Sin dar tregua a su imaginación, Iñaki Fernández, productor artístico de Naturaleza Encendida, combina el regreso del espectáculo de luz, sonido y sensaciones que ya se presentó y estuvo abierto al público durante cuatro días, con una adaptación de este formato a un castillo de Alicante, en otra versión para que arquitectura y técnica acaparen la atención de propios y extraños del lugar. Y es que el éxito de Naturaleza Encendida traspasó fronteras. En la actualidad, la empresa productora Letsgo, mientras espera la reapertura de la versión de Naturaleza Encendida en el Real Jardín Botánico de Madrid –cerrado por la nieve–, retoma todos los fines de semana desde hoy –viernes, sábado y domingo–, hasta el 28 de febrero.

Será una oportunidad única y casi exclusiva para los primeros que adquieran sus localidades, pues el proyecto está ideado hasta final del próximo mes y ajustado a las medidas de seguridad que marcan las autoridades sanitarias para disfrutar de esta experiencia. Desde las 18:30 a 21:30 horas, vecinos y visitantes de la capital podrán redescubrir el Palmétum, que oferta un paseo mágico.

En los cuatro días que estuvo abierto al público, se da la circunstancia de que el tirón y el atractivo de Naturaleza Encendida llevó a residentes de la capital a conocer el Palmétum, al cumplimentar su primera cita con este espacio verde de la capital que resurgió del antiguo vertedero y que gracias al ingenio de la empresa Letsgo permite a los visitantes disfrutar de una experiencia propia de la ciencia y ficción.

Cuatro son los ejes fundamentales de este espectáculo único en España, junto al que se oferta en el Jardín Botánico de Madrid: mar, aire, fuego y tierra, además de incorporar un importante elemento de reflexión, que invita al visitante a tomar conciencia sobre el papel que juega el hombre para mimar la naturaleza. Más allá de un espectáculo de sensaciones, por momentos se convierte también en un examen de conciencia cuando entre los diecisiete elementos de luz construidos para el Palmétum se descubre a una ballena gigante en vías de extinción y entre ese paisaje idílico, una botella plástica que invita al visitante a ser consciente del papel que juega en medio de la creación.

Entre las seis y media y las nueve y media de la tarde se han previstos pases de doscientas personas cada cuarto de hora para que los visitantes se puedan deleitar de la Naturaleza Encendida, una invitación a perderse en un sendero perfectamente delimitado por la luz y el sonido. La clave del éxito de este espectáculo diseñador por Iñaki Fernández es que cautiva el corazón porque transmite sensaciones.

Cuando las restricciones sanitarias obligaron al cierre de las instalaciones para evitar contagios, la empresa Letsgo decidió mantener su apuesta por Santa Cruz de Tenerife como referente en sus parques temáticos de técnica y naturaleza, frente a guiños de otros destinos para hacerse con este proyecto cuyos elementos de luz están diseñados a la pedida de la capital tinerfeña, explica su responsable artístico.

Eso sí, es una oportunidad para los primeros que adquieran sus localidades, limitadas, hasta el 28 de febrero, si bien la empresa, en función de la demanda, no descarta la posibilidad de ampliar un calendario que nace para satisfacer la demanda del público que en tiempo récord había agotado las entradas de las dos primeras semanas. El productor artístico, Iñaki Fernández, agradece la fidelidad y la confianza de espectadores que prefirieron el canje de las localidades y que desde hoy tendrán la oportunidad de disfrutar del espectáculo de las sensaciones.

Árboles que hablan, insectos gigantes incandescentes llevan al límite la experiencia que se soporta en el magisterio Felipe de Lima, responsable de la dirección creativa, y Carlos Torrijos, con la iluminación. Pero la visita no solo es para el deleite de la vista en un paisaje idílico, sino también para disfrutar de sensaciones acústicas gracias a la “alfombra sonora” que cautiva al visita gracias a la banda compuesta ex profeso para Santa Cruz de Tenerife por Víctor Tomé. Este esfuerzo hecho a la medida del Palmétum de la capital no podía caer en saco roto, admite Iñaki Fernández, que conmina a los amantes del artes y la naturaleza a visitar el Palmétum.

El recorrido durará tanto como capacidad en megas tenga el móvil o la cámara digital en la que se acuda, para alternar la sensación con las ganas de inmortalizar la cita, con el añadido de presentar en las redes sociales esta visita.

Y todo por el mismo precio. Iñaki Fernández, el productor artístico de Naturaleza Encendida, afirma que los interesados podrán deleitarse el este paseo por una media de 10 euros la entrada, para recordar los precios especiales que se han diseñado a la medida de las familias, que incluyen un descuento del 25 por ciento, mientras que los más pequeños de la casa –hasta los tres años– disfrutan de un precio reducido de 3 euros.

Naturaleza Encendida supone, además, el bautizo artístico de la empresa Encaro Factory, de la mano de Enrique Camacho y Paco Sotelo, que nada más conocer el proyecto de Iñaki Fernández y su Naturaleza Encendida, hicieron posible que Santa Cruz fuera también capital de esa oferta técnica y paisaje natural. Se trata de un matrimonio artístico que nació en los musicales que hicieron bailar al Auditorio y que ahora aspiran revalidar éxitos en el Palmétum.