El consejero del área de Carreteras, Movilidad, Innovación y Cultura del Cabildo de Tenerife, Enrique Arriaga, aseguró ayer que la propuesta del Ayuntamiento de Santa Cruz de crear una vía rápida en El Chorrillo con la variante del aeropuerto de Los Rodeos, que conectaría desde la TF-5 a la altura de Guamasa con Lora y Tamayo, el denominado bypass, estaría sujeta a los estudios que se realicen en el marco del Plan Insular de Movilidad Sostenible, cuya licitación se llevará a cabo hoy. Se trata de una alternativa que pretende aliviar el tráfico en el área metropolitana y que crearía una conexión directa entre el Norte y el Sur en sustitución de la Vía Exterior y evitaría el colapso del tráfico en la rotonda de Padre Anchieta, en La Laguna.

El también vicepresidente de la Administración insular afirmó que ningún ayuntamiento puede marcar la agenda del área en relación a la iniciativa que instaba a pedir esta solución. “Nosotros no trabajamos a golpe de mociones municipales, independientemente de que puedan ser viables o no”, un aspecto que, en todo caso, debería ser estudiado como propuesta en el Plan de Movilidad Sostenible, que se licita a lo largo de este martes, “documento que determinará la movilidad de la Isla durante los próximos 20 años”.

La propuesta capitalina aprobada en el pleno celebrado el viernes pasado llevaría aparejada “la suspensión de la polémica Vía Exterior”, todavía incluida en el Plan Territorial Especial de Ordenación del Sistema Viario del Área Metropolitana.

Durante la sesión plenaria, tanto el alcalde de Santa Cruz como el concejal de Urbanismo, José Manuel Bermúdez y Carlos Tarife, respectivamente, explicaron que la alternativa propuesta ha sido planteada por los redactores del nuevo Plan General de Ordenación (PGO). Consistiría en la creación de una vía rápida sobre una infraestructura ya creada en su mayoría, la calle Bicácaro, que la uniría con una conexión en un punto de la variante entre Guamasa y Lora y Tamayo.

Con ello, la variante estaría enlazada con el pulpo del polígono situado en El Chorrillo, desde donde entraría a la Autopista del Sur (TF–1). Es una alternativa que, en su opinión, sería viable y que supondría de facto la creación de una carretera directa entre el Norte y el Sur de la Isla sin que el tráfico pase por ámbitos más urbanos de Santa Cruz y de La Laguna.

La próxima licitación

El consejero Enrique Arriaga consideró al respecto que “para el equipo de gobierno del Cabildo de Tenerife el problema de la movilidad es un aspecto crítico para nuestra Isla”, motivo por el que después de bastante trabajo hoy, martes, “se llevará a cabo la licitación del Plan Insular de Movilidad Sostenible”. Se trata de un extenso documento “que analizará la situación actual de la movilidad y aportará las soluciones para los próximos 20 años”.

Afirmó que “los cambios en los planeamientos insulares no deben ser a demanda de un municipio, sino fruto de un análisis detallado y de consenso a nivel insular”.

Recordó que la propuesta que ha planteado el Ayuntamiento de Santa Cruz de una vía rápida como alternativa a la Vía Exterior no está contemplada en ningún sitio, por lo que “habrá que estudiarla en el marco del Plan Insular de Movilidad Sostenible, junto a otras muchas propuestas”. “En cualquier caso, y si es viable y aporta a la movilidad de la Isla, se tendrá en cuenta”, matizó Arriaga en su exposición.

Tanto Bermúdez como Tarife fueron los encargados de defender una moción que recibió el apoyo de los concejales de CC, PSOE, PP, Cs y la no adscrita Evelyn Alonso, teniendo la oposición de Unidas Podemos (UP), que entiende que cualquier inversión debe estar aparejada al transporte público y no a ninguna vía o carretera.

La construcción de la vía rápida propuesta por el Ayuntamiento de Santa Cruz vendría a solucionar y corregir los problemas de colapso que se experimentan en la capital, ya que la alternativa desviaría un grueso importante de tráfico que se espera asuma la variante de la TF-5 a su paso por La Laguna.

Hay que recordar que esa variante propuesta por el Cabildo de Tenerife pretende absorber unos 80.000 vehículos diarios para evitar su paso por el cuello de botella que se forma en el ámbito de la rotonda de Padre Anchieta, uno de los puntos negros para el tráfico de la Isla.