La radiografía de un barrio como el de Ifara-Las Mimosas confirma la diferencia entre vivir en una zona con más renta y otra con menos, como lo que sucede en puntos más humildes del municipio de Santa Cruz. De hecho, el mapa de mortalidad entre los años 1996 y 2015 sitúa a Ifara como uno de los que menos tienen riesgo de deceso por padecer, por ejemplo, en enfermedades como cáncer de pulmón, de próstata, infarto o alcoholismo. No obstante los expertos advierten de que a pesar de estar alejadas de estas circunstancias desfavorables, no están exentos de problemas como el envejecimiento.

Barrio rico, barrio pobre... Hasta en la muerte. Así se podría definir la radiografía general de la incidencia de mortalidad en Santa Cruz. Ifara-Las Mimosas posee el menor índice de mortalidad de la capital tinerfeña, un dato relacionado con el de tener una renta muy superior a la que se experimenta de media en el resto de barrios. Está a años luz de Barrio Nuevo en este aspecto aún estando separado por tan solo una ladera. La comparación entre dos puntos cercanos, de iguales características orográficas y un número de habitantes muy parecido, refleja las desigualdades existentes entre los distintos núcleos del municipio chicharrero según esa renta. Viviendas unifamiliares con entrada a garaje único, jardín, piscina, pisos amplios, ordenados y generalmente con vistas al mar son las características principales de la mayoría de viviendas de Ifara-Las Mimosas, situación a primera vista que contrasta con los barrio smás humildes. Ifara-Las Mimosas es el que menos incidencias registra por causas de muerte junto a otros enclaves como Residencial Anaga o Rambla Bajo. Sobre ellos los registros indican que tanto en hombres como en mujeres los niveles de salud son altos.

Analizando las principales causas de mortalidad, en la gran mayoría de ellas la incidencia es mínima. Tal vez la diabetes mellitus tiene una incidencia un tanto más alta que el resto, pero poco significativa con respecto al ranking de enfermedades, que se encuentra el sexto por la cola. El resto de incidencias generalmente se quedan en un rango inferior.

Sobre ello, si en el estudio del enclave de Barrio Nuevo se ponía énfasis en la necesidad de establecer medidas coordinadas por las administraciones para corregir las desigualdades y las circunstancias especiales de estos entornos más humildes, el doctor en Geografía e Historia y profesor de Geografía Humana de la Universidad de La Laguna (ULL), Vicente Zapata, tampoco se olvida las necesidades de las zonas más pudientes.

Al respecto señala que “se debe estar atento al hecho de que también en los centros urbanos y en barrios que a priori pueden parecer que están al margen de este tipo de problemáticas o circunstancias más desfavorables, pueden registrarse situaciones carenciales o perfiles profesionales marcados tal vez por un mayor grado de envejecimiento, que requieren asimismo la máxima atención, tanto por parte de las administraciones como por parte de su propia vecindad”.

¿Y qué opinan los vecinos al respecto en Ifara-Las Mimosas? Natalia Machado reconoce la existencia de dos formas de vida distintas: “Tristemente, hay una gran diferencia entre una zona formada por chalets en donde viven personas con profesiones técnicas y otras como Barrio Nuevo, que nació de la necesidad y la falta de servicios”.

“Aquí viven los médicos”

“Las dificultades de acceso a algunos servicios, como los médicos o vinculados a la salud y otros factores, dan como resultado final una mayor incidencia de las patologías descritas en el informe. Es la consecuencia normal. Se da el caso, por poner una idea sobre la mesa, de que aquí están los médicos y allí los pacientes”, aclara Natalia en su exposición.

Por su parte, Danilo Carlessi señala que “las desigualdades están marcadas por los hábitos de vida, pero sobre todo es una cuestión de educación y formación y asimilación de información sesgada, entre otras cuestiones que se pueden analizar”.

Otro de los consultados, Carlos González explica en el número 86 de la calle Rubens Marichal López que “habría que ver detenidamente cómo está realizado el estudio y los parámetros escogidos para desarrollarlo, aunque tiene sentido porque la renta en cuestión de hábitos de vida más o menos saludables en cualquier parte es bastante diferenciador”. No obstante matiza que “no todo el que vive aquí es rico, hay personas que somos de la clase media. Al final creo que se trata de un entorno diferente y esos hábitos distintos”, concluyó.