La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Santa Cruz ha acordado esta lunes declarar la emergencia de la obra en la cubierta del colegio San Fernando, ubicado en la céntrica calle Ramón y Cajal, debido al mal estado en el que esta se encuentra. El Consistorio invertirá en dicho trabajos alrededor de 650.000 euros.

La citada actuación, propuesta por el área de Servicios Públicos, que dirige el concejal Guillermo Díaz Guerra, del PP, supondrá el traslado temporal de aproximadamente la mitad de los alumnos del centro a otra instalación. En este sentido, el Ayuntamiento de la capital anuncia que pone a disposición de la dirección del centro educativo y de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias tres inmuebles municipales mientras duren las obras, en el caso de que la Consejería no consiguiese reubicarlos. Estos son, según ha indicado Díaz Guerra, el Centro de Formación Tena Artigas, el antiguo colegio Buenaventura Bonnet y aulas libres en el colegio Los Verodes.

El concejal explica que hace dos semanas se recibió por parte del área de Servicios Públicos un informe técnico del arquitecto que asesora al servicio de mantenimiento de centros escolares en el municipio, en el que se ponía el foco en el mal estado de la cubierta del edificio, "agravada por las intensas lluvias vividas en los últimos meses”. "De manera inmediata trasladamos la información al centro y a la Consejeria de Educación", apunta Díaz Guerra.

De esta manera, añade, “iniciamos el expediente para declarar de urgencia la intervención necesaria, al tiempo que buscamos un lugar al que poder trasladar a los estudiantes mientras duren las obras, que podrían demorarse hasta finales de verano”. Asimismo, el también primer teniente de alcalde indica que “desde la Consejería se nos anunció que buscarían alternativas a la reubicación de los niños, aunque en el Ayuntamiento trabajamos paralelamente en el mismo sentido”.

El informe de Servicios Públicos señala que el principal problema que presenta la cubierta del edificio, construida hace alrededor de 90 años, es la falta de impermeabilidad. Las filtraciones han provocado daños en el falso techo, apreciable en las maderas que sirven de soporte. Además, propone una intervención similar a la realizada con anterioridad en el colegio del barrio de Salamanca, pero en una superficie mayor, ya que se estima que ocupa unos 1.100 metros cuadrados. 

Se comenzaría con un reconocimiento de dichos falsos techos para eliminar aquellos que estén en peor estado, con el objetivo de continuar usándose parte del centro, mientras se desarrollan los trabajos en las zonas de mayor necesidad.

El análisis hace referencia también a un problema de deterioro estructural derivado de la existencia de termitas en las cerchas de madera que soportan la cubierta, circunstancias agravadas por las lluvias intensas de los meses de diciembre y enero.

El informe técnico propone retirar la teja existente por otra nueva, desmontar la totalidad de los falsos techos en las aulas y revisar toda la estructura de madera, sustituyendo aquellos elementos dañados. Además, se pretende aplicar un tratamiento contra las termitas en la parte de la estructura que no sea necesario cambiar, además de la reparación y pintura de paredes en el interior de las aulas.