La Dirección General de la Marina Mercante, dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ha admitido a trámite para su investigación una denuncia de las presuntas irregularidades detectadas en el uso del barco Escuela Náutica de Tenerife, que, al parecer, contravino la normativa relativa a la seguridad en la navegación marítima.

En este caso, la admisión se produjo el pasado jueves, después de que el día 15 de febrero se denunciara, por parte del capitán de la Marina Mercante y coordinador de las asignaturas de Maniobra y Estiba y Ampliación de Navegación Costera del grado de Náutica y Transporte Marítimo, Antonio Poleo Mora, las presuntas infracciones en materia de seguridad marítima y seguridad de la navegación con la embarcación Escuela Náutica Tenerife, una práctica que se realizó el pasado 12 de febrero.

Sobre ello, el capitán de la Marina Mercante elevó un escrito al Departamento de Ingeniería Agraria, Náutica Civil y Marítima de la Universidad de La Laguna (ULL), de la que depende la Escuela Náutica de Tenerife, así como a la Dirección General de la Marina Mercante, en la que denunciaba la vulneración de la seguridad en la navegación por parte del contramaestre Francisco Javier Cabrera y el director adjunto de la Escuela de Prevención y Seguridad Integral (EPSI), Alexis Dionis, con una embarcación en la que había alumnos del centro universitario.

En el escrito se manifiesta que la navegación fue parte de una práctica para alumnos de la asignatura Seguridad Marítima, Contraincendios y Supervivencia en el Mar. Además, se detalla con precisión la ruta tomada por el velero a través del sistema de geolocalización de la embarcación en donde se aprecia, advierte el capitán mercante, que se detalla con precisión el rumbo del velero a través del sistema de geolocalización de la embarcación, cuyo resultado es que lo hace por una zona considerada de “aguas no navegables”, a pesar de estar señalizadas con balizas.

Matizó al respecto en su escrito que no se tuvo en cuenta las marcas especiales “que indica un objeto sumergido peligroso (un bloque de cemento), lo cual es una imprudencia grave” teniendo en cuenta que el velero Escuela Náutica de Tenerife va solo a motor. En este caso, señala Antonio Poleo en su escrito, esta maniobra “va en contra de las reglas internacionales para prevenir los abordajes en la mar”, algo que el contramaestre “tiene que cumplir obligatoriamente y con más celo, si cabe, cuando lleva alumnos inexpertos a bordo y gobierna un bien de la administración”. Señala, además, una imprudencia motivada por la navegación cercana a la escollera de la Dársena Pesquera “en una zona de baja profundidad”.

Por todo ello, el capitán y profesor universitario demanda “que se tomen medidas de forma urgente” sobre la situación creada.

Por otra parte, alumnos de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería, sección de Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval, han iniciado una recogida de firmas como protesta por no tener a su disposición convenientemente los medios de la ULL referidos al velero Escuela Náutica Tenerife y el simulador de maniobra Norcontrol, elementos que son esenciales para su formación.

Un portavoz de los mismos señala que, tanto la embarcación como el simulador, “son herramientas que, de utilizarlas un número de horas adecuadas y con profesionales entendidos en la materia, serían básicas para nuestra formación académica y profesional como futuros oficiales de la Marina Mercante”. Es por ello por lo que “exigimos la puesta en funcionamiento” de todos los elementos necesarios para su formación, “así como depurar responsabilidades”.

Además, aseguran que “la inmensa mayoría de los alumnos seguimos esperando certificados de especialidad tras haber superado la correspondiente asignatura”, aunque otros de sus compañeros sí lo han recibido, sembrando dudas sobre el profesorado encargado de expedirlos, entre otras cuestiones.

La ULL no pudo ofrecer ayer su opinión al respecto.