamente al Gobierno de España, para trasladar nuestra preocupación, pues estamos teniendo dificultades para poder dar respuesta a la creciente demanda de acogida y de alimentación”, señalan.

Bermúdez señala que “la nefasta gestión de la crisis migratoria por parte del Estado está provocando que muchas personas migrantes huyan de los centros de internamiento y acaben durmiendo en las calles de Santa Cruz”. Insiste en que la situación en el municipio chicharrero es ya muy preocupante, “ya que los recursos municipales están al límite por el continuo aumento del número de personas que solicitan ayuda”. “Trabajamos con ellos, les damos cobijo, comida y se les atiende de la manera más digna que está en nuestras manos, pero la situación empieza ya afectar, incluso, a organizaciones no gubernamentales que ayudan a quienes más lo necesitan, generándose una tensión que no han vivido nuestras calles con anterioridad”, ha apuntado el alcalde.

En este sentido, este indica que, por ejemplo, las religiosas responsables del comedor social de La Noria, que pertenece a la Obra Social La Milagrosa, se han dirigido al Ayuntamiento de Santa Cruz para alertar del “considerable aumento” de personas que acuden a este recurso para comer. Estas señalan que han tenido que incrementar los 100 almuerzos diarios que se estaban proporcionando debido a la “llegada masiva de inmigrantes de origen marroquí y subsahariano”. Aseguran que “se está empezando a generar un contexto de extrema tensión en algunos momentos del servicio de entrega de alimentos ante la posibilidad de quedarse sin los mismos”.

“Esta situación sobrevenida de mayor demanda se ha dado también en los servicios de ducha, lavandería y ropero, y trabajo social. Pero lo más preocupante es lo que está ocurriendo en el comedor social, por la gran cantidad de demandantes. Debido a la aglomeración de personas, nuestro personal no puede mantener las medidas de prevención y distancia personal”, han indicado al Consistorio las responsables de la Obra Social La Milagrosa. Estas han solicitado al Ayuntamiento que se establezca un dispositivo policial permanente en el entorno del comedor, “particularmente en el horario comprendido entre las 12:45 y las 13:30 horas, con el fin de que el servicio se pueda prestar con normalidad, evitando conflictos y garantizando las medidas sanitarias para evitar contagios por coronavirus Covid 19, como el distanciamiento personal entre los demandantes de los servicios”.

En el escrito que el Ayuntamiento de Santa Cruz ha dirigido al Estado se explica la situación de este comedor social, así como de los servicios municipales de acogida y de alimentos, que “están ya al límite”. “Determinados servicios, como los de alojamiento temporal, duchas públicas y comedor social están rebasando significativamente su capacidad de servicio. Muchos migrantes están durmiendo ya en las calles del municipio debido a que las plazas disponibles se han acabado. Nos encontramos con una población de personas migrantes procedentes de los distintos campamentos de acogida que transitan y deambulan por Santa Cruz buscando recursos para la cobertura de sus necesidades básicas. Estamos ya teniendo dificultades para poder dar respuesta a la creciente demanda de alimentación, y esta seguirá aumentado”, indica el Consistorio chicharrero en el escrito que ha enviado al Estado.

Tanto el alcalde como la edil de Atención Social solicitan al Gobierno “una gestión más eficaz, que trate de manera digna a estas personas y que no les obligue a huir de espacios indignos como el campamento de Los Rodeos”. Exigen que se les facilite la salida hacia la Península para que puedan continuar su camino, que “es lo que ellos piden”. “Santa Cruz es un municipio acogedor, de gente muy solidaria, pero tememos que estemos ya cerca del límite de nuestras posibilidades”, señalan.