Moisés Kamón accede a sacarse una foto si eso le permite ejercer más presión y poder acceder a una vivienda. Sus dos grandes demandas: un techo digno y la nacionalidad española. Abandonó su Sierra Leona natal y llegó primero a Gran Canaria y luego a Tenerife, siguiendo el consejo de unos compatriotas. “Vine en el jet foil en diciembre de 1997; ese día se jugaba un partido importante el Tenerife porque la ciudad estaba llena de gente”. “Soy una persona honrada que busco una vida digna; he sido marinero, oficial primera de carpintería de aluminio, palista...”.

Hasta el Covid, se ganaba la vida vendiendo en el rastro. Se muestra contento porque en febrero comienza a trabajar durante once meses en un convenio del ayuntamiento. “Bermúdez sí ha venido aquí; Patricia nos apuntó para una casa y nada”. Con el dinero que gane viajará a Madrid a arreglar su nacionalidad, explica mientras muestra un pequeño terreno donde planta papas chineguas.