Las primeras presas que se construyeron en Santa Cruz de Tenerife con el fin de aprovechar el agua que en los inviernos corría por el barranco Santos, y luego regar con ella los terrenos existentes en la costa sur de la ciudad, fueron realizadas a partir de 1847 por Julián Robayna, en la angostura conocida como el Salto del Negro; por José de Paz, un poco más arriba del puente Zurita; y por Luis J.Duggi, entre la antigua Casa del Gato y el Charco y Salto de Mejías. La Sociedad Presas del Barranco sobreviviría hasta 1888. En el citado barranco todavía existen restos de ocho presas, aunque inutilizadas porque sus vasos están rellenos de tierra.

Embalse de Tahodio E. D.

Embalse de Tahodio

La obra hidráulica más importante de la Isla de Tenerife fue realizada en 1914 por la Comunidad de Embalse de Tahodio, con el fin de almacenar agua para el riego de las fincas existentes en la Costa Sur de la Ciudad, por lo que también hubo que realizar una atarjea de 14,681 kilómetros de longitud, que llegaba hasta Hoya Fría, ocho acueductos, un túnel de 145 metros de longitud y 33 arquillas de toma.

La citada Comunidad estaba formada por 302 accionistas, de los que 37 eran agricultores y el resto comerciantes y funcionarios, siendo su administrador don Santiago García Sanabria.

El proyecto, realizado por el arquitecto Antonio Pintor y Ocete, fue aprobado el 26 de julio de 1914. Las obras comenzaron en el mes de agosto, aunque se tuvieron que suspender en noviembre de 1917, debido a que la situación bélica en Europa impedía la llegada de la maquinaria necesaria. Los trabajos se reanudarían en mayo de 1920, finalizando su construcción seis años más tarde.

El muro de contención de las aguas, de 170 metros de longitud, tiene 44 metros de alto, 39 metros de ancho en la base, y 3 metros en la coronación. Su capacidad inicial de 900.000 metros cúbicos (1 m3 = 1.000 litros), en la actualidad no sobrepasa los 400.000 metros cúbicos, debido al barro que se ha ido acumulando en su lecho. Los aliviaderos se tuvieron que abrir por primera vez el 13 de febrero de 1929.

En los 12 años que duró la construcción del embalse, trabajaron más de 400 operarios. Los gastos totales ascendieron a dos millones y medio de pesetas, incluidos la compra de terrenos a Cleto Hernández, José Montesdeoca y Concepción Clavijo, por un importe de 57.395 pesetas. El Embalse de Tahodio, hoy forma parte del espacio natural protegido del Parque Rural de Anaga.

Embalse de Los Campitos

La presa de los Campitos comenzó a construirse en 1969 por el Ministerio de Obras Públicas, a través del Servicio Hidráulico provincial, para completar y ampliar el abastecimiento de agua a la ciudad de Santa Cruz de Tenerife.

Las obras, realizadas en el barranco de Anchieta, consistieron en la ejecución de un dique de cierre de hormigón armado, con una altura de 54 m, que conformaba un vaso con una capacidad de almacenamiento de 4,2 millones de metros cúbicos de agua, en una superficie de 130.000 metros cuadrados. Su coste alcanzó los 373 millones de pesetas.

Para complementar la regulación del embalse, además de aprovechar la escorrentía de las aguas superficiales procedentes del barranco de Anchieta, se construyeron sendos canales desde La Orotava y El Escobonal.

En 1975, al constatar que su puesta en servicio era imposible, pues los terrenos donde debía recogerse el agua eran completamente permeables, la mesa de la Comisión de Obras Públicas y Urbanismo, reunida en las Cortes de Madrid, solicitó su urgente reparación, efectuándose una nueva impermeabilización en mayo de 1978, cuyo presupuesto ascendería a 300 millones de pesetas.

Entre 2002 y 2004 se llevaría a cabo el proyecto denominado Acondicionamiento del embalse de Los Campitos, con un presupuesto de 5,8 millones de euros, financiados por la Unión Europea (85%) y el resto por el Estado.

Las obras consistieron en un depósito de 15.000 metros cuadrados, con una altura de 5,5, metros y con capacidad para almacenar 77.000 metros cúbicos de agua, y la remodelación del vaso del embalse, para conseguir una balsa de un hectómetro cúbico de capacidad y un máximo de 20 m de altura de agua. Para conectarla con la conducción al Valle Molina, desde el pie del embalse hasta la boca norte del túnel de La Laguna, se ejecutó una estación de bombeo y conducción de agua a presión de 4,5 kilómetros de longitud, y 500 milímetros de diámetro.

Embalse del Cuchillo

Para aprovechar las aguas que discurrían por el barranco del Bufadero y poder regar sus terrenos en verano, en 1922, Sebastián Déniz Hernández, Felipe Poggi González, José Déniz Fernández, Luis Díaz Rodríguez, Pedro Pérez Hernández, Pedro Hernández Rodríguez, José Hernández, y la viuda e hijos de Salvador Mederos, solicitaron al Cabildo Insular de Tenerife autorización para construir un embalse, con su necesaria presa de 17 m de altura y 69 m de longitud, en el curso medio del barranco del Bufadero, en el lugar denominado Huerta del Cuchillo, en la unión de los valles Crispín y Brosque.

El proyecto, obra del Ingeniero Juan Galán Herrera, fue aprobado por el Cabildo de Tenerife en abril de 1927. Finalizada su construcción al año siguiente, el embalse almacenaría un máximo de 106.000 metros cúbicos de agua, en sus 6,25 kilómetros cuadrados de superficie de la cuenca.

Presa Salto del Negro, en el Barranco Santos E. D.

Embalse Fumero

La presa Fumero fue construida a principios del s.XX para regar las plataneras que crecían en los bancales existentes en su finca homónima. Situada en el barranco la Leña, justo antes de unirse al barranco de Anchieta, a la altura de la calle J.R. Hamilton, vía paralela a la Rambla, este embalse sería eliminado después del temporal del 31 de marzo de 2002, pues muchas viviendas de Residencial Anaga tuvieron que ser desalojadas ante el peligro de rotura de sus paredes.