Barrio Nuevo es el enclave del municipio capitalino en el que la incidencia de las 15 principales causas de mortalidad entre hombres y mujeres es más alta. Se trata de un núcleo que nació en los años 30 del siglo pasado y de escasa renta en el que el paro y los hábitos de vida han marcado su historia social y económica. Los vecinos afectados y los expertos reclaman a las administraciones públicas una especial atención no ya solo a este enclave, sino en todos los barrios que se encuentran en una situación muy parecida, castigados por el paro, la baja formación y las pocas perspectivas de futuro.

En plena pendiente, encima del antiguo manicomio, está Barrio Nuevo, el núcleo con la mayor tasa de mortalidad de Santa Cruz de Tenerife. Así lo refleja el mapa de la mortalidad en España, realizado por la Fundación de Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica (Fisabio) de la Comunidad Valenciana. El estudio deja claras las diferencias entre los barrios más y menos ricos en cuanto al índice de salud. Es lo que sucede en Barrio Nuevo en comparación con Ifara-Las Mimosas, dos enclaves muy cercanos y parecidos en el número de habitantes y su orografía y que están solo separados por una ladera. Pero ambos se encuentran en los extremos en cuanto a la incidencia de las enfermedades más letales.

Desde el primer momento, la arquitectura marca el abismo que existe entre un enclave y otro. Barrio Nuevo, que se creó como enclave marginal en los años 30 del siglo pasado, cuenta con algo más de 1.300 habitantes y se erige como el núcleo de Santa Cruz con el riesgo de mortalidad más alto por las 15 causas analizadas en hombres y mujeres. Barrio Nuevo lidera la incidencia por cáncer de pulmón en hombres y por cáncer colorrectal en mujeres, y está destacado en los datos negativos de la afección de alcoholismo, accidentes de tráfico, infartos, diabetes mellitus y EPOC, una dinámica que se repite en el análisis de las otras causas.

Sobre las diferencias existentes entre enclaves de un mismo entorno geográfico, el doctor en Geografía e Historia y profesor titular de Geografía Humana de la Universidad de La Laguna (ULL), Vicente Zapata, puso en valor el trabajo del mapa de mortalidad, ya que es “muy interesante de cara a orientar las políticas públicas municipales en materia sociosanitaria y las orientadas a fortalecer los procesos de desarrollo comunitario”.

Destacando los resultados generales sobre mortalidad en la capital tinerfeña, el experto afirma que “este tipo de cartografías son bastante útiles para orientar la atención de las personas que deben tomar decisiones en el plano político y técnico, aunque, también, para incidir junto a la ciudadanía de los territorios con peores indicadores de cara a revertir su situación de manera conjunta con un enfoque comunitario”, de ahí la necesidad de desarrollar políticas de ámbito municipal para corregir desigualdades existentes.

“Una diferencia abismal”

El presidente de la Asociación de Vecinos de Cueva Roja, José Miguel Siverio, recalca que “existe una diferencia abismal entre las condiciones de vida en un barrio como Barrio Nuevo y otros como Ifara-Las Mimosas”. “El primero es de trabajadores; el segundo es residencial y más pudiente”, encontrándose en su enclave de Barrio Nuevo “altas tasas de paro y bajas tasas de formación”. “Claro que estamos hablando de muchas diferencias, sobre todo en los hábitos de vida que marcan el estudio”, precisa José Miguel Siverio. “Por eso siempre hemos apostado en la asociación por el desarrollo de planes de empleo y formativos y de atención especializada. Se deberían implicar ayuntamientos y Cabildo en barrios como este, que los hay en otras partes del municipio. La atención es prioritaria para todos los sectores de edad”, matizó el representante del colectivo.

Siendo consciente de que las situaciones no son fáciles, Siverio cree que “las administraciones deberían hacer algo más, a pesar de que estamos pasando por un periodo marcado por el coronavirus. Pero antes no había pandemia y estábamos completamente igual”. Paco Ramírez, vecino del barrio, departía con sus amigos en la esquina de Tajinaste con Los Campitos y tenía claro que la salud “es un problema de empleo”. “Si no hay, tienes que vivir con lo que te dejan, no con lo que quieres. Todo se resume en eso. La gente muere porque no tiene”, explicaba mientras bebía una cerveza. Su compañero, Nico González, recuerda que en su familia las enfermedades se han llevado a gente “muy querida” que principalmente “han sido castigadas cargando todo el día”. “Al final, entre las preocupaciones, el desgaste y la edad se los han llevado muy rápido. El señorito, que tiene una vida más plácida, creo que cruza el charco (fallece) de otra manera distinta”, concluye.