El pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz aprobó ayer de manera definitiva el presupuesto para este año, que asciende a 260 millones de euros, lo que supone una reducción del 8,3% con respecto al de 2020, es decir, 22 millones menos.

El concejal de Hacienda, el nacionalista Juan José Martínez, ha señalado que el mayor recorte se ha producido en los gastos corrientes del Consistorio, “pero hemos aumentado el gasto social, incrementando en 1,5 millones el presupuesto del IMAS (Instituto Municipal de Atención Social), que alcanzará los 21, 4 millones, organismo que además aumentará su personal, con la contratación de siete trabajadores sociales más y ocho administrativos”. El edil ha resaltado también los 27 millones de euros destinados a inversión en obras.

El grupo de Gobierno del Ayuntamiento chicharrero, formado por Coalición Canaria (CC), el Partido Popular (PP) y la edil no adscrita Evelyn Alonso, han manifestado que se trata del presupuesto más difícil de la historia de la capital, “debido a la caída de ingresos sin precedentes”.

Los partidos de la oposición, el Partido Socialista (PSOE), Unidas Podemos (UP) y Ciudadanos (Cs) han votado en contra de las cuentas municipales, por considerar que “no responden a la realidad”.